domingo, 14 de febrero de 2010

RIGOBERTA MENCHU

Rigoberta Menchú Tum
Breve reseña de vida.
La Dra. Rigoberta Menchú Tum es una mujer indígena k'iche', que se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional, trayectoria que fue reconocida en el año 1992 con el Premio Nobel de la Paz, siendo hasta el momento la persona más joven en recibir este reconocimiento.Desde los diez años tuvo una intensa actividad religiosa, participando como mujer maya, como catequista en actividades de pastoral en su comunidad. Conoció las injusticias, la discriminación, el racismo y la explotación que mantienen en la pobreza extrema a miles de indígenas en Guatemala. La miseria la obligó a buscar sustento en la capital del país, para ayudar a sus padres y hermanos, pero fue en las comunidades indígenas donde aprendió a defenderse organizándose. Durante la violencia armada perdió a su padre don Vicente Menchú en la quema de la Embajada de España , a su madre doña Juana Tum, quien fue secuestrada- desaparecida, y a su hermano Víctor quien fue asesinado por el Ejército de Guatemala.Desde muy joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En el año 1979 fue miembro fundadora del Comité de Unidad Campesina -CUC- y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca -RUOG-, de la que formó parte de su dirección hasta 1992. En el año 1988 regresó a Guatemala y fue detenida. En esas circunstancias conoció a Nineth Montenegro, quien a través de la organización Grupo de Apoyo Mutuo -GAM- y la presión de miles de estudiantes universitarios le ayudó a que la liberaran.Tuvo una participación activa en la ONU, asistiendo a las sesiones anuales de la Comisión de Derechos Humanos, a las sesiones de la Comisión de Prevención de las Discriminaciones y Protección de las Minorías y fue parte del grupo de trabajo sobre poblaciones indígenas.La plataforma del Premio Nobel le permite continuar impulsando importantes iniciativas, tanto nacionales como internacionales, tal como la creación de la Iniciativa Indígena por la Paz. Fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la ONU para el Año Internacional de los Pueblos Indígenas, en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena, Austria; junio de 1993 y el año 1996 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.Junto con sus colaboradores más cercanos constituyeron la Fundación Vicente Menchú que posteriormente toma el nombre de Fundación Rigoberta Menchú Tum, de cuya institución es presidenta y a través de la cual ha apoyado a las poblaciones más necesitadas con proyectos de educación, productivos y de infraestructura.La Dra. Menchú Tum ha sobresalido por su compromiso con la justicia impulsando a través de su Fundación diversos casos que buscan el acceso a la justicia para las víctimas del genocidio cometido en Guatemala, así como la defensa de las víctimas de discriminación y racismo.Ha recibido decenas de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que destacan el premio de la UNESCO “Educación para la Paz “ en el año 1990, la condecoración "Legión de Honor en el máximo grado de Comandante", recibida de manos del presidente francés Jacques Chirac; 20 de junio de 1996 y el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en el año 1998.Se ha hecho acreedora de más de 30 Doctorados Honoris Causa, en distintas universidad del mundo, incluyendo la Universidad de San Carlos de Guatemala, en el año 1996.Rigoberta Menchú Tum tiene en su haber la publicación de varios libros, tales como "Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia", libro testimonial publicado en 1983, que ha sido traducido a más de doce idiomas y ha merecido decenas de reconocimientos internacionales, el libro “ La nieta de los Mayas” publicado en el año 1998 y en los últimos años ha publicado los libros para niños: “Li Mi'n, una niña de Chimel” y “El Vaso de Miel”.Su compromiso con Guatemala le llevó a participar activamente en la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala entre la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca -URNG- y el Gobierno de Guatemala y posteriormente acepta la invitación para constituirse como “Embajadora de Buena Voluntad de los Acuerdos de Paz”, puesto que desempeñó hasta este año 2007.Rigoberta Menchú Tum, casada, madre de un hijo, indígena maya k'iche', es probablemente la guatemalteca más conocida internacionalmente.

FUNDACION RIGOBERTA MENCHU



BLOG PERSONAL DE R.MENCHU

Vio morir de hambre, por envenenamiento o asesinados a tres hermanos, su madre y su padre, en una de las represiones más cruentas de la historia de América Latina. A partir de un conmovedor testimonio personal, esta mujer se proyectó como el símbolo de la resistencia indígena.
"Me llamo Rigoberta Menchú y así nació mi conciencia". Fue la frase con la que esta indígena guatemalteca tituló la historia de su vida. Una historia que conmovió al mundo y dio inicio a una acción social y política que ha convertido a esta mujer en el espíritu vivo de los pueblos indígenas latinoamericanos.Su voz vino desde la exclusión y narró una dramática historia de opresión y de confrontaciones en la que cayeron cinco de sus más cercanos familiares. Era la historia secreta de cuarenta años de violencia rural en Guatemala, desde los tiempos en que un ejército de oficiales, fieles a las empresas bananeras norteamericanas, arrojaron del Gobierno al izquierdista Arbens e instalaron un régimen militar represivo, abierto en momentos y disfrazado de democracia en otros. Fueron treinta y dos años durante los que la represión provocó alrededor de ciento cincuenta mil víctimas, la mayoría campesinos.Hasta hoy, nada está claro en Guatemala y las nacionalidades indias siguen denunciando la persecución, con su premio Nobel, Rigoberta Menchú, a la cabeza.Rigoberta Menchú Tum nació en Chimel, un pueblito maya-quiché del interior, en San Miguel de Uspantán, en 1959. Hija de un campesino, fue testigo de la muerte por efecto de pesticidas de un hermano; otro falleció por desnutrición y un tercero, de 16 años, cayó víctima de terratenientes cafeteros que querían despojar a los indígenas de sus terrenos. Su madre fue violada y torturada por los soldados hasta morir. Estos crímenes, junto con la actuación social de su padre, Vicente Menchú, y de numerosos vecinos del barrio, constituyeron el primer motivo de concienciación social por parte de Rigoberta. En 1980 su padre murió carbonizado en la Embajada de España en Guatemala, durante el asalto policial perpetrado contra esa sede diplomática. Ese mismo año, Rigoberta dirigió a ochenta mil manifestantes y estuvo a punto de morir en su huelga de hambre









Fue entonces cuando se comprometió de lleno con la lucha, denuncia y reivindicación de los derechos humanos de la población guatemalteca y en especial de los pueblos indígenas, decisión que le costó numerosas amenazas y persecuciones, y finalmente el exilio, en 1981. En 1982 se convirtió en
la primera indígena en participar en la formación del Grupo de Trabajo sobre poblaciones Indígenas en la ONU, y en 1983, publicó su libro autobiográfico. En 1992, año en que se recordaron los 500 años de presencia española en América, le fue concedido el premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de la justicia social y la reconciliación entre los diferentes grupos étnicos de Guatemala. Con el dinero del premio creó una fundación, establecida en México, para apoyar a los pueblos indígenas del continente. En 1993 retornó a su país y un año más tarde, se firmó la paz entre el Gobierno y los rebeldes, una paz que todavía acarrea interrogantes. (JP)


Entonces, me llamaron. La comida que me dieron era un poquito de fríjol con unas tortillas bien tiesas. Tenían un perro en la casa. Un perro bien gordo, bien lindo, blanco. Cuando vi que la sirvienta sacó la comida del perro. Iban pedazos de carne, arroz, cosas así que comieron los señores. Y a mí me dieron un poquito de fríjol y unas tortillas tiesas.
A mí eso me dolía mucho, mucho, que el perro habría comido muy bien y que yo no merecía la comida que mereció el perro...Desde el primer momento le amarraron las manos atrás, y empezaron a empujar a puros culatazos. Caía mi hermano, no podía defender la cara. Inmediatamente, lo que primero empezó a sangrar fue la cara de mi hermanito. Lo llevaron por los montes donde había piedras, troncos de árboles. Caminó como dos kilómetros a puros culatazos, a puros golpes. Cuando ellos lo dejaron, ya no se veía como una persona. Toda la cara la tenía desfigurada por los golpes, de las piedras, de los troncos, de los árboles, mi hermano estaba todo deshecho. Lo sometieron a grandes torturas, golpes, para que él dijera dónde estaban los guerrilleros y dónde estaba su familia. Qué era lo que hacía con la Biblia, porque los curas son guerrilleros. Ellos acusaban inmediatamente la Biblia como un elemento subversivo y acusaban a los curas y a las monjas como guerrilleros. Mi hermano estuvo con muchos cadáveres ya muertos en el hoyo donde no aguantaba el olor de todos los muertos. Había más gentes allí, torturadas. Allí donde estuvo, él había reconocido muchos catequistas que también habían sido secuestrados en otras aldeas y que estaban en pleno sufrimiento como él estaba
.











Mi hermano estuvo más de dieciséis días en torturas. Había también una mujer. La habían violado y después de violarla, la habían tortur
ado. Inmediatamente mi madre se comunicó a través de otros medios y yo regresé a casa. Tenía mi hermano tres días de desaparecido cuando yo llegué a casa. Más que todo consolando a mi madre, porque sabíamos que los enemigos eran bastante criminales y no podíamos hacer nada, pues. Si íbamos a reclamar, inmediatamente nos secuestraban. Ella fue los primeros días pero la amenazaron y le dijeron que si llegaba por segunda vez, le tocaba lo que a su hijo le estaba tocando. Y ellos dijeron de una vez a mi madre que su hijo estaba en torturas, así es que no se preocupara.


Llegamos allí. Ya había mucha gente desde temprano. Niños, hombres, mujeres, estaban allí. Minutos después, el ejército estaba rodeando a la gente que lo estaba presenciando. Había aparatos, tanquetas, jeeps, había todas las armas. Entonces mi madre se acerca al camión para ver si reconocia a su hijo. Cada uno de los torturados tenía diferentes golpes en la cara. O sea, llevaban diferentes caras cada uno de ellos. Y mi mamá va reconociendo al hermanito, a su hijo, que allí iba entre todos. Los pusieron en fila.

Unos, casi estaban medio muertos o casi estaban en agonía y los otros se veía que sí, los sentían muy, muy bien. El caso de mi hermanito, estaba muy torturado y casi no se podía parar. Todos los torturados llevaban en común que no tenían uñas, les habían cortado partes de las plantas de los pies. Iban descalzos.Yo, no sé, cada vez que cuento esto, no puedo aguantar las lágrimas porque para mí es una realidad que no puedo olvidar y tampoco para mí es fácil contarlo. Mi madre estaba llorando. Miraba a su hijo. Mi hermanito casi no nos reconoció. O quizá... Mi madre dice que sí, que todavía le dio una sonrisa, pero yo, ya no vi eso, pues. Eran monstruos. Estaban gordos, gordos, gordos todos. Inflados estaban, todos heridos. Y yo vi, que me acerqué más de ellos, la ropa estaba tiesa. Tiesa del agua que le salía de los cuerpos.El caso de mi hermanito, estaba cortado en diferentes partes del cuerpo. Estaba rasurado de la cabeza y también cortado de la cabeza. No tenía uñas. No llevaba las plantas de los pies. Los primeros heridos echaban agua de la infección que había tenido el cuerpo. Y el caso de la compañera la mujer que por cierto yo la reconocí. Era de una aldea cercana a nosotros. Le habían rasurado sus partes. No tenía la punta de uno de sus pechos y el otro lo tenía cortado. Mostraba mordidas de dientes en diferentes partes de su cuerpo. Estaba toda mordida la compañera. No tenía orejas. Todos no llevaban parte de la lengua o tenían partida la lengua en partes. Para mí no era posible concentrarme, de ver que pasaba eso. Uno pensaba que son humanos y qué dolor habrían sentido esos cuerpos de llegar hasta un punto irreconocible. Todo el pueblo lloraba, hasta los niños. Yo me quedaba viendo a los niños.

Y decía el capitán, éste no es el último de los castigos, hay más, hay una pena que pasar todavía. Y eso hemos hecho con todos los subversivos que hemos agarrado, pues tienen que morirse a través de puros golpes. Y si eso no les enseña nada, entonces les tocará a ustedes vivir esto. Es que los indios se dejan manejar por los comunistas. Es que los indios, como nadie les ha dicho nada, por eso se van con los comunistas, dijo. Al mismo tiempo quería convencer al pueblo pero lo maltrataba en su discurso. Entonces los pusieron en orden y les echaron gasolina. Y el ejército se encargó de prenderles fuego a cada uno de ellos. Muchos pedían auxilio. Parecía que estaban medio muertos cuando estaban allí colocados, pero cuando empezaron a arder los cuerpos, empezaron a pedir auxilio. Cuando se acabó el fuego, cuando nadie sabía qué hacer, a veces daba miedo de ver los torturados quemados y a veces daba un ánimo, valor para seguir adelante. Mi madre casi se moría de tanto dolor. Abrazó a su hijo, platicó todavía con el muerto, torturado. Lo besaba y todo, quemado. Yo le decía a mi mamá: vámonos a casa. No podíamos ver... No podíamos seguir viendo a los muertos. No era tanto la cobardía de no verlos, sino que era una cólera. Era algo que no se podía soportar. Entonces, toda la gente prometió darle supultura cristiana a todos esos torturados y muertos...Fue secuestrada mi madre y desde los primeros días de su secuestro fue violada por los altos jefes militares del pueblo. Y quiero anticipar que todos los pasos de las violaciones y las torturas que le dieron a mi madre los tengo en mis manos. No quisiera aclarar muchas cosas porque implica la vida de compañeros que aún trabajan muy bien en su trabajo. Mi madre fue violada por sus secuestradores. Después, la bajaron al campamento, un campamento que se llamaba Chajup que quiere decir abajo del barranco. Después, mi madre estuvo en grandes torturas. Desde el primer día la empezaron a rasurar, a ponerle uniforme y después le decían, si eres un guerrillero, por qué no nos combates aquí. Y mi madre no decía nada. Pedían a mi madre, a través de golpes, decir dónde estábamos nosotros. Y si daba una declaración, la dejaban libre. Pero mi madre sabía muy bien que lo hacían para torturar a sus demás hijos y que no la dejarían libre. Mi madre no dio ninguna declaración. Ella defendió hasta lo último a cada uno de sus hijos. Y, al tercer día que estaba en torturas le habían cortado las orejas. Le cortaban todo su cuerpo parte por parte. Empezaron con pequeñas torturas, con pequeños golpes para llegar hasta los más grandes golpes. Las primeras torturas que recibió estaban infectadas. Desgraciadamente, le tocaron todos los dolores que a su hijo le tocaron también. La torturaban constantemente. No le dieron de comer por muchos días. Mi madre, de los dolores, con las torturas que tenía en su cuerpo, toda desfigurada, sin comer, empezó a perder el conocimiento, empezó a estar en agonía.




La dejaron mucho tiempo y estaba en agonía. Para mi era doloroso aceptar que una madre estaba en torturas y que no sabía nada de los demás de mi familia. Nadie de nosotros se presentó. Mucho menos mis hermanos. Pude tener contacto con uno de mis hermanos y él me dijo que no había que expon
er la vida. De todos modos iban a matar a mi madre como también nos iban a matar a nosotros. Esos dolores los teníamos que guardar nosotros como un testimonio de ellos y que ellos nunca se expusieron cuando también les pasaron los grandes sufrimientos. Así fue cómo tuvimos que aceptar que mi madre de todos modos tenía que morir.Claro, para nosotros, cuando supimos que mi madre estaba en plena agonía, era muy doloroso, pero después, cuando ya estaba muerta, no estábamos contentos, porque ningún ser humano se pondría contento al ver todo esto. Sin embargo, estábamos satisfechos porque sabíamos que el cuerpo de mi madre ya no tenía que sufrir más, porque ya pasó por todas las penas y era lo único que nos quedaba desear que la mataran rápidamente, que ya no estuviera viva

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Rigoberta Menchú Tum (nacida en
Uspantán, Guatemala, el 9 de enero de 1959), es una líder indígena guatemalteca y defensora de los derechos humanos, miembro del grupo Quiché-Maya. Es Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco y ganadora del Premio Nobel de la Paz y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional.
El 12 de febrero de 2007, anunció que se postularía en las
elecciones presidenciales de Guatemala del 2007. Perdió.
El 20 de diciembre, llegó a la ciudad de Campeche, en el pueblo de Tenabo, para recibir la medalla al mérito "Santiago Pacheco Cruz" gracias a su defensa de los pueblos indígenas

Vida y obra
Rigoberta Menchú nació en Uspantán, Departamento de
El Quiché. Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kótoja, dos personajes muy respetados en su comunidad. Su padre fue un activista en la defensa de las tierras y los derechos indígenas y su madre, Juana Tum Kótoja, indígena experta en los saberes de los partos (tradición indígena pasada de generación en generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos).
Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación, el racismo y la explotación a la que son sometidos cientos de miles o incluso millones de indígenas que viven en la pobreza extrema en Guatemala. Durante la violencia armada su padre, su madre, su hermano y varios miembros de su comunidad fueron asesinados por el ejército.
Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1979, fue miembro fundadora del
Comité de Unidad Campesina -CUC- y de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca -RUOG-, de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico de 1982-1983 Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia (en inglés ,I Rigoberta Menchú). El libro fue escrito por
Elizabeth Burgos a partir de las conversaciones con Rigoberta. En su libro, Rigoberta explica cómo comenzó a trabajar en una finca de café a los cinco años, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala. Recibió cierta educación católica, cosa que la vincularía más tarde a colaboraciones con la Iglesia Católica.
A uno de los niños los cuales abusó régimen militar por sus abusos sexuales a niños pequeños lo cual iva contra los derechos humanos. La
Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes. La violencia la forzó al exilio a México en 1981. Aquel mismo año, su padre fue asesinado en la embajada española en la Ciudad de Guatemala mientras participaba en la ocupación de dicha sede diplomática. En 1991 participó en la preparación de la declaración de los derechos de los pueblos indígenas por parte de las Naciones Unidas.


EL PREMIO NOBEL

Su candidatura fue sostenida por el Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue visitado por Rigoberta en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña Pro Nobel contó con la organización de Ana González (antropóloga) (hija del también antropólogo Rex González) y de Lucrecia Lomban (secretaria de la APDH Quilmes), entre otros militantes y organizaciones humanitarias.
El
Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América, y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indios.
En la
lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; también reflejó la necesidad de paz, desmilitarización y la justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres. El discurso en el acto de la aceptación del Premio se encuentra en el sitio Nobel.[1] Y también en este mismo sitio se puede dar con una breve biografía (en inglés) de la premiada.[2

En 1998, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, junto con Fatiha Boudiaf, Fatana Ishaq Gailani, Somaly Mam, Emma Bonino, Graça Machel y Olayinka Koso-Thomas por su trabajo, por separado, en defensa y dignificación de la mujer.
En 2006, participó como embajadora de "Buena Voluntad" de la
Unesco del gobierno de Óscar Berger.
Recibio El Guiness World Record De La Ganadora Más Joven Del Nobel Y El Primer Nativo Indigena En Ganarlo
Farmacéutica
En 2003, se involucró con la
industria farmacéutica mexicana como presidenta de la compañía "Salud para Todos" (subsidiaria guatemalteca de las "Farmacias Similares", llamadas ahora "Farmacias del Doctor Simi"), con la finalidad de proveer medicinas genéricas a bajos precios. Sin embargo, en 2008, su participación en este sector terminó, quedó fuera del Consejo de administración de "Salud para Todos" a partir de diferencias existentes con el dueño de la sociedad, el millonario mexicano Víctor González Torres; además de resultados competitivos bajos en el sector farmacéutico guatemalteco.

En enero de 1999, la galardonada concedió una entrevista al madrileño
diario El País en la que lanzó una defensa de las declaraciones contenidas en su libro publicado en 1984. También un artículo del New York Times se hizo eco de la defensa de Menchú.[6] Pero, en una entrevista concedida a la agencia de noticias AP el 11 de febrero de 1999, Rigoberta Menchú reconoció que posiblemente hubiera confundido en algunos casos su historia personal con la de otras víctimas de la guerra civil guatemalteca.

Aspiraciones Políticas


Después de analizar varias posibles opciones políticas, incluyendo una con la ex-guerrilla guatemalteca URNG, Rigoberta Menchú anunció su candidatura a la presidencia de Guatemala con el partido político Encuentro por Guatemala de ideología izquierdista en las elecciones generales del 9 de septiembre de 2007.
Para este proyecto se hizo necesario el pacto entre el partido político indígena creado por Rigoberta (WINAQ) y el EG, dirigido por la diputada y activista humanitaria Nineth Montenegro.
Sin embargo, la III Cumbre Indígena Mundial (marzo de 2007) decidió no apoyar las aspiraciones políticas de Rigoberta ya que los indígenas no se sentían representados por el proyecto.
En los resultados de la primera vuelta electoral, en septiembre de 2007, su partido, Encuentro por Guatemala obtuvo en los escaños para candidatos a Presidente y Vicepresidente, el 3.09% de los votos. Este resultado situó a su candidatura en séptimo lugar. Después de este evento electoral, el pacto político entre WINAQ y Encuentro por Guatemala se disolvió, siguiendo cada proyecto agendas individuales.
Su esperanza de ser la primera mujer en ocupar el cargo en su país, la primera indígena en América Latina después del mexicano Benito Juárez y el boliviano Evo Morales, y la tercera premio Nobel en ocupar la presidencia de una nación, después del costarricense Oscar Arias y del israelí Shimon Peres, no pudo ser realidad


Encuentro con Rigoberta Menchú Tum, indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz en la primera década de los '90, que nos habla de su vida, de sus recuerdos y del futuro de su tierra. Rigoberta Menchú nació en 1959 en Chimel, una pequeña aldea de las montañas del Quiché guatemalteco, un lugar
extraordinario para este gran personaje.

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