EN ESTA EMISION DE ATRAPADOS EN LIBERTAD RESCATAMOS LA LUCHA DEL PERRO SANTILLAN Y EL MOVIMIENTO TUPAC KATARI DE JUJUY Q LE GANO ALGUNOS GALPONES AL FERROCARRIL PARA REALIZAR ACTIVIDADES SOCIALES Y PARTICIPATIVAS ABIERTAS A LA COMUNIDAD...
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(PERRO SANTILLÁN Y EL MOVIMIENTO TUPAC KATARI - CHE SUDAKA - MANU CHAO - NEGRO FONTOVA - OSVALDO BAYER - SANTA REVUELTA - JAIME TORRES - KARAMELO SANTO - LA YUGULAR REGGAE - LAS MANOS DE FILIPPI - DJ KARIM - INTI HUAYRA - RADIO ROOTS - RALY BARRIONUEVO - HUMAHUACA TRIO - ASUNCIÓN DE EVO MORALES,,,)
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Un 15 de Noviembre de 1781 Peñas – Bolivia vibraba: “Volveré y seré millones”, había profetizado el luchador aymara Tupac Katari antes de que los colonizadores lo apresaran, lo torturaran y lo descuartizaran...
A una distancia de 1300 kilómetros y más de 200 años, exactamente en la Estación de Trenes de Jujuy-Argentina-Babylon, han pasado varias cosas además de vagones y locomotoras. Por esos rieles, durante largas décadas se había amalgamado geográficamente un pedazo de país.
Pero el futuro llegó como vos no lo esperabas, y a principios de los años ’90 llegó el turno de despedir al último trende la historia del lugar. El sistema ferroviario se había privatizado y los Galpones en donde trabajaban cientos de personas iban a devenir en la sordidez de un cementerio de trenes. Obra y gracia del progreso y de la disciplinada aplicación de su manual neoliberal.
Aunque también han pasado otras cosas. Hoy no se escuchará el traqueteo de los convoyes, pero las palabras de Tupac Katari resuenan, rebotan y se redisparan, casi un millón de veces. Cada vez más fuerte, aunque haya tanto por hacer. 
La Estación ahora se desplaza al son de un movimiento social y cultural que se propuso recuperar ese espacio y desarrollar allí talleres gratuitos de educación popular (desde apoyo escolar hasta clases de Quechua), un comedor para cientos de jóvenes, debates informales, muestras fotográficas, actividades deportivas, festivales de música (Manu Chao, Fontova, Che Sudaka, La Yugular, DJ Karim, Jaime Torres, Inti Huayra, Radio Roots) y proyecciones de documentales, entre tantas otras movidas.
Pero, ¿Quién manda allí? Todo se resuelve mediante asamblea, una voz un voto, método piquetero.
¿Desde cuándo están allí? La toma de los Galpones adyacentes a la Vieja Estación fue exactamente un 7 de febrero del 2006, y no por casualidad sucedió pocas semanas más tarde de la asunción de Evo Morales como presidente de Bolivia. Para ese acontecimiento habían viajado desde Jujuy un conjunto de grupos sociales entre las cuales estaban representantes de los pueblos originarios, los familiares de desaparecidos de la dictadura militar, la agrupación barrial Avelino Bazán y la Comisión de Derechos Humanos de Jujuy, entre otros. La bocanada de aire fresco que corría por aires bolivianos fue absorbida por todos ellos y emanada bajo la forma de la toma de los Galpones de la Vieja Estación y con la consolidación del Movimiento llamado Tupac Katari.
Pero… ¿Quién es el líder? El movimiento tiene un referente y su nombre es Carlos Santillán. Es ese Perro, el Santillán, quien desde su juventud y durante toda su vidase identificó con Mao Tse Tung y el Che Guevara: “Sólo los grandes tienen esa consecuencia a ultranza sin desviarse ni un poquito de la raya”, considera mientras resplandecen destellos.
¿Y qué hizo? Ese mismo Perro, el Santillán es el que sobrevivió a la dictadura militar porque soportaron las torturas sin abrir la boca. Es ese Perro que durante toda la década pasada se dedicó a meterle “a este sistema el dedito en el culito” (Manos de Filippi - Sr. Cobranza, dixit). El mismo que como sindicalista del SEOM luchaba en los cortes de rutas, en verdaderas puebladas que llegaron a obligar a renunciar a gobernadores de la provincia. Es ese Perro al que la mayoría de los políticos lo han tildado de violento y antidemocrático, como si las causas y las consecuencias fueran exactamente lo mismo… “Violentos le dicen a las madres de pecho flaco cuando salen a una ruta a pedir trabajo o una bolsa de mercadería. Violentos le dicen a los que salen patapila a una ruta, y sin armas se enfrentan con el pecho desnudo y una piedra a los que vienen con cascos y con armas largas. Ahí se chocan distintos tipos de derechos: el de comer y a la vida, con el de transitar y de la propiedad privada, el Estado siempre defendió a estos dos últimos…”, razona Santillán.
¿Y ahora? Ese Perro a partir del nuevo milenio comenzó a trabajar en Derechos Humanos y es el mismo que actualmente confiesa: “Si invaden Bolivia o Venezuela como buen revolucionario que soy voy a tener que ir a dejar los huesos allá. Porque Bolivia y Venezuela son las esperanzas de los empobrecidos de todo Latinoamérica.
Hace más de un año, antes de que se recuperen los Galpones, decía: “Hay que empezar a generar en los barrios organizaciones de los jóvenes a dónde se vaya ampliando la situación del debate, buscando nuevas formas de organización que no tienen por qué ser las tradicionales. Que participe la mayoría de esas determinaciones, que no decida un solo tipo. Este es el tiempo histórico que a nosotros nos toca enfrentar”.
Hoy ese lugar existe y no para de crecer. A veces en Los Galpones lo urgente parece más importante que lo importante y muchas veces es así. Allí está todo por hacerse, con todo lo bueno y lo malo que ello implica… Mientras tanto se defiende el espacio, se trabaja, se debate y hasta queda algo de tiempo para soñar.
Hoy el Perro sigue poniendo su voz en el megáfono para sintetizar el sentimiento de muchos: “En nuestro amor de lucha de todos los días sentimos que existimos, que crecemos, que nos multiplicamos, que nos combaten, que combatimos y que estamos luchando. Y eso es lo importante”. 
Tal vez existan nuevas vías... Tal vez estén construyéndose en este preciso instante... Tal vez de allí salgan varios vagones repletos de ilusiones y tal vez lleguen hasta la puerta de tu casa... Tal vez hayamos llegado a la Estación Esperanza…
La lluvia que irriga a los centros de poder imperialista ahoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes – dominantes hacia adentro, dominadas desde afuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga (..) Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos, otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra la historia del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra y los alimentos se convierten en veneno.Eduardo Galeano - Las Venas Abiertas De América
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(gracias mingo,zuka,jimmy!!!!!)
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