domingo, 4 de octubre de 2009

JORGE PRELORAN

Jorge Ricardo Preloran (n. Buenos Aires, Argentina, 28 de mayo de 1933 - Culver City, Estados Unidos de América, 28 de marzo de 2009), actor y director es uno de los principales referentes del cine etnográfico argentino.

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Sus obras documentan las llamadas “culturas moribundas”, denunciando el proceso de transculturación producido en las zonas rurales argentinas. La influencia de los nuevos elementos introducidos por la tecnología, (radio, bicicleta, automóvil) y la capacidad de adaptación del hombre, para controlar el ambiente donde vive.

Sus películas documentales se refieren a los seres humanos y sus actividades, y funcionan a manera de testimonios de la multiplicidad de culturas existentes en el mundo.

Sus personajes siempre pertenecen a zonas rurales marginales con poco acceso a los medios de comunicación.

Preloran define su cine como "Geografía Humana", con sus películas intenta demostrar que los deseos y aspiraciones del ser humano son básicamente iguales en cualquier lugar de la tierra, esa semejanza es tan fuerte que las diferencias materiales se acaban tornando superficiales y poco importantes.

Preloran se propuso reducir las distancias y el racismo a través del conocimiento profundo de otros pueblos. Se opone a los documentales etnográficos que enfocan solamente lo exótico y lo extraño de otras culturas.

De temperamento humilde, libre de prejuicios metropolitanos de superioridad y de todo afán de prestigio personal. Sus películas fueron producidas con mucho esfuerzo y escasos recursos, pese al reconocimiento que últimamente ha tenido su tarea.




Adiós a Jorge Prelorán, principal referente del cine etnográfico argentino

Prelorán definía a su cine como “geografía humana”, y fue reconocido por evidenciar los procesos de transculturación en ciudades marginadas. Su producción comprende 26 cortometrajes, un largometraje y 29 series didácticas. Entre sus títulos más conocidos se encuentra “Hermógenes Cayo”.

Prelorán se definía como “un cineasta y no un antropólogo”. “No me interesa ser totalmente puro. Lo que me interesa es llegar a un público masivo, que entienda la película no como un hecho científico sino como una situación dramática. Entonces, las reglas del dramaticismo tienen que seguir ciertas curvas, y llegar a un clímax. Y todo eso tiene que ser muy claro”, explicaba.

Tras dejar la carrera de arquitectura, en 1955 viajó a los Estados Unidos y comenzó a estudiar cine en la Universidad de California. Trabajó como cartógrafo para ganarse la vida y poder seguir estudiando. Contratado por la Fundación Tinker regresó al país y filmó “El gaucho argentino”, “El gaucho en las pampas”, “El gaucho salteño” y “El jinete correntino”.

Entre los años 62 y 63 llega hasta las sabanas colombianas y realizó “El llanero colombiano”. Incursionó en algunas producciones televisivas para Canal 9 de Buenos Aires.

Por iniciativa del rector Eugenio Flavio Virla fue contratado en 1963 por la Universidad Nacional de Tucumán, como asesor de audiovisuales del Rectorado. Produjo 26 cortometrajes, un largometraje y 29 series didácticas. Se vinculó con Raúl Cortázar y realizó para el Fondo Nacional de las Artes el famoso “Relevamiento cinematográfico de expresiones folclóricas argentinas”, recorriendo 250.000 kilómetros del país, filmando 22 materiales unitarios sobre expresiones regionales.

Entre 1965-66 hizo “Máximo Rojas”, “Monturero criollo”, “Trapiches caseros, “Feria de Simoca” y “Purmamarca”. En 1967 filmó “Casabindo” y “El Tinkunako”. Del 67 al 68 produjo “Un tejedor de Tilcara”, “Iruya”, “Artesanías santiagueñas” y “Medardo Pantoja”. La convivencia con el carismático Hermógenes Cayo en el altiplano jujeño hizo surgir el largometraje que fue su producción más destacada. Según encuestas de críticos cinematográficos, el film se sitúa entre las 10 mejores películas de la historia del cine nacional.

Jorge Ricardo Prelorán, que había nacido en Buenos Aires el 28 de mayo de 1933, padecía cáncer y vivía en los Estados Unidos desde 1976, cuando marchó al exilio a raíz del golpe militar. Falleció a los 75 años el viernes 27 de marzo en su casa de Los Angeles.

He aquí uno de los más significativos realizadores del cine documental cuya obra contiene, patente y latente, esa militancia revolucionaria y necesaria de las imágenes que se producen al fragor de las luchas sociales. He aquí pensamiento e Imagen que reflejan algunos caminos a seguir en la dialéctica del ascenso humano. Obra incómoda -para muchos- que palpita en las pupilas sus signos de razonamiento vertiginoso y sin vuelta atrás. He aquí la obra documental del “Negro” Ríos.

Se trata de un luchador de la imagen, incansable y agudo, conductor de una obra política e intelectual que se hace cine documental a fuerza de beligerancia revolucionaria. Obra que imprime su poesía al recorrido cinematográfico de la praxis transformadora del mundo. Acción de filmar con ojos de cine en llamas. Obra de hipótesis y acción directa para impulsar, también, al cine documental naciente. Obra crítica para combatir de manera revolucionaria, hacia adentro y hacia afuera, desde el género documental y hasta las luchas sociales. Obra con el puño bien alto para mantenerse firme. Obra urgente y trabajo colectivo. ¡Hay que verlo!

Humberto Ríos aporta cierta manera de hacer visibles los afluentes más íntimos de la lucha simbólica de los pueblos. Su producción surge en las claves del documentalismo militante que busca tácticas y estrategias de significación en cuanta acción directa construye la semiótica rebelde de las masas. Obra que hace sentido, que lo desarrolla, en el seno del sentido siempre transicional del relato documental. Obra con identidad política de un director nutrido con los imaginarios populares para la intervención nada “inocente”. Obra de la realidad y de la subjetividad, protagonista y cronista, que confía en la lucha y que no queda atrapada en el simplismo de los “hechos registrados” como si estos fuesen equivalentes y entelequia de cierta “objetividad” inexistente hasta el hartazgo. Obra de “reflejo” cuya unidad deriva, no de recursos efectistas, sino de la unidad (no la uniformidad) en la lucha que se enraíza desde el debate capital-trabajo. Uno de sus calibres mayores.








Biografía

Jorge Ricardo Prelorán nació en Buenos Aires, Argentina, el 28 de mayo de 1933. Desarrolló estudios secundarios en el Colegio Martín y Omar, en San Isidro, provincia de Buenos Aires; siguió luego la carrera de Arquitectura, en la Universidad Nacional de Buenos Aires (1952-1954) y en la Universidad de Berkeley, California (1955). Estudió Teatro en la UCLA (1959 – 1960) en donde egresó con el título de Bachelor of Arts in Motion Pictures. También estudió Piano durante siete años, y Cine en el Instituto de Arte Cinematográfico de Buenos Aires (1953 – 1954).

En los últimos cuarenta años se ha dedicado fundamentalmente a la filmación de documentales en la mayoría de los países de América latina y en los Estados Unidos de América. Se lo considera un pionero en la creación de documentos fílmicos conocidos como “etnobiografías”. Sus films enfocan la vida de indígenas y campesinos, a través de los cuales se describe la comunidad en la que habitan. Ha realizado una gran labor docente, en la Universidad de Tucumán y en la Universidad de California (UCLA). Su vasta filmografía, que incluye obras de ficción, fue analizada por prestigiosos especialistas y sus propios artículos fueron publicados en revistas y libros especializados. Juan José Rossi compiló el libro El cine documental etnobiográfico de Jorge Prelorán, publicado en Buenos Aires en septiembre de 1987.

Los trabajos de investigación y la obra de Prelorán han merecido el patrocinio de instituciones como el Fondo Nacional de las Artes argentino, Televisión Española, el Consejo de Humanidades de California y las fundaciones estadounidenses Guggenheim y Fullbright. Sus films recibieron numerosos premios, y entre las distinciones personales que recibió figuran el premio Konex y el Gran Premio Anual del Fondo Nacional de las Artes, así como el reconocimiento de las Universidades de Harvard (California), la Guggenheim Foundation y una postulación al Oscar de la Academia por Luther Metke at 94 (1980)

Su filmografía suma setenta títulos entre cortos, medios y largometrajes realizados mayormente en el formato 16mm.


Homenaje | Jorge Prelorán

Una mirada humanista

Por Stella Maris Floris

-¿Por qué le interesó hacer un cine social?

- No creo que sea social, creo que es más bien humanista. Trato de enfocarme en una persona que me pueda llevar por toda la historia. Ese estilo es el que más me gusta., pero no por una cuestión social, sino para entender a personas que viven en situaciones totalmente diferentes a las mías. Aprovechar la posibilidad que da el cine, que directamente te hablen a vos, al público, sin mi intervención.

-¿Cuáles fueron las razones básicas para hacer cine?

- Hay dos: una, me parece que nosotros nos movemos con estereotipos. Decimos: los franceses son así, así y así; tres palabras y ya son un estereotipo. Y cuando vas a Francia, te das cuenta de que esas tres palabras no sirven para nada. El conocer mejor a la gente hace que ese estereotipo sea eliminado: ya son personas. Una película de una hora es lo mínimo necesario para entender en profundidad a alguien en su complejidad, y que percibamos en el centro de nuestro ser que es igual a nosotros. Esta razón se podría calificar como antirracista, porque el racismo viene de una falta de educación; el no saber hace que uno diga: esa gente es distinta a mí y no la quiero.

La otra razón es: ¿qué pasaría si vos entendieras lo que es ser humano, pertenecer a la humanidad? Lo que necesitás es una montonera de películas de una hora de los lugares más diversos, para entender que ser humano primero y ante todo, es sobrevivir. Quiere decir, cómo Hermógenes Cayo sobrevivió en su lugar, en su ambiente, con su tradición coya, su historia. Es fascinante saber cómo cada uno ha logrado encontrar el lugar que le corresponde sobre la Tierra.

- Filmar le permitió viajar mucho. ¿Por dónde anduvo?

- Más que nada por Latinoamérica. Empecé por Argentina, muchos años recorriéndola desde el norte hasta el sur, sin cruzar casi las fronteras. Hace treinta años que vivo en Estados Unidos, e hice películas para la Universidad de California en Venezuela, en Ecuador, en otras realidades latinoamericanas.


MEMORIA Y OMISIONES-JORGE PRELORAN// por Graciela Taquini

Referente del cine etnográfico argentino, sus películas documentan las “culturas moribundas”. Consciente de que su obra tenía el fin de educar, denunció el proceso de transculturación que tuvo lugar en las zonas rurales argentinas. Definió su cine como “Geografía humana”, “documentos humanos”. Redujo las distancias de un país vasto y disgregado, y se opuso a los documentales que sólo enfocan las diferentes culturas como algo exótico y extraño.

Sus películas reflejan la identidad humana desde sus más profundas pasiones y deseos, la igualdad del hombre, más allá de sus circunstancias.
Supo que el principal camino para obviar la segregación es el conocimiento profundo de los pueblos.

"Yo siempre fui un documentalista de la realidad. Yo escucho, nada más. El secreto es ser invisible, llegar a tener tal confianza con los protagonistas, que la cámara no está. Y captar la realidad de una forma tan prístina que parecería que estuviera frente a la cámara sin que hubiera nadie", dijo durante una entrevista en 2006.

Su obra comprende un largometraje, 26 cortos y 29 series didácticas. En sus películas es el protagonista el que habla y cuenta su historia, son historias unipersonales, en las que el nombre del protagonista, generalmente, titula al film. Filmadas durante varios años, son estudios profundos del hombre, su entorno y su realidad.

Fue nominado al Oscar de la Academia en la categoría documental por su cortometraje Luther Metke at 94’ (1980). También recibió el premio Konex y el Gran Premio Anual del Fondo Nacional de las Artes.



El Festival le rindió homenaje en 2005, en su 20º edición, y le otorgó el Astor de Oro a la trayectoria. Ese año se proyectaron nueve de sus películas, Hermógenes Cayo (1965-1969), Chucalezna (1968), Medardo Pantoja (1969), Araucanos de Ruca Choroy (1971), La iglesia de Yavi (1972), Cochengo Miranda (1973), Mi tía Nora (1982), Zulay frente al siglo XXI (1992) y Obsesivo (1994).

El Smithsonian Institution de Washington, el complejo museológico, de investigación y conservación más grande del mundo, se interesó en su obra por el gran aporte a la documentación del ser humano. Antes de morir, Prelorán donó los negativos de toda su obra al Instituto, el cual restaurará el material legado.

En este momento, se encuentra en etapa de postproducción el documental Huellas y Memoria, sobre la vida y obra de Jorge Prelorán. El director Fermín Rivera y el camarógrafo Emiliano Penelas siguieron los pasos de Prelorán desde 2007. El documental cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Cultura y fue recientemente declarado de interés cultural.


JORGE PRELORAN Y RAYMUNDO GLAYSER (DESDE ERNESO ARDITO-DOCUMENTALISTA):

Agunas fotos de rodaje del film Ocurrido en Hualfin (1966) dirigido por Raymundo Gleyzer y Jorge Preloran. Estas fotos pertenecen al material de investigación del film Raymundo. Seleccioné aquellas en la que están Gleyzer y Preloran trabajando juntos.

Raymundo Gleyzer fue uno de los principales referentes del cine militante argentino y Jorge Preloran fue la piedra fundamental del cine etnográfico. Raymundo fue desaparecido por la dictadura militar en 1976. Jorge falleció hace unos pocos días.



































*PRELORAN SOBRE PRELORAN

*Entrevista con Jorge Prelorán, creador de etno-biografías


Fragmento del documental co-realizado por Antón Reixa y Carlos Larrondo. Sobre los avatares de los autores en el rodaje del documental "Castelao, Biografía de un Gallego ilustre" en la convulsa decada de 1970 Argentina. Realizado en 2007, 52minutos.

Filmando a Castelao from southfilm on Vimeo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias