El Comando 17 de Octubre-Grupo Uturuncos, surgido de la Resistencia Peronista
y recordado como el primer grupo guerrillero de nuestra historia tuvo una
emisora clandestina, por recomendación de General Juan Domingo Peron desde el
exilio
Radio Patria Libre funcionó entre 1957 y 1959 en Tucuman
Recordamos su historia con:
-Juan Carlos Días (El Uturunco): uno de los
primeros 8 combatientes en subir al monte
-Oscar Álvarez, militante de Uturuncos (aun
vive en Tucuman y conserva partes de la Radio )
-Julio Robles “Teniente Mikey” de Uturuncos
-Roberto Baschetti,
bibliotecario, historiador, coleccionista de archivos de toda la historia del
peronismo
-Julio Carreras,
periodista, escritor, ex militante del PRT-ERP, preso político de la dictadura.
Durante la década del 90 investigó la historia del grupo Uturuncos.
Además: En 1984,
a pocos meses de recuperada la democracia, en un pueblo
de Tucumán, los Uturuncos volvieron a encontrarse, luego de casi dos décadas
sin verse. Julio Robles, grabó recuerdos de sus compañeros de armas.
De esas grabaciones de valor histórico incalculable compartimos testimonios de
*Santiago Transelino Molina “El
Mejicano” que se incorporo al grupo por haber escuchado Radio Patria
Libre.
* José Luis Rojas, “El Zupay”
(después integró Fuerzas Armadas Peronistas-FAP y fue uno de los presos de Taco
Ralo)
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Esta es la historia nunca antes contada de Radio Patria
Libre, la emisora del Comando 17 de Octubre-Grupo Uturuncos, la primera radio
clandestina de Argentina
En Argentina, el 16 de junio de 1955 aviones de la aviación
naval y la Fuerza Aérea
bombardearon la Plaza
de Mayo, y la Casa
de Gobierno Nacional, en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo era concretar
un golpe de estado contra el presidente Juan Domingo Perón. Mas de 350 civiles
muertos y 1000 heridos fue el saldo del intento que se concretaría meses más
tarde.
La masacre fue apoyada por las minorías poderosas y la
burguesía capitalista que asistía a un proceso de crecimiento y reconocimiento
de los derechos de los trabajadores, inédito en la historia del país. Perón
había sido reelecto para gobernar al país 3 años antes con el 62 por ciento de
los votos. A pesar de eso los sectores que se resistían el avance de la clase
obrera lo tildaban de tirano y lograron representación en la iglesia y los altos
mandos militares opuestos a Perón, que estaban dispuestos a cualquier cosa para
apartarlo del poder. Luego del bombardeo, el presidente llamo al pueblo y a las
organizaciones a resistir la avanzada golpista, y a responder a la violencia,
con más violencia
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Finalmente, el 16 de septiembre de ese 1955, militares al
mando de los generales Eduardo Lonardi, Eugenio Pedro Aramburu, y el almirante
Isaac Rojas, se alzaron en varias zonas del país, y ante la amenaza de
bombardear nuevamente a la población civil, Perón abandono el plan de la
resistencia popular y dejo Argentina, refugiándose en Paraguay, para no volver
al país durante 18 años.
Ese fue el momento en el cual, las agrupaciones populares y
la militancia social, gremial y estudiantil, comenzaron un largo proceso de
resistencia a las dictaduras y a los gobiernos antipopulares que intentaron
hacer padecer a la clase obrera sus ansias de sostener un sistema de beneficios
para las elites dominantes.
La primera etapa de esas luchas se conoce como la Resistencia Peronista ,
en la cual, miles de comandos se distribuían a lo largo y ancho del país,
tareas de sabotaje, atentados con explosivos, acciones de propaganda, y
cualquier tipo de operativo de desgaste a la dictadura de la autodenominada Revolución
Libertadora, que ya había sido rebautizada por el pueblo como la Revolución Fusiladora ,
por los asesinatos masivos de militantes peronistas y militares leales al
destituido presidente. En ese marco, a mediados de 1956 surgió el “Comando 17
de Octubre”, en la provincia de Tucuman, al norte de Argentina.
El Comando 17 de octubre, dirigido por Enrique Manuel Mena,
“el Gallego” un histórico dirigente del peronismo, comenzó a articular acciones
con los grupos de Buenos Aires, bajo la conducción nacional de John William
Cooke, un asesor de Perón, del ala izquierda del peronismo revolucionario, que
había sido diputado nacional, y que se encargaba por ese entonces de coordinar
la resistencia armada a la dictadura militar, recibiendo instrucciones
directamente del General Perón desde el exilio.
El comando 17 de octubre entendió rápidamente que esa forma
de lucha estaba agotada y que era necesario avanzar hacia una táctica mas
desarrollada y efectiva, por eso se constituyó en el primer ejército
guerrillero de las historia Argentina, que no tenia como objetivo la toma del
poder, sino mediante la consolidación del grupo armado, el efecto contagio y consiguiente
surgimiento de otros núcleos similares, posibilitar el regreso de Perón al
gobierno. El nombre elegido fue Uturuncos, una legendaria mitología originaria
del pueblo quechua, del hombre que se convierte en tigre para enfrentar al
enemigo.
A mediados de 1959 un grupo de 20 militantes subió a un
cerro a 80 kilómetros
de la capital Tucumana, y comenzaron a prepararse para abrir el frente de
acciones. Los primeros operativos fueron de menor envergadura, como la toma de
un puesto de control del Ferrocarril, y un comisaría, para finalizar esa etapa
con el asalto al destacamento policial de la ciudad de Frias, en la provincia
vecina de Santiago del Estero, cuando ya sumaban cerca de 50 combatientes, en
su mayoría de origen humilde.
Pero el desarrollo del grupo no fue solo en tareas
militares. La comunicación fue entendida desde el comienzo como un arma
fundamental, para explicar las acciones, para concientizar políticamente a la
población y sobre todo para captar militantes y colaboradores.
Para esas tareas utilizaron un mimeógrafo, una especie de
impresor manual para los volantes, lápices fabricados con brea y polvo de humo,
para las pintadas en las paredes y una emisora clandestina
JUAN CARLOS DIAS, es uno de los primeros 8 militantes que
subió al monte, su seudónimo de guerra fue EL Uturunco, de él tomo su nombre el
grupo. Aun vive en Tucumán, y recuerda con claridad aquellas tareas
Durante su exilio, luego de haber sido recibido por los
dictadores Stroessner en Paraguay, Somoza en Nicaragua y Trujillo en República
Dominicana, el General Peron también se asiló en la Venezuela del militar
golpista Marcos Pérez Jiménez. Desde Caracas sugirió al “Comando 17 de Octubre”
la puesta en marcha de una radio.
La idea llego al país después de un viaje a Venezuela que
hiciera el Gallego Mena (él Comandante Uturunco) para mediados de 1957 donde se
entrevistó con Perón. El viaje fue bastante complicado, ya que por la falta de
recursos, se hizo por vía terrestre. A su regreso El Gallego trajo varios
discos grabados por Perón y cartas para algunos dirigentes, además de proclamas
y consejos para el camino a seguir por los militantes. Para el Comando 17 de
Octubre, el pedido expreso del General era continuar con la lucha haciendo
funcionar una radio clandestina que arengara a la población. Para juntar los
fondos y comprar los elementos necesarios para el armado de un transmisor, los
militantes de los barrios organizaban reuniones donde Mena contaba sus
experiencias del viaje, informaba sobre lo conversado con Perón y al finalizar,
los concurrentes aportaban alguna colaboración…”
Julio Robles fue el Teniente Mikey del grupo Ututuncos, sus
recuerdos de largas conversaciones con Mena confirman la historia:
Finalmente el grupo logró hacerse de los recursos para armar
y poner en marcha el proyecto de comunicación encomendado por el ex presidente.
Así nació Radio Patria Libre!!!
El alcance de la emisora era de aproximadamente 10 cuadras a
la redonda, se sintonizaba en un lugar en el dial cercano al de LV7. El tamaño
del aparato era de aproximadamente 40 cm de largo, 30 de ancho y unos 15 centímetros de
alto. Este transmisor funcionaba alimentado por la corriente eléctrica común o
por una batería de auto. Siempre era transportada en bicicleta, por Genaro
Felipe Carbajal, uno de los responsables del grupo, ya fallecido, que a la vez
era el locutor y operador de la misma y generalmente acompañado por algún
compañero que, en otra bicicleta transportaba la batería. Los militantes
recuerdan que Las transmisiones se hacían de distintos lugares de la ciudad y
en días diferentes, siempre en la casa de algún amigo del grupo, para
dificultar al enemigo cualquier intento de rastreo
“La Radio emitía desde la ciudad
de Tucumán y estaba equipada con una antena, compuesta de un cable de cobre que
se colocaba en la terraza de la casa desde la cual se hacia la transmisión o en
algún árbol de la calle. Las transmisiones no duraban más de 15 minutos.
Comenzada la programación, se leían mensajes de Perón, y se
pasaba alguna grabación de la voz del General. Pero por sobre todo se instaba a
la población a sumarse a la lucha de la Resistencia Peronista
identificada en la segunda mitad de la década del 50 en la provincia de
Tucuman, con el Comando17 de Octubre.
La historia del grupo Uturuncos cobro notoriedad después de
aquella exitosa primera acción de envergadura en la noche de la navidad de
1959, cuando un camión cargado de combatientes ingresó y vació el destacamento
policial de una de las ciudades más importantes de la provincia de Santiago del
Estero. Sin disparar un solo tiro, el grupo se hizo de armamentos y pertrechos
útiles para continuar la lucha, y se replegó rápidamente en los montes, pero
una serie de desinteligencias en la retirada, causo a los pocos días
detenciones y enfrentamientos menores que desgastaron la moral y la capacidad
operativa de la organización, y obligaron a los dirigentes a repensar la
estrategia.
Para ese entonces, Radio Patria Libre ya había dejado de
transmitir, pero su utilización como herramienta fundamental es recordada por
los protagonistas con nostalgia y orgullo
Que la Radio
haya logrado transmisiones durante más de una año, entre 1957 y 1959, sin dudas
es una prueba de la valentía, el ingenio y el compromiso de los integrantes del
comando. Que varios de los luchadores hayan sobrevivido a esa etapa de
represión y a las que siguieron, sobre todo en la década del 70, donde el
terrorismo de estado de la dictadura genocida llego a límites impensados, es
también una evidencia de la entrega de
los militantes. Pero que parte de la radio aun exista en Tucuman, es un dato
que le agrega una cuota de inesperado romanticismo a esta historia
En algún momento durante aquel periodo, el artefacto
transmisor fue llevado a la
Capital de Argentina, en la Ciudad de Buenos Aires, a 1200 kilometros de
distancia, y a más de un día de viaje en tren, para ser revisada por un grupo
de colaboradores del Comando 17 de octubre.
Julio Robles, el teniente Mikey de los Uturuncos, era el
encargado de conectar a ambas organizaciones
La radio fue llevada
al cerro por los primeros combatientes en Octubre del año 1959, se pensaba que
con el tiempo se podría transmitir desde la montaña, pero en la accidentada
primer experiencia, con detenciones, perdida de armas, deserciones y otras
desgracias, en un traslado y sin que se probara si funcionaba o no, el
transmisor sufrió desperfectos en una caída por un pequeño barranco hacia un
arroyo y luego, al perderse un transformador, se la dio por inutilizable y fue
ocultada en un lugar que nunca más se pudo hallar…
Quedaba atrás parte de una historia que había involucrado a
mucha gente:
Aun con la pérdida del transmisor, el grupo siguió haciendo
uso del espectro radiofónico.
Julio Carreras es un periodista del norte argentino, que
durante la dictadura de la década del 70 fue militante de otra organización
revolucionaria y paso 8 años como preso político. Ya en la década del noventa
fue de los pocos interesados en reconstruir la historia de los Uturuncos. En
aquella entrevista de 1998, el ya fallecido Felix Sarravalle, comandante Puma
del grupo Uturuncos, le contaba a Julio Carreras que los colaboradores que la
organización tenia entre los trabajadores de una emisora muy importante de la
zona, sirvieron también para lograr la lectura al aire de algún comunicado.
El C17-U insistió con la necesidad de tener una herramienta
de comunicación propia, y por eso encargo a las organizaciones hermanas de
Buenos Aires, la fabricación de otro equipo completo de radio.
El comprobante más importante de que la Radio cumplió con su
objetivo es el hecho de que uno de los integrantes de la segunda etapa del
grupo Uturuncos, y dirigente en el último período, se acercó al Movimiento al
sentirse convocado por una de las emisiones
Se trata del “Comandante Hacha” alias Santiago Transelino
Molina. El Mejicano, como también le llamaban los compañeros, era tucumano y
falleció en 2008 con una bala policial alojada en la parte superior de su
pierna. Casualmente, esa bala que lo acompañó hasta el fin de su vida, ingreso
en su cuerpo en un enfrentamiento en el monte, en el día del quinto aniversario
del bombardeo a la Plaza
de Mayo, el 16 de junio de 1960.
En 1984, a
pocos meses de recuperada la democracia, luego de la más sanguinaria de las
dictaduras argentinas, en Lules, un pueblo de Tucumán, los uturuncos volvieron
a encontrarse, luego de casi dos décadas sin verse. Julio Robles, grabó
recuerdos de sus compañeros de armas y en esa oportunidad Santiago Molina se
refirió a Radio Patria Libre y al operativo más importante que realizo la
organización:
En el futuro muchas de las organizaciones político-militares
que enfrentaron a las dictaduras y gobiernos represores de las décadas del 60 y
70 tuvieron un desarrollo notable en las áreas de prensa y comunicación, y
algunas, con distinta suertes, dedicaron esfuerzos a la comunicación radial.
Esta es la historia de la primera
experiencia de una emisora política clandestina, que disparó sus sonidos contra
el proceso anti-popular: Radio Patria Libre!!!
Mas Info sobre Uturuncos en:
elortiba-Ernesto Salas
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