martes, 16 de febrero de 2010

VICTOR JARA


Victor Jara, asesinado por la dictadura chilena, Benjo Cruz, caido durante su participacion en la guerrilla boliviana de Teponte, Jorge Serrano, uruguayo fusilado cuando la toma de Pando, son simbolos vivos de la imposibilidad del enemigo imperialista por acallar la voz colectiva de nuestros pueblos latinoamericanos. "Hay musicos que solo aman su musica" -dijo una vez la compañera Haydee Santamaria y agrego lo que es cierto para Victor, Jorge y Benjo-: "y musicos que aman al pueblo". A este grupo de voces pertenece Victor Jara, a quien conoci, con quien cante, con quien sostuve dialogos y discusiones desde el punto de canto de cada uno, unidos en el objeto comun de buscar otra humanidad.
DANIEL VIGLIETTI

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Exhumado cuerpo de Víctor Jara

Efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) y del Servicio Médico Legal chilenos iniciaron este jueves la exhumación del cuerpo del cantautor Víctor Jara, -asesinado el 15 de septiembre de 1973 días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet-, en el Cementerio General en Santiago, donde llegó el juez Juan Fuentes Belmar, encargado de investigar el crimen del artista.

La exhumación de Jara, ordenada por Fuentes Belmar, se considera una diligencia clave para contrastar la declaración del único procesado de la causa, el ex conscripto José Adolfo Paredes, que se encuentra recluido en prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad de la capital chilena, donde estaba detenido e incomunicado desde el 22 de mayo junto a otro ex militar por orden del juez a cargo del caso, Eduardo Fuentes.En principio, Paredes -de 54 años-, confesó ser uno de los soldados que dispararon en repetidas ocasiones contra el autor de "Te recuerdo Amanda".

ANGEL PARRA DESPIDE A VICTOR


Sin embargo, más adelante se retractó y se declaró inocente, además de ratificar que Jara fue asesinado por el subteniente Pedro Barrientos de un disparo en la sien, que lo dejó al borde de la muerte, luego de lo cual el subteniente le ordenó al pelotón que vaciaran sus cargadores en el cuerpo del cantante progresista.

Justifica su primera declaración -ahora errada- porque estaba "sicoseado (perturbado) y no aguantaba más", interpuso el detenido, al tiempo que juró "por mi hija, que está muerta, que nunca estuve en el Estadio Chile. Sí conocía los camarines, porque antes del 11 de septiembre fui a un campeonato de boxeo del Ejército y eso les describí a los policías".El primer disparo -según Paredes- que recibió Jara de manos del subteniente Barrientos, fue una orden del teniente Nelson Edgardo Haase Mazzei, apodado "El Príncipe", que estaba al mando de un contingente de Regimiento de Ingenieros Tejas Verdes, con asiento en San Antonio, región de Valparaíso (este), y que participó en el acribillamiento de Jara.


Emocionante salida de feretro de Víctor Jara desde la Fundación Víctor Jara



Frente a un gran silencio del público asistente al funeral de Víctor Jara, sus hijas Manuela y Amanda, junto a quien fuera su compañera, Joan Turner, realizan un emocionante discurso recordando los dolorosos momentos vividos después del 11 de Septiembre de 1973 y todos los acontecimientos para llegar a este "extraño funeral" 36 años después de su muerte.
En verdad Víctor Jara no ha muerto, el pueblo de Chile ha sabido mantener su memoria y su legado.
Santiago de Chile, 5 de Diciembre de 2009.-


TOMADO DE VICTOR JARA VIVE.TV

La nueva versión del ex conscripto difiere de lo establecido por el Servicio Médico Legal, que determinó que Jara fue torturado y recibió 44 disparos en todo el cuerpo.

Víctor Jara, asesinado el 15 de septiembre de 1973, fue un artista identificado con tendencias políticas progresistas, lo que le valió su condición de perseguido por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Al camposanto acudió también la viuda del artista, Joan Turner, en compañía de las hijas que tuvo con el cantautor, quien recibió la nacionalidad chilena este miércoles de manos de la presidenta Michelle Bachelet, en un acto en el palacio de La Moneda.Durante la ceremonia, donde resonó la voz del difunto cantautor, Turner declaró que el país suramericano "me ha dado lo más hermoso y lo más horrendo de mi vida: me ha dado el amor y el odio ajeno".


MICHELLE BACHELLETE DESPIDE A VICTOR



"Chile me ha dado lo más hermoso y lo más horrendo de mi vida: me ha dado el amor y el odio ajeno, me ha dado la felicidad de una familia, de ser parte de un gran movimiento social y cultural, y la experiencia de una tragedia colectiva", dijo con voz entrecortada la bailarina.

Turner, nacida en 1922 en Gran Bretaña, adquirió la ciudadanía chilena 35 años después de la muerte de Víctor Jara, torturado y asesinado cinco días después del golpe de Estado
de Augusto Pinochet.Cantautor de canciones como "Te recuerdo Amanda", "Plegaria del labrador" y "El derecho de vivir en paz", Víctor Jara fue detenido un día después que las fuerzas golpistas de Pinochet asaltaron la Universidad Técnica Metropolitana, donde se desempeñaba como profesor.

Luego de sufrir indescriptibles torturas por parte de las represivas fuerzas militares en el Estadio de Chile, que hoy día lleva su nombre, y que en esa época fue convertido en centro de prisioneros, Jara fue acribillado y su cuerpo arrojado cerca de un cementerio de Santiago.Jara es una de las más de 3 mil víctimas, entre muertos y desaparecidos, que dejó la dictadura de Pinochet, que llegó al poder luego de dar un golpe de Estado que derrocó al fallecido presidente socialista Salvador Allende.

Víctor Lidio Jara Martínez (San Ignacio, 28 de septiembre de 1932 - Santiago, 16 de septiembre de 1973) fue un músico, cantautor y director de teatro chileno.

Procedente de una familia campesina de Ñuble, se convirtió en un referente internacional de la canción reivindicativa y de cantautor. Fue torturado y asesinado en el antiguo Estadio Chile (que después fue denominado Estadio Víctor Jara) por fuerzas represivas de la dictadura de Augusto Pinochet, poco después del golpe militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

Biografía-Infancia

Víctor Jara nació el 28 de septiembre de 1932; hijo de padres campesinos, originarios de la pequeña localidad de Quiriquina, perteneciente por entonces al Departamento de Bulnes, actualmente San Ignacio, y caracterizada por un arraigado folclore. Su padre, Manuel Jara, se dedicaba a las tareas del campo, y su madre, Amanda (originaria del sur de Chile), además de dedicarse a las labores domésticas, tocaba la guitarra y cantaba. Tenía, además, cuatro hermanos: María, Georgina ("Coca"), Eduardo ("Lalo") y Roberto, el menor.

Obligado por las necesidades familiares, Víctor se vio obligado desde niño a ayudar a la familia en los trabajos del campo. Influido por su madre, tomó también contacto a temprana edad con la música, además de asistir al colegio.

Juventud

La familia se trasladó a la población de Los Nogales, donde coincidieron con Julio y Humberto Morgado, compañeros de Víctor en la escuela primaria. La familia Morgado proporcionó a Víctor, que abandonó sus estudios, un trabajo en una fábrica de muebles, ayudando al padre de sus compañeros en su trabajo de transportista. Cuando contaba 15 años, falleció su madre, lo que significó la disolución del núcleo familiar.

Por consejo de un sacerdote, ingresó en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor, en San Bernardo. Víctor recordó así su decisión:

Para mí fue una decisión muy importante ingresar en el seminario. Al pensarlo ahora, desde una perspectiva más dura, creo que lo hice por razones íntimas y emocionales, por la soledad y la desaparición de un mundo que hasta entonces había sido sólido y perdurable, simbolizado por un hogar y el amor de mi madre. Yo ya estaba relacionado con la Iglesia, y en aquel momento busqué refugio en ella. Entonces pensaba que ese refugio me guiaría hacia otros valores y me ayudaría a encontrar un amor diferente y más profundo que quizá compensaría la ausencia de amor humano. Creía que hallaría ese amor en la religión, dedicándome al sacerdocio.



Dos años después de su ingreso, abandonó el seminario al comprobar su falta de vocación, tras haber practicado allí el canto gregoriano y la interpretación de la liturgia. Tras dejar el seminario, prestó el servicio militar.

Comienzos artísticos

A los 21 años, después de cumplir el servicio militar, ingresó en el coro de la Universidad de Chile, participando en el montaje de Carmina Burana, comenzando así su trabajo de investigación y recopilación folclórica. Con 24 años se unió a una compañía teatral, la "Compañía de Mimos de Noisvander", e inició los estudios de actuación y dirección en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. A modo de anécdota, como no tenía dónde dormir, pernoctaba en inmediaciones de la escuela, muestra del sacrificio que para él significó dedicar su vida al arte.

En 1957 entró a formar parte del grupo de cantos y danzas folclóricas Cuncumén y conoció a Violeta Parra, quien lo animó a continuar su carrera musical.

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Con 27 años, en 1959 dirigió su primera obra de teatro: Parecido a la felicidad, de Alejandro Sieveking, haciendo giras por varios países latinoamericanos. Como solista del grupo folclórico grabó su primer disco, un sencillo que contenía dos villancicos chilenos. Al año siguiente participó como asistente de dirección en el montaje de La viuda de Apablaza, de Germán Luco Cruchaga, cuyo director era Pedro de la Barra, y dirigió la obra La mandrágora, de Machiavello. En 1961, y como director artístico del grupo Cuncumén viajó por Holanda, Francia, Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia, Rumania y Bulgaria.

En 1961 compuso su primera canción, Paloma quiero contarte y continuó trabajando como asistente de dirección en el montaje de La madre de los conejos, de Alejandro Sieveking. Al año siguiente, 1962, dirigiría para el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile (Ituch) la obra Ánimas de día claro, también de Sieveking.

Grabó con el grupo Cuncumén el LP Folclore chileno, con dos canciones propias: Paloma quiero contarte y La canción del minero, en la época en que comenzó a desempeñar la función de director en la Academia de Folclore de la Casa de la Cultura de Ñuñoa, labor que desempeñaría hasta 1968. Desde esa misma época, y hasta 1970, formó parte del equipo estable de directores del Ituch, además de trabajar, entre 1964 y 1967, como profesor de actuación en la universidad.

También llevó a cabo, bien como asistente de dirección o como director, varios montajes, entre ellos uno para la televisión (para el canal de televisión de la Universidad de Chile), realizando además una gira por Argentina, Uruguay y Paraguay con la obra Ánimas de día claro, de Alejandro Sieveking. En 1963 fue asistente de dirección de Atahualpa del Cioppo en el montaje de El círculo de tiza, de Bertolt Brecht, para el Ituch.

Compaginó su actividad teatral con la composición musical, y en 1965 dirigió la obra La remolienda, de Sieveking, así como el montaje de La maña, de Ann Jellicoe, por las que recibe el premio Laurel de Oro como mejor director y el Premio de la Crítica del Círculo de Periodistas a la mejor dirección por La Maña.

CANTAUTOR

Ejerció como director artístico para el grupo Quilapayún entre los años 1966 y 1969, y hasta 1970 actuó como solista en la "Peña de los Parra". Sin abandonar el teatro, en 1966 grabó su primer LP como solista, Víctor Jara, editado por Arena.

Con Emi-Odeón grabaría el año siguiente Canciones folclóricas de América, junto a Quilapayún.

En 1969 llevó a cabo el montaje de Antígonas, de Sófocles, para la Compañía de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Con la canción Plegaria a un labrador ganó el primer premio en el primer festival de la Nueva Canción Chilena, y viajó a Helsinki para participar en un acto mundial en protesta por la Guerra de Vietnam, además de Pongo en tus manos abiertas. A este álbum pertenece el tema Preguntas por Puerto Montt, inspirado en la Masacre de Pampa Irigoin (Puerto Montt), en la que murieron 11 personas, bajo la represión policial del gobierno de Eduardo Frei Montalva. En esa canción critica duramente al ministro de Interior Edmundo Pérez Zújovic, luego asesinado delante de su hija (el 8 de junio de 1971) por el grupo Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP):

"Usted debe responder, señor Pérez Zújovic, porqué al pueblo indefenso, contestaron con fusil. Señor Pérez su conciencia la enterró en un ataúd y no limpiará sus manos toda la lluvia del sur."

En 1970 participó en Berlín en la Conversación Internacional de Teatro y en Buenos Aires en el I Congreso de Teatro Latinoamericano. En esa época participa en la campaña electoral de Unidad Popular y saca el disco Canto libre.

Es nombrado Embajador Cultural del Gobierno de la Unidad Popular, y en 1971 compone la música, junto con Celso Garrido Lecca, al ballet Los siete estados, de Patricio Bunster, para el Ballet Nacional de Chile. Junto a Isabel Parra e Inti-Illimani entra en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado. Con la discográfica Dicap edita el disco El derecho de vivir en paz, que le vale el premio Laurel de Oro a la mejor composición del año.

Trabaja como compositor de música para continuidad en la Televisión Nacional de Chile de 19721973, e investiga y recopila testimonios en Herminda de la Victoria, en los cuales basaría su disco La población. También viaja a la URSS y a Cuba, y dirige el homenaje a Pablo Neruda por la obtención del Premio Nobel. aLos campesinos de Ránquil lo invitan a la realización de una obra musical sobre el lugar, y dentro de su compromiso social toma parte en los trabajos voluntarios para impedir la paralización del país causada por la huelga de camioneros.

Ese mismo compromiso lo llevará en 1973 a realizar diferentes actos, participando en la campaña electoral para las elecciones al parlamento a favor de los candidatos de la Unidad Popular y, respondiendo a un llamado de Pablo Neruda, participa dirigiendo y cantando en un ciclo de programas de televisión contra la guerra y el fascismo. Trabaja en varios discos que no podrá grabar, y realiza la grabación de Canto por travesura

Tortura y asesinato

El Golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de ese año, lo sorprende en la Universidad Técnica del Estado, y es detenido junto a profesores y alumnos. Lo llevan al Estadio Chile (actualmente "estadio Víctor Jara", lugar en el que hay una placa en su honor con su último poema) , donde permanece detenido varios días. Según numerosos testimonios, lo torturan durante horas, le golpean las manos hasta rompérselas con la culata de un revólver y finalmente lo acribillan el día 16 de septiembre. El cuerpo es encontrado el día 19 del mismo mes.

Fue un destacado militante del Partido Comunista de Chile, siendo miembro del Comité Central de las Juventudes Comunistas de Chile hasta el momento de su asesinato. Estando preso escribió su último poema y testimonio: Somos cinco mil.

Somos cinco mil

en esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil
¿Cuántos seremos en total
en las ciudades y en todo el país?
Solo aquí
diez mil manos siembran
y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,

presión moral, terror y locura!
RECONOCIMIENTO DEL ASESINATO

En 1990 la Comisión de Verdad y Reconciliación determinó que Víctor Jara fue acribillado con 44 disparos el 16 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile y que fue arrojado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano, ubicado a orillas de la Carretera 5 Sur. Luego fue llevado al depósito de cadáveres, donde le asignaron las siglas "NN", y donde más tarde sería identificado por su esposa, la coreógrafa inglesa Joan Turner. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio General de Santiago de Chile.

Como homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre del 2003 se puso su nombre al hasta entonces denominado Estadio Chile.

El 29 de mayo de 2009, la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile ratificó el encarcelamiento del ex soldado del ejército José Paredes Márquez, quien fue acusado del asesinato del cantante. En el momento de la ejecución, Paredes Márquez era un recluta del ejército chileno que tenía 18 años.[8] Éste declaró que cuando le tirotearon, Víctor Jara ya había fallecido, debido a un disparo en la cabeza efectuado por un oficial de ejército, por lo que el juez encargado del caso ordenó la exhumación de sus restos, con el fin de practicarle una segunda autopsia.

En junio de 2009 se exhumaron por orden judicial los restos mortales de Víctor Jara para la realización de un estudio que determinara las causas precisas de la muerte. El 27 de noviembre de ese mismo año la Fundación Víctor Jara hizo público el resultado del estudio. Según el mismo, efectuado por el Servicio Médico Legal (SML) de Chile y ratificado por el Instituto Genético de Innsbruck, el artista murió a consecuencia de "múltiples fracturas por heridas de bala que provocaron un shock hemorrágico en un contexto de tipo homicida" y que fue golpeado y torturado durante su paso por el Estadio Chile, donde estuvo detenido. Se destaca que se han encontrado más de 30 lesiones óseas producto de fracturas provocadas por heridas de proyectil y otras provocadas por objetos contundentes, diferentes a las heridas de bala

ESTUDIO JUDICIAL DEL ASESINATO
Bajo la autoridad del juez Juan Eduardo Fuentes Belmar, en 2007 se realizó una investigación sobre el asesinato de Víctor Jara destinada a buscar responsabilidades por el mismo. Se acusó de los hechos a José Paredes, autor confeso de algunos de los disparos (aunque después se retractó), y al coronel retirado Mario Manríquez, que era el responsable del centro de detención, quedando fuera del procesamiento como responsable de la orden del asesinato, señalado por los familiares de Víctor Jara, así como por organizaciones defensoras de los derechos humanos. También fue señalado, por compañeros de cautiverio del músico, el ex coronel Edwin Dimter Bianchi, conocido como "El Príncipe"

INFO SOBRE HOMENAJES Y VERSIONES DE OBRAS DE VICTOR JARA EN WIKIPEDIA

ALGUNOS DICOS (CLICK EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR)
















































ANTOLOGIA VOL 1
ANTOLOGIA VOL 2










Entrevista para el programa "América canta así", con motivo del recital que Víctor Jara ofrecería en Lima ese mismo día organizado por el Instituto de Cultura Peruano.
Lima, 30 de Junio de 1973 (dos meses y medio antes de su asesinato).




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