jueves, 3 de junio de 2010

PASCUAL PICHUN COLLONAO

*Es un periodista Mapuche que se exilió en Argentina luego de ser condenado por “terrorista” por la justicia chilena, y por una ley creada por la dictadura de Pinochet

*Estudia comunicación social en la Universidad Nacional de La Plata , participa en el departamento de Derechos Humanos de la Facultad , conduce un programa de radio y escribe en sitios dedicados a la problemática de los pueblos originarios

*Volvió a Chile a visitar a su familia después de 7 años, fue detenido y ahora enfrenta un proceso que lo podría condenar a varios años de prisión, a pesar de haber recibido la solidaridad de organismos internacionales de Derechos Humanos y organizaciones sociales de Chile y Argentina

*EN ESTA EMISION NOS SUMAMOS A LA CAMPAÑA DE SOLIDARIDAD CON SU CAUSA, PARA EXIGIR JUSTICIA Y SU INMEDIATA LIBERACIÓN

*ZULEMA ENRIQUEZ, COMPAÑERA EN EL PROGRAMA DE RADIO Y AMIGA DE PASCUAL, NOS AYUDA A CONOCER SU HISTORIA Y SU ACTUALIDAD


PODES ESCUCHAR EL PROGRAMA



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Quién es Pascual Pichún y cuál fue su gran delito

Por Carola Pinchulef C. / MAPUEXPRESS INFORMATIVO MAPUCHE

Pascual Pichún Collonao, 27 años, es un destacado comunicador mapuche, fundador del grupo de música tradicional "Kimkache" y activo promotor de los derechos culturales y políticos de su pueblo.

Hijo de un reconocido longko de la comunidad, Antonio Ñirripil, de Temulemu, de la zona de Traiguén. Comunidad que por años ha mantenido una férrea oposición al avance de la industria forestal sobre sus territorios. Situación que les valió ganarse de enemigo al Estado chileno, quien desató una fuerte represión sobre la familia Pichún.

El nivel de hostigamiento vivido por Pascual y su familia constituye uno de los casos emblemáticos de persecución experimentado por el Estado chileno en contra el pueblo Mapuche. Situación que fue denunciada en su momento por destacados organismos internacionales de derechos humanos como Human Rights Watch, la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH), Amnistía Internacional y personalidades como el Relator Especial de Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas, en ese entonces, Rodolfo Stavenhagen.

El panorama judicial de Pascual Pichún data de abril de 2002 cuando, junto a su hermano Rafael, fueron señalados como autores de un atentado incendiario, en la ruta que une las ciudades de Lumako y Traiguén, y en el que resultó destruido un camión forestal que prestaba servicios al Fundo Nancahue, de propiedad del abogado, latifundista y ex ministro de agricultura de Patricio Aylwin, Juan Agustín Figueroa Yávar.

Aunque los hermanos Pichún negaron tajantemente su participación en los hechos que se les imputaron y al no existir pruebas que acreditaran la intervención de ambos, fueron igualmente condenados a cinco años de cárcel y conminados a pagar una indemnización superior a los 11 mil dólares, por el Tribunal Oral en lo Penal de Angol, en un proceso que no estuvo exento de irregularidades. Y que ordenó a fines del año 2003, que Pascual y Rafael fueron declarados "prófugos" por la justicia chilena dictándose órdenes de búsqueda y captura inmediata. Disposición que obligó a Rafael a cumplir condena en prisión, mientras que Pascual optó por cruzar la frontera para solicitar refugio político en la Argentina, huyendo de una condena injusta que involucró intereses forestales.

Luego de permanecer siete años fugitivo, cinco de los cuales los vivió en Argentina y se presentó solicitando asilo político el 6 de diciembre de 2005 al Comité de Efectividad para Refugiados (CEPARE). Instancia que fue apoyada a través de una campaña solidaria, que consistió en el envió de cartas al CEPARE para abogar por la peteción de refugio político de Pascual, de la que se hicieron parte organizaciones mapuche de Chile y Argentina. Además, de organizaciones sociales nacional e internacional y sectores de la sociedad civil que avalan la lucha del pueblo mapuche.

El lobby ejercido por las organizaciones mapuche ante las autoridades del país vecino permitió que mientras se estudiaba la solicitud presentada por Pascual le fuese otorgado un certificado de residencia precario, documento que regularizaba su estadía en territorio argentino. Además de facilitarle ciertas garantías como por ejemplo el acceder a una fuente laboral, de educación, atención médica, entre otros.

Su faceta de comunicador

La experiencia de privación de libertad de su padre y hermano sumado a la repentina lejanía por la que debió optar para no ser víctima de la misma persecución política, no significó una de las mejores pruebas que este joven comunicador mapuche debió afrontar estos cinco años en un país que no era el suyo. No obstante, las adversidades familiares, Pascual se convierte en un activo defensor por los derechos de los pueblos indígenas de Argentina. A su vez dedicó parte importante de su tiempo para realizar talleres de comunicación a los privados de la libertad, en cárceles cercanas a la ciudad de La Plata. Y a pesar de las múltiples actividades que emprendió jamás descuido a su familia ni tampoco olvido la carga política y emocional que pesaba sobre ellos, la cual no dudó en denunciar en innumerables ocasiones. Labores que logró complementar con sus estudios de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde se destacó por su buen rendimiento y férreo compromiso con la profesión. Actualmente, 2010, debería estar cursando su último año de carrera.

Su faceta de comunicador durante su permanencia en Argentina, fue una constante en las orgánicas a las que se sumó. Participó como colaborador en la Secretaría de Derechos Humanos de la UNLP e impulsó la creación del programa radial "La Flecha" (Radio Estación Sur) espacio de noticias indígenas del cual era uno de sus conductores; además elaboró un par de documentales en conjunto con Jorge Castro para la cátedra de "Rescate de la memoria y educación con pueblos originarios" sobre la nación Wichi y Toba.

A ello se suma el ser parte del periódico mapuche Azkintuwe y de Indymedia Pueblos Originarios. Siendo la última labor que asumió en el ámbito de las comunicaciones, la administración de la página web informativa Encuentro de Comunicadores Indígenas de Argentina. Del mismo modo, se incorporó al proyecto de extensión universitaria en radio a implementarse en San Martín de los Andes el cual contemplaba talleres de locución, animación y producción periodística y redactaba un convenio entre la UNLP y la Confederación Mapuche de Neuquén, un hecho totalmente innovador en la relación de los pueblos originarios con las universidades nacionales.

Según el Director General de Gestión y Extensión de la Universidad Nacional de La Plata, Jorge Castro, al momento de consultarle por el trabajo desempeñado por Pascual en su paso por Argentina nos señala: "A pocos estudiantes universitarios les conocí tanto compromiso como el demostrado por Pascual, un joven que dedicó su exilio al trabajo por su pueblo y a su formación universitaria en pos de ellos" concluye.-

La producción del programa radial Quetrén Quetrén de Radio Estación Sur (91.7 La Plata) logró comunicarse telefónicamente con el joven periodista mapuche Pascual Pichún Collonao, quién se encuentra detenido desde el 26 de febrero en la Cárcel Pública de Traiguen, IX Región, Chile.

Pascual, integrante del programa radial La Flecha -que se emite los jueves de 17 a 19 por Radio Estación Sur- es considerado un preso político, ya que su causa es emblemática y representativa de la criminalización de las reivindicaciones del pueblo Mapuche en Chile.

En una breve, aunque significativa comunicación telefónica, Pascual manifestó que se encuentra tranquilo y acompañado por su familia, más allá de la situación que está atravesando. Adelantó que sus abogados están solicitando la media prescripción de la causa y que espera poder volver pronto a La Plata, ciudad en donde realizaba estudios de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata.

Entrevista a Pascual

Carta de Pascual Pichún desde la cárcel de Traiguén
“Denle duro, hay que meter preso a todos estos indios”. Le reclama una señora a los policías que me custodian. Parece mentira lo que estoy oyendo sí soy como usted señora, mírese al espejo e indague sólo un poco en su historia familiar y comprenderá el porqué de su piel morena, como yo, y su cabello oscuro aunque intente ocultarlo, escribe el preso politico mapuche Pichùn, cuya carta da a conocer COPENOA

Esposado de pies y manos sólo puedo caminar dando saltitos. Por cada movimiento que doy el acero inoxidable de las esposas aprieta, dañan y lástima al punto del calambre. Pese a todo estoy tranquilo, como sí fuera el agua de un lago por la mañana, sonrío y levanto la cabeza mirando a los ojos a uno de los pacos que me apunta de frente con su metralladora. Está serio, es un peñi se nota en su rostro moreno y en sus ojos oscuros. Lo miro de frente como interrogándolo, pero no soporta esa presión por lo que decide desviar la mirada como avergonzándose de si mismo. Quizás sabe que esta haciendo lo incorrecto, quizás le pesa ese uniforme que reprime y daña a diario a su propia gente. Sin embargo, no le queda de otra pienso, de eso vive, de ese misero sueldo comen sus hijos y puede darle esperanzas en este malvado sistema. Porque él sabe y ese es el punto, que no le está apuntando a un delincuente como tal, ni está cuestionando a un terrorista como le hacen creer y le recuerdan toda vez que debe apresar a un peñi.

Cómo está peñi, cómo se llama su gente, su comunidad. Me dan ganas de hablarle y decirle que no se preocupe que lo entiendo. Responderle que estoy bien, que nada más me aprietan un poco las esposas pero nada que no logré a acostumbrarme con el paso de las horas. Y señalarle que han pasado años de no usar una de estas, y terminar riendo juntos.

Es que al final siempre reímos y le encontramos sentido a esta vida que hemos heredado de nuestros viejos. Yo el preso, el me vigila, pero no somos distinto, ni él mi enemigo, ni yo de él. Este sistema, este, que nos impusieron a fuerza y fuego, es por eso que hoy nos ponen sin opción de frente. Y es esto lo que se hace necesario cambiar, porque somos parte de una gran historia y de un gran pueblo peñi.

Me suben al carro y veo entre la pequeña ventana enrejada la luz del sol, parece un lindo día, las calles, la gente. Esa que no nos ve, que no quiere ser parte de esta historia, que se avergüenza, que tiene miedo. Pero nosotros no somos culpables de ese miedo, siempre estuvimos y siempre estaremos acá y nuestra lucha es también, por ellos, por cada uno de los habitantes del wallmapu.

Se detiene el carro llegamos al hospital, esta la prensa, esta prensa chilena que no cumple un bien social sino el resguardo de los intereses capitalista, esta es la prensa que construye historia de terroristas, la que nos clasifica entre malos y buenos. La que aclama represión y levanta a esos hermanos que se venden al vedetismo barato como un objeto turístico de feria costumbrista. Para esta prensa omnipotente, los que soñamos y luchamos por una vida mejor para nuestra gente somos los terroristas, los violentos. El tema es que el terrorismo existe desde que invadieron nuestro territorio, desde el momento que nos impusieron sus próceres y nos niegan nuestra historia que es mucho mayor a 200 años. Entramos por un pasillo hacia la sala de espera colmada de gente, sobre pasada como la mayoría de los hospitales que estos gobiernos han abandonado. Es que ni la salud, ni la educación en chile es un derecho amigo, sino un rentable negocio que obliga a los chilenos a hipotecar su futuro para sanar una enfermedad o conseguir un título universitario. El dios dinero que lo puede todo, en un país que pareciera no tener memoria, un país que quiere profundizar un modelo de vida dictatorial y donde se cree que el presidente hizo todos sus millones trabajando.

“Denle duro, hay que meter preso a todos estos indios”. Le reclama una señora a los policías que me custodian. Parece mentira lo que estoy oyendo sí soy como usted señora, mírese al espejo e indague sólo un poco en su historia familiar y comprenderá el porqué de su piel morena, como yo, y su cabello oscuro aunque intente ocultarlo. El trámite es sencillo, no tengo lesiones ni daños corporales ni mucho menos morales por eso debo firmar y con las manos esposadas, es que soy un reo peligroso según la información que maneja la policía. De vuelta a la comisaría, me encuentro con una celda exclusiva para mí. Es un lugar conocido, cuantos peñi han pasado por aquí y así lo demuestran los rayados: “Resistencia Mapuche” “Lemun Vive” “Matías Katrileo Vive” se lee en las paredes.

Esta comisaría, esta celda es parte de nuestra historia, de nuestra lucha, pienso, hace frió y parece que comienza caer el sol en Temuko, llega la noche, la oscuridad necesaria para partir un nuevo día, más radiante. Me apresto a iniciar este camino, nuevamente soy uno de los cuántos peñi presos por soñar, siendo perseguido y temiendo ser asesinado por esta falsa democracia. Siendo esta la forma en que ellos celebran su bicentenario, pero nuestra historia es mucho más que doscientos años, más que esta ciudad, que estas cárceles. Por eso sonreímos todo el tiempo y le encontramos sentido a la vida e intentamos pensar en un mañana, en un futuro para nuestros hijos. Mismo sueño que hace tanto tiempo queremos compartir, porque somos así, siempre pensando en el del lado y estamos acá como siempre hemos estado.

Estoy nuevamente en prisión, aprovechando estos días para la reflexión. Para pensar en nuestro futuro, el que debemos construir para las futuras generaciones.

Agradezco a cada uno de los amigos que me han acompañado en estos años y me han enseñado el valor de un ser humano. Pero sobre todo han estado en los momentos tristes y felices que se descubren en el camino de lucha que compartimos.

Newentuleayiñ kom pu che Wewayiñ Marrichiweu Pascual Pichun Preso Politico Mapuche

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Pascual Pichún un ejemplo Mapuche - portalba.com.ar por Mariano Gandini

27/05/2010 Pascual Pichún un joven Mapuche de Temuco, Chile, que debió ir preso por luchar por sus tierras – Estuvo 5 años en la Argentina exiliado, estudiaba y daba clases en las cárceles – Una Historia de vida conmovedora – Habla Jorge Castro amigo y docente universitario que lo recibió con las manos abiertas y hoy es parte de su lucha.
PortalBA.- Para los que nos lo conocen ¿Quién es Pascual Pichún Padre e Hijo?Pascual Pichún hijo es un joven de 25 años, Mapuche, chileno, hijo del Lonco Pascual Pichún, que sería el Cacique de su tribu. Es el cuarto de los siete hijos de una familia de Mapuches, el único que tubo la posibilidad de irse a estudiar a Temuco, 40 km desde donde vivían ellos dentro de la montaña. El Lonco, su padre, el cacique de su tribu, es un hombre que desde hace 40 años mantiene una lucha constante por las tierras que les pertenecía a los Mapuches y que se las fueron sacando con el tiempo. Ellos pertencen a Temuco, a 670 km al sur de Santiago de Chile, esta es una zona bosquera, donde hay gran cantidad de montes, siendo este terreno propicio para que las multinacionales dedicadas a la actividad maderera quieran instalarse para explotar al máximo los bosques pertenecientes a las tierras Mapuches. Durante decenas de años increparon a los aborígenes de diversas maneras hasta conseguir expropiarles las tierras que a ellos les pertenecían y que fueron las que sus ancestros cuidaron y trabajaron durante cientos de años.A partir del ’80 el padre de Pascual empieza a pelear por el desmonte de esas tierras, para conservar las tierras en manos de los pueblos originarios, los Mapuches, quienes viven y se desarrollan dentro de estas tierras. De las 2.000 hectáreas que tenían los Mapuches, solamente le dejaron 7 hectáreas, apenas unas pequeñas parcelas para que puedan construirse una casita con forma de rancho y puedan tener algunos animales para subsistir.Pascual es el único de los 7 hermanos que tuvo la posibilidad de ir a estudiar a Temuco a 40 km. Por tal motivo era el que se posicionaba como el referente para el futuro, el que poseía las habilidades para llevar adelante el mando de su tribu.
¿Cuándo comienza a tomar notoriedad Pascual Hijo?
Pascual empieza a tomar notoriedad en el año 2001, cuando su padre es juzgado y encarcelado por amenaza e incendio, en Chile hay una ley antiterrorista, la cual juzga reclamos de los pueblos originarios y ampara a las privatizadas y multinacionales que con dinero compran las tierras que le pertenecían a los pueblos originarios y estos son apartados, otorgándoles pequeñas porciones de parcelas para que se construyan viviendas y así puedan subsistir. Además de ser perseguidos y maltratados.El padre de Pascual es enjuiciado y condenado a 5 años y 1 día junto a otro Lonco. A partir de ahí Pascual junto a su hermano Rafael, se hacen cargo de todo lo que era su familia, su realidad, y siguen con la lucha que había comenzado su padre hace años en defensa de sus tierras y de sus bosques. Sigue con las marchas y con los reclamos.La lucha nunca fue armada, al contrario, jamás tuvieron armas, siempre lo hicieron poniendo el cuerpo.
¿Por qué estaba prófugo de la Justicia Chilena?
En el año 2004 Pascual y su hermano son acusados de incendiar una de las maquinarias que utilizaban para desmontar los bosques que pertenecían a las tierras Mapuches. En ese momento Pascual y su hermano lo negaron. Fueron a juicio. El chofer y el empleado de la estación de servicio en rueda de identificación no pudieron identificarlos. A los 6 meses se hace nuevamente el juicio, y sorpresivamente, estas dos personas que anteriormente no habían podido reconocerlos, ahora, de repente, recuperan la memoria y los reconocen y los acusa de haber sido los culpables del ilícito. Indignados por la impunidad con la que se manejaron, Pascual y su hermano Rafael suben a la montaña, escapándose de la policía chilena. Pasan varios días en los montes y deciden hacer dos caminos diferentes. Rafa, debido a que tenía una familia, con una hija muy pequeña, se vuelve y se entrega a la policía, siendo condenado a 5 años de prisión, pero sale en libertad condicional en 2 años.Pascual, teniendo apenas 19 años, decide cruzar la Cordillera de los Andes y venirse a la argentina, a Neuquén. Es recibido en esta ciudad por familias Mapuches, es acobijado y resguardado durante un tiempo, hasta que decide irse por miedo a que lo descubran y mediante contactos universitarios lo envían hacia La Plata.Durante el año 2004, Pascual, estuvo en Capital Federal haciendo changas, se mantuvo refugiado con miedo a ser encontrado y enviado nuevamente a Chile. Mientras que durante este tiempo se conforma la “Comisión por el Refugio de Pascual Pichún”. Al año siguiente, llega a La Plata a la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Ahí comienza una nueva vida, lo ayudamos para que inicie todos los trámites para la inscripción como alumno regular. Inicia las clases como alumno universitario y ese mismo año comienza a trabajar en la Secretaria de Extensión, sobre todo en proyectos contra el hambre, la pobreza y la desnutrición, y en los años 2006, 2007 y 2008, comienza a trabajar en proyectos que están vinculados con los pueblos originarios, de los cuales se sentía parte. En esos años realizamos viajes al norte argentino, Salta, Formosa, Chaco y trabajamos junto a las comunidades aborígenes wichis y tobas, y él se sentía muy a gusto con el trabajo que hacía, además de sentirse parte de todo esto.También trabajó en la Secretaría de Derechos Humanos, dando clase en las cárceles, con presos, con ex convictos. Era muy paradójico verlo como por un lado se escapaba de una condena en Chile, y mientras tanto, trabaja dándole clases a los presos en las cárceles de nuestro país.Pascual mientras cursaba sus estudios como un alumno normal, era uno más, tenía una beca de la facultad y trabajaba en la fotocopiadora. En el 2008 se le termina esa beca y pasa a ser becario de extensión universitaria.
¿Cuál es el momento en que Pascual decide dejar Argentina?
El se va a trabajar a Zapala donde tiene a una tía, en el verano de 2009, era la primera vez que se iba de la ciudad hacía el sur, hacía changas de jardinería y pintura, pero comienza a visitar la zona de Pehueña, y se interioriza de los problemas de los Mapuches en esas zonas.Él durante todo el 2009 trabaja en la redacción de los comunicados de los pueblos originarios y conoce a Matías Millán, un comunicador Mapuche del consejo federal. Junto a él comienzan a hacer proyectos en conjunto y viajaba a las comunidades Mapuches a dar clases de comunicación. En ese momento Pascual estaba en 4to año de la licenciatura. En el 2009 comenzamos a hacer proyectos para trabajar desde la comunicación con las comunidades Mapuches.A fines de noviembre viene y nos comenta que había decidido ir a pasar las fiestas a Neuquén con su tía. Ahí por primera vez es como que hace un click su cabeza, porque se encuentra con su madre que hacía 7 años que no se veían, se reencuentra con su hermana menor que cuando la había dejado tenía 3 años y ahora tiene 10, fue un shock emocional muy fuerte para Pascual. El pasa las fiestas en Zapala, el 6 de enero su madre y su hermana se vuelven a Chile y Pascual se va a la alta cordillera, se mete en la montaña y comienza a recorrer los pueblos y las escuelas rurales, con el objetivo de interiorizarse aún más de la situación, la problemática de los pueblos originarios y las necesidades de estos. En ese momento, mientras recorre las escuelas rurales que están en la alta cordillera, nuevamente, se le viene a la cabeza que no puede tener ninguna relación con nadie porque es un prófugo de la justicia chilena y debe pagar una condena. Habla con su padre, el Lonco, quien le recuerda que tiene un mandato, que es un legado ancestral y que ellos deben cumplir con esto como parte de la defensa a los pueblos originarios. Siendo este el quiebre total en la decisión de Pascual.Vuelve a La Plata, en febrero, nos comenta a los más allegados lo que había hablado con su padre, lo que él había pensado, un poco cansado por no poder ser ciudadano en Chile, tampoco acá en la Argentina, decide cruzar definitivamente a Chile y a fines de febrero, lo detienen en Temuco, mientras estaba junto a su hermano Rafael comprando unas mantas y lo encarcelan. Lo condenan con una pena de 5 años y 41 días.Según lo que hablamos nosotros con los abogados nos dijeron que puede estar como mínimo un año y como máximo un año y nueve meses, o dos años a lo sumo.
¿Qué es lo que están haciendo ustedes para difundir y que todos conozcan la historia de Pascual?
Nosotros lo que hicimos fue armar un blog, donde vamos contando todo lo que sucedió con pascual (www.Pascualpichun.blogspot.com), hay notas que salen en los medios, todo lo que esté relacionado directa o indirectamente con él nosotros lo publicamos.Además tenemos el Facebook que hasta el momento nos han visitado más de 5000 personas, y esas son las formas de comunicar lo que sucedió con Pascual, la verdadera historia, y además de contar la verdad de lo que sucede con los pueblos originarios, el maltrato y la desprotección que tienen en los diferentes países de Latinoamérica.Tanto al facebook como al blog nos visita y nos escribe gente de todos los lugares del mundo, de España, Francia, Alemania, Ecuador, Chile, Bolivia, y eso es muy importante para nosotros ya que es parte de difundir lo que está sucediendo.Con respecto a Pascual, sabemos que lo que podamos hacer desde acá es muy poco porque Chile tiene otra ley, otra constitución, y nosotros no podemos hacer nada. Si, desde la facultad enviamos una carta contando lo que hacía Pascual, como trabajaba en la facultad, que se encontraba en cuarto año de la carrera de Comunicación Social, que hacia programas de radio sobre pueblos originarios, que le faltaban tan sólo 10 materias para recibirse, que era un muy buen alumno, trabaja en proyectos de comunicación para los pueblos originarios del norte y del sur de nuestro país, dio clases en las cárceles con presos y ex convictos.Logramos que Pérez Esquivel, Nobel de la Paz, enviara una carta al Presidente de Chile solicitándole por la excarcelación de Pascual Pichún. Mediante estas pequeñas cosas intentamos fundamentar el exilio de Pascual y demostrar que es un excelente ser humano, que tiene muchas ganas de vivir en sus tierras con sus hermanos aborígenes y que su lucha es y debe ser la lucha de todos. Los pueblos originarios son las raíces de nuestra patria y por eso debemos luchar por ellos.
Por: Mariano Gandini

Le dan 45 días más de cárcel al estudiante de periodismo de la UNLP detenido en Chile - Diario Diagonales por Miguel Graziano

El estudiante de periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) detenido en febrero pasado en Chile, condenado por incendiar un camión en 2002, sumó una nueva pena de 45 días de arresto por circular con documentación de su hermano, acusado del delito de “suplantación de identidad”.
Pascual Pichún Collonao (27) vivía en La Plata y tenía en Argentina un permiso provisorio como refugiado político. Sabía que no debía volver a su Ñirripil natal, pero no aguantó: fue detenido por carabineros en Temuco, durante un control de rutina, el 26 de febrero, día que comenzó a cumplir su sentencia.Pascual forma parte de una familia mapuche que vive en la comunidad Antonio Ñirripil, en Temulemu, en la comuna de Traiguén, en la IX Región de la Araucanía, en Chile.
Su papá, que también se llama Pascual Pichún, es un logko, un cacique reconocido por la lucha por sus derechos de restitución territorial y gestión económica, política, social y cultural mapuche.
Al igual que su hermano Rafael, Pascual y su papá fueron acusados, procesados y condenados en 2003 a cinco años y un día de prisión por diferentes delitos relacionados con su lucha, aunque, después de un año de prisión, Pascual logró cruzar a la Argentina, donde vivió en la clandestinidad hasta que consiguió un permiso provisorio en donde se lo reconocía como refugiado político.
Entonces, dio una entrevista a la revista Azkintuwe en la que contó parte de su historia.Los hermanos fueron detenidos el 12 abril de 2002 acusados de incendiar un camión forestal que prestaba servicios a la forestal Nancahue, de propiedad del abogado, latifundista, ex ministro de agricultura de Patricio Aylwin, miembro del Tribunal Constitucional y presidente de la Fundación Pablo Neruda, Juan Agustín Figueroa Yávar, bajo los cargos de “atentado incendiario y homicidio frustrado”.
Pascual y Rafael, que entonces tenían 19 y 20 años, pasaron un año en la cárcel de Traiguén, condenados por el Tribunal Oral en lo Penal de Angol sin beneficios; hasta que iniciaron una huelga que duró 35 días (30 días de huelga de hambre y cinco de huelga seca). “A tanto llegó la gravedad de nuestra situación que nos tuvieron que internar en el hospital. Ahí aceleran el proceso y llegamos a juicio oral en enero del 2003”, relató.
El resultado del juicio fue una condena a cinco años y un día de cárcel, con el beneficio de la libertad vigilada siempre y cuando pagaran una multa de unos 10 mil dólares. Los hermanos pasaron apenas un mes con una prisión domiciliaria, hasta que el beneficio fue revocado porque no habían pagado la multa. En mayo, los Pichún volvieron a la cárcel.Sin embargo, apenas pasaron una semana presos, y volvieron salir, gracias a un recurso de amparo. Más tarde, en lugar de arresto domiciliario, los Pichún fueron beneficiados por un arresto nocturno, por el que todas las noches dormían en la cárcel de Traiguén.
En ese momento, la Corte Suprema de Justicia de Chile ratificó la condena a cinco años y un día de prisión. “Si no pagábamos la indemnización debíamos pagar con cárcel. Cuando nos notifican de eso decidimos pasar a la clandestinidad. Se supone que nadie en Chile puede estar preso por deudas, eso dicen los convenios internacionales, pero para nosotros estaba claro: era la cárcel lo que nos esperaba”.Los hermanos huyeron de la justicia chilena a fines de 2003.
Y, despues de eso, cruzaron a Argentina. Rafael, que tenía mujer e hijos, decidió volver. Pascual vivió clandestino, hasta que en diciembre de 2005 consiguió que el Comité de Efectividad para Refugiados (CEPARE) le otorgara un permiso provisorio que le permitió estar en el país con su propia identidad. Entonces, se decidió a estudiar en La Plata.
La experiencia platense
La detención de Pascual generó un gran revuelo en La Plata. Sus amigos y compañeros abrieron un blog (http://pascuallibre.blogspot.com) y el grupo de Facebook Pascual Pichun estamos con vos.
Cristian Molina fue compañero de Pascual en varios emprendimientos. Juntos filmaron documentales para la cátedra de “Rescate de la memoria y educación con pueblos originarios” sobre wichis y tobas.“Antes de venir a La Plata, Pascual vivió en Zapala, en la casa de una tía, y en Buenos Aires, donde dio algunas charlas en la UBA (Universidad Nacional de Buenos Aires) sobre la situación de los Mapuches. En 2004 vino a estudiar periodismo y conoció a (el Director General de Gestión y Extensión de la UNLP) Jorge Castro, quien lo ayudó a dar los primeros pasos en la universidad”, relató Molina.
Buen alumno, pronto se convirtió en ayudante de cátedra de Análisis de la Información. Además, se sumó a la Secretaría de Derechos Humanos de la UNLP, creó y co-condujo el programa radial “La Flecha” (en Radio Estación Sur). Además, colaboraba con el periódico mapuche Azkintuwe, con Indymedia Pueblos Originarios y administraba la web informativa del Encuentro de Comunicadores Indígenas de Argentina.
“Cuando se instaló en La Plata, tenía una vida como la de cualquier estudiante, con la impronta de la militancia en Derechos Humanos”, explicó Molina.La idea de volver a Chile habría madurado en él en diciembre de 2009, luego de reencontrarse en Zapala con su mamá y su hermana, a quienes no veía desde hacía siete años. Según Molina, el último contacto con la familia había sido un mensaje que recibió en un DVD a mediados de 2007.
“Él sabía que a Chile no podía ni llamar por teléfono”, afirmó.“Pascual volvió a La Plata en enero y empezó a plantear que quería ir a vivir al sur. Planeaba trabajar en un proyecto de extensión universitaria en radio en San Martín de los Andes, dando talleres de locución, animación y producción periodística, pero sus amigos sospechábamos que quería cruzar a Chile. Le advertimos sobre los riesgos y le pedimos que se quedara un año más en La Plata, para terminar la carrera, pero no pudimos convencerlo”, afirmó el compañero. Las cargas política y emocional, y el mandato ancestral, pudieron con él, y Pascual cruzó los Andes.
“Es el único de su familia que accedió a la universidad y es el que tiene que continuar con la lucha de su padre”, describió Molina.El 26 de febrero Pascual iba a participar de una celebración en su Ñirripil natal, pero necesitaba una manta que no tenía y decidió ir al centro a comprarla. Iba con su hermano Rafael cuando los carabineros los detuvieron para identificarlos. Rafael les dio sus papeles y nada. Pascual le dio la identificación de su hermano Alejandro. Los policías dudaron pero los hermanos ya iban a salirse con la suya cuando llegó otro efectivo. A él se le ocurrió que, si había dudas, podrían sacárselas con un análisis de las huellas digitales.
Así fue como Pascual Pichún fue identificado y comenzó a pagar una condena por prender fuego un camión. O por ser mapuche.
"El colegio y la discriminación"
Cuando tenía 11 años, Pascual fue a estudiar a la ciudad de Traiguén. “Llegábamos del campo y éramos mapuches, lo que nos convertía en el blanco de las burlas”, relató en una entrevista con un periódico Mapuche, donde recordó una escuela en la que se marcaba la “diferencia por color de piel”, en la que “el más morenito siempre era el último del curso”, “era centro de las bromas y hasta los profesores nos trataban mal”.
Pascual no quería seguir estudiando, pero igual accedió luego a la enseñanza media, donde se encontró en una situación opuesta. “Entré a turismo, no tenía idea del asunto, pero elegí turismo. El liceo tenía una característica particular: promocionaba la interculturalidad, algo novedoso que a nosotros (Pascual y sus hermanos Carlos, Rafael y Jamelia) nos gustó, también a mis padres, que ya estaban dentro del movimiento mapuche. Fue un periodo muy lindo.
En ese tiempo había una recuperación muy fuerte de la identidad, ahí conocimos mucha gente hicimos muchos amigos, impulsamos iniciativas culturales, creamos el grupo (de música) Kimkache cuando estábamos en segundo medio y a través de Kimkache pudimos fortalecer nuestra identidad y encontrarnos con otros jóvenes. Eso nos ayudó a tomar conciencia de que éramos mapuches y miembros de un pueblo con una gran historia. Allí nos graduamos en el 2001”.

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CARTA DE ADOLFO PEREZ ESQUIVEL, AL PRESIDENTE DE CHILE, SEBASTIAN PIÑERA, POR PASCUAL PICHUN COLLONAO

A través de la presente, quiero hacerle llegar mi preocupación por la situación del joven periodista mapuche Pascual Pichún Collonao, quién se encuentra detenido desde el 26 de febrero, actualmente en la Cárcel Pública de Traiguen, IX Región, Chile.

Pascual Pichún pertenece a una familia mapuche, víctima de una persecución policial y política desde el 2001, por resistirse a la ocupación de sus tierras por multinacionales forestales.

Este joven mapuche, acusado, junto a su hermano de incendiar un camión de dicha multinacional, pidió asiló político en Argentina, en donde se asentó y comenzó a estudiar Periodismo en la Universidad de La Plata; además pertenece al equipo del programa radial La Flecha y al periódico mapuche Azkintuwe.

Como tuvimos conocimiento que el 14 de este mes tendrá lugar una audiencia pública y el 15 una presentación de la defensa, quiero h
acerle llegar mi solidaridad y la de los compañeros del SERPAJ.

Resulta inconcebible Sr. Presidente, que todavía hoy se juzgue a los hermanos mapuches, que defienden su territorio y recursos naturales, bajo la “Ley 18.314 Sobre Conductas Terroristas”, creada por la dictadura militar de Pinochet para perseguir a sus opositores políticos.

Esperamos fervientemente que su gobierno pueda poner fin a esta herramienta jurídica que nada condice con el espíritu de una verdadera democracia.

Reciba usted un saludo de Paz y Bien.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz

Piedras 730 (1070) Buenos Aires – República Argentina Tel/Fax ( 54-11) 4361-5745 e-mail: serpaj@serpaj.org.ar Miembro del SERPAJ América Latina, con Status Consultivo ante las Naciones Unidas(ECOSOC Y UNESCO)
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MAPUEXPRESS, inicia una campaña comunicacional en apoyo del comunicador mapuche Pascual Pichún Collonao tras su detención el viernes 26 de febrero de 2010 en la ciudad de Temuco.

Pascual Pichún Collonao, es un destacado comunicador mapuche, fundador del grupo de música tradicional "Kimkache" y activo promotor de los derechos culturales y políticos de su pueblo. Además de pertenece a la emblemática Comunidad de Temulemu (Traiguén), la cual ha mantenido por años una férrea oposición al avance de la industria forestal sobre su territorios. Producto de ello, se desencadenó una fuerte represión en contra de su familia y miembros de su comunidad por parte del Estado chileno.

La situación sufrida por Pascual y su familia, constituye uno de los casos emblemáticos de persecución por parte del Estado chileno contra el pueblo Mapuche. Pascual y su hermano Rafael fueron acusados el año 2002 de un atentado incendiario, en el que resultó destruido un camión forestal que prestaba servicios al Fundo Nancahue, de propiedad del abogado, latifundista y ex ministro de Agricultura, Juan Agustín Figueroa Yávar.

Pese a negar tajantemente la participación de los hermanos en los hechos y no existir pruebas que acreditaran de su intervención, fueron condenados a cinco años de cárcel y conminados a pagar una indemnización superior a los 11 mil dólares, por el Tribunal Oral en lo Penal de Angol, en un proceso que estuvo plagado de irregularidades. Esto obliga Pascual a cruzar la frontera para solicitar asilo político en Argentina, donde permaneciendo 5 años.

En Argentina desarrolla una amplia labor como comunicador: cursa la carrera de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata, donde se destacaba por su buen rendimiento y férreo compromiso con la profesión; participa en la Secretaría de Derechos Humanos de la UNLP e impulsó la creación del programa radial "La Flecha" (Radio Estación Sur) espacio de noticias indígenas del cual es conductor; es miembro del periódico mapuche Azkintuwe y de Indymedia Pueblos Originarios. Siendo la última labor que asumió en el ámbito de las comunicaciones, la administración de la página Web informativa Encuentro de Comunicadores Indígenas de Argentina.

La necesidad de experimentar en carne propia los procesos que se venían sucediendo en su comunidad y el compromiso de aportar a esta lucha desde el lugar que le corresponde y no desde la distancia, lo motivan a regresar al país. Cuando ingresa a Chile, Pascual se vio en la necesidad de suplantar la identidad de su hermano Rafael para evitar ser detenido en el momento de cruzar la frontera, ya que, pesaba sobre él una orden de captura emanada por quebrantamiento de condena. Medida que logra ser ejecutada días posteriores a su reingreso, en la ciudad de Temuco. Esta acción hoy lo tiene a portas de ser llevado a juicio en la misma localidad de su arresto, oportunidad en donde se dictaminará la sanción por su infracción.

Llamamos a todos y todas a solidarizar con Pascual, denunciando y visibilizando la situación de persecución de la que es y ha sido víctima tanto él como su familia, acompañándolo este viernes 14 de mayo a las 11 horas en el Tribunal Oral de Temuco para presenciar la audiencia que se realizará en su contra.

Denunciemos juntos la criminalización de la que es víctima Pascual Pichún y su familia, y todo el pueblo mapuche, la prisión política que sufren más de 70 hermanos mapuche, la tortura y violencia de que son victimas nuestras comunidades, en especial nuestros niños y niñas.
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4/28/2010

Compañeros cruzaron a Chile a visitar a Pascual

Mari Mari com pu ce (Saludos a todas y todos)

Finalmente pudimos visitar al Pascual y conversar con su familia, padres, hermanos/nas, cuñadas, sobrinos. Él y su familia están muy bien, tranquilos y concientes de la situación que les toca enfrentar.

Como habíamos conversado pudimos grabar al logko Pichun en donde nos cuenta como están y que considera que podemos dar una mano. También hablamos con los abogados que están atendiendo la causa de pascual y conocer la estrategia o pasos que se van a dar.

En el sentido legal podemos decir que es más auspicioso de lo que creíamos, son posibilidades pero en el peor de los casos va a pasar como mínimo 9 meses y como máximo un año y medio a dos recluido.

Para el 14 de mayo esta prevista una audiencia publica/citación en los juzgados, para notificarse de la causa abierta por suplantación de identidad, ya que al momento de ser detenido, Pascual mostró la cedula del hermano.

Para el 15 esta prevista una presentación de la defensa que busca se le haga la rebaja de condena. Están demorados ya que la cuestión administrativa demora la entrega de documentación a los abogados.

Ya hablando de como comenzar a articular acciones, denuncias, festivales, marchas etc... Tanto con Pascual como con la familia estamos de acuerdo que la mejor es ir coordinando la comunicación para cuando hagamos cosas. Tras la presentación del 15 va a estar mas claro pero mientras tanto podemos ir haciendo algunas cosas como se habían dicho: Por una lado les pareció interesante la posibilidad de realizar "Peñas Peñi", para juntar unos mangos y colaborar con él y el resto de los presos políticos y la idea de una marcha denunciado la situación de los 70 presos políticos y mas 100 procesados acá en Argentina también estuvieron de acuerdo en realizarla.

En los próximos meses se va a presentar un libro sobre la situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Chile realizado por el observatorio ciudadano por lo que propusimos se haga una presentación en la Universidad Nacional de La Plata y se hable en ese contexto de la causa de Pascual.

Cristian Jure con quien viajamos a visitarlo trajo grabado el mensaje de su papá para que lo veamos o vean en la próxima reunión y a partir de ahí armar agenda de actividades solidarias con el "Toto", como lo conocen en su comunidad y como le dice su familia.

Eso a grandes rasgos cuando hablen con Cristian o podamos vernos les contaremos más en detalle las conversaciones y visita a la comunidad de pascual.

Si queda alguien a quien no haya incluido en el correo por favor háganselo llegar. A las compañeras del programa les envía muchos cariños y a todos en general.

Repetir que esta muy bien física y mentalmente asumiendo el camino que decido tomar siendo consiente de las consecuencias que podía haber.

Nos estamos comunicando luego.

Pewkajeal Matías Melillan



Más información en ANRed:

Solidaridad con Pascual Pichún Collonao, estudiante y periodista mapuche preso por el estado chileno

A tres semanas de su detención habla Pascual Pichún Collonao

A TRES SEMANAS DE SU DETENCIÓN , HABLÓ PASCUAL PICHUN

La decisión de regresar a su comunidad fue gatillada según nos explica Pascual Pichún: "Había un sentimiento latente que no podía pasar por alto, un tema de conciencia, la necesidad de aportar en algún sentido a esta lucha desde el lugar que me corresponde y no desde la distancia". A tres semanas de su detención conversamos con Pascual en una visita a la cárcel de Traiguén, donde tratamos de averiguar el motivo de su retorno y posterior detención, le hablamos de las muestras de apoyo y las posibles estrategias para cobrar su libertad, entre otros temas. Por Mapuexpress.

El por qué decidir volver. Esa es la pregunta que muchos se hacen hoy y que pocos logran y quieren entender por más explicación que se les pueda dar. Tanto así que nadie asimila como alguien resuelve regresar después de permanecer siete años fuera del país, tiempo que muchos considerarían más que suficiente para haberse adaptado a la sociedad argentina y reinventado una nueva vida .

Pascual Pichún Collonao, es un joven mapuche de 27 años, reconocido militante y comunicador del movimiento mapuche. Tiene un rol activo en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Actualmente, 2010, debía cursar cuarto año de la carrera de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata, donde se destacaba por su buen rendimiento y férreo compromiso con la labor que exige la profesión en esta sociedad hoy en día. Además, forma parte del equipo de redactores del periódico mapuche Azkintuwe, medio en cual firma sus artículos con el nombre de Manuel Lonkopan e integra el equipo del programa radial La Flecha de la ciudad de La Plata que trasmite Radio Estación Sur. A ello se suma su reciente incorporación como encargado de la página web informativa "Encuentro de Comunicadores Indígenas de Argentina".

La situación de Pascual no ha sido color de rosa como algunos quieren pensar, el hecho de haber logrado salir del país sin que agentes de seguridad del Estado chileno pudieran detectar su salida del territorio, no implicaba seguridad emocional para soportar estos largos años de destierro. Vivir el autoexilio obligado, para nadie resulta fácil ni mucho menos asumirlo como tal, más aún sí se piensa que al momento de determinar su salida él sólo tenía 20 años y jamás pensó en alejarse tan violentamente de su lugar de origen.

El irse teniendo que evadir una condena injusta que involucró intereses forestales, significó un duro golpe en su vida. Tanto Pascual como Rafael Pichún, su hermano, constituyen uno de los casos emblemáticos de persecución judicial y política por parte del Estado chileno en el mal llamado "conflicto mapuche". Ambos fueron acusados el 2002 de incendiar un camión forestal en las cercanías de su comunidad, Antonio Ñirripil, de Temulemu, en la comuna de Traiguén. Pese a que negaron tajantemente su participación en los hechos que se les imputaban y al no existir pruebas concretas que acreditaran la intervención de los hermanos, fueron de igual modo condenados por la justicia a cinco años de cárcel por el Tribunal Oral en lo Penal de Angol. Y como es costumbre en causas que involucra a comuneros mapuche, que se oponen al avance de las empresas forestales en sus territorios, el proceso estuvo plagado de irregularidades. Siendo esta última jugada la coronación del proceso judicial para calificarlos como autores del delito de incendio en el que resultó destruido un camión forestal que prestaba servicios al Fundo Nancahue, de propiedad del abogado, latifundista y ex ministro de estado de Patricio Aylwin, Juan Agustín Figueroa Yávar.

Es así que a fines del año 2003, Pascual y Rafael fueron declarados "prófugos" por la justicia chilena y se dictó órdenes de búsqueda y captura inmediata. Disposición que obligó a Rafael a cumplir condena en prisión, mientras que Pascual optó por cruzar la frontera para solicitar refugio político en Argentina.

Pero no sólo los hermanos Pichún han sido víctimas de una severa persecución judicial y política sino también otros miembros de su familia, entre ellos su padre un reconocido lonko de la comunidad, Pascual Pichún Paillalao, se han visto envueltos en esta casería comandada por ese entonces Presidente Ricardo Lagos. No por nada este ex mandatario se ganó el apodo de ser "el padre de la criminalización mapuche"

La experiencia de privación de libertad de su padre y hermano sumado a su repentina lejanía para no ser víctima de la misma persecución política, no significó una de las mejores pruebas que este joven comunicador mapuche debió afrontar estos últimos años en un país que no era el suyo. Al referirse a este tema Pascual no duda en señalar lo complicado del proceso que debió afrontar, el hecho de tener que vivir el autoexilio no es fácil, alejarse de la familia, de la comunidad y del país no es algo que se lo hubiera planteado. Este último año lo calificó como el más complejo de todos, pasó por una fuerte crisis existencial que ya no le encontraba sentido el permanecer en Argentina pese a estar estudiando una carrera profesional, el estar desarrollándose como comunicador y futuro periodista y tener varios proyectos a futuro. Nada de ello era suficiente para él, sentía la necesidad de saber y vivir lo que estaba sucediendo acá, de experimentar en carne propia los procesos que se venían sucediendo en su comunidad.

"Había un sentimiento latente que no podía pasar por alto, un tema de conciencia, la necesidad de aportar en algún sentido a esta lucha desde el lugar que me corresponde y no desde la distancia". Sí bien en Argentina existe instancias de reivindicación, son otros los procesos que se viven allá argumentando: "Con esto no quiere decir que no me identifico con la lucha que se da en Puelmapu (Argentina), el tema es que no me sentía tan comprometido como pudiera sentirme con la situación de demanda que vive el pueblo mapuche en Chile".

Aunque la meta inicial para volver al país era terminar sus estudios de Periodismo, que inició en la Universidad Nacional de La Plata, con el correr del tiempo la situación se volvía cada año más dificultosa, señalando: "Fueron siete años muy duros en términos afectivos, emocionales y sobre todo en el plano familiar. Esto último acabó por convencerme que debía regresar, y con ello dar por cerrado un ciclo y a la vez sentía que debía darle un giro a mi vida".

El día de la detención

Llevaba una semana en el país, antes de su detención, tiempo que estuvo refugiado en su comunidad en Temulemu de la comuna de Traiguén, según nos relata Pascual fueron días tranquilos que aprovechó para compartir con el círculo más cercano de la familia. Sin embargo, lograron percatarse de movimientos y la presencia de personas extrañas en las cercanías del lugar, pese a ello no significó mayor riesgo su estadía en el sector. Por lo que decidieron días posteriores bajar a Temuco con su hermano Rafael, con la idea de adquirir una manta (makuñ) para Pascual. Se venía la celebración del gijatun en la comunidad y como no contaba con su makuñ optaron ir por uno al mercado de Temuco.

Fue en ese momento, al salir del mercado en pleno centro de Temuco que dos carabineros se acercaron directo a detenerlo. No fue un control de identidad rutinario como quisieron hacer ver, con esto se descarta automáticamente la hipótesis de que su detención se realizó mientras Pascual participaba de una manifestación en las afueras de la Subdirección Nacional Sur de CONADI en dicha ciudad. Según nos relata: "Personal de la policía llegó directo a mí". No obstante, era una situación para la cual estaba preparado, porque sabía que algo así podía suceder en cualquier momento, por la misma razón guardaba consigo la cédula de identidad de su hermano Rafael. En el caso de necesitar identificarme ante carabineros, tenía claro que es lo que debía hacer.

El escenario vivido por los hermanos Pichún ese viernes 26 de febrero según nos precisa Pascual fue el siguiente; "se acercaron directo a mí dos carabineros de servicio cuando salía del mercado, y la primera reacción de ellos fue llamarme Pascual, seguido solicitaron mi identificación y les facilité el carnet que portaba. Ellos lo miraban y me miraban a mí y no se convencían de que yo era Rafael. Tanto así, que en reiteradas ocasiones mientras me interrogaban se referían a mi llamándome Pascual con la idea de que reconociera de que era Pascual y no Rafael como les quise hacer entender. Con ese diálogo estuvimos por horas en la 2ª Comisaría de Temuco, hasta que llegó personal de criminalística quien realizó la verificación de huellas dactilares y determinó finalmente que yo sí era Pascual".

A esas alturas ya no había nada que hacer, sólo reconocer quien era. Pese a la compleja situación en la que se encontraba, siempre se mantuvo tranquilo y muy firme en sus declaraciones, según nos relata el comunicador.

En un escenario tan complejo para un denominado "prófugo" de la justicia chilena, era de esperarse que algo así pudiera ocurrir. Tanto así que al tomar la decisión de volver, Pascual lo hace asumiendo todos los riesgos que ello significaba, como el ser detenido una vez que cruzara la frontera o en cualquier momento o lugar. Dejando en claro que su intención jamás fue mantenerse oculto, sí decidió retornar era con la idea de poder transitar tranquilo, por lo mismo jamás asumió el hecho de ser tildado como un prófugo de la justicia.

La solidaridad anula fronteras

Una vez que la detención de Pascual Pichún fue noticia en los medios alternativos y circuló por todas la redes mapuche, despertó de inmediato las muestra de solidaridad en ambos lados de la cordillera. Los numerosos gestos de apoyo desde Argentina no se hicieron esperar surgiendo iniciativas en plataformas virtuales como facebook, en donde se creo el grupo "Pascual Pichún estamos con vos", para solicitar adhesiones las que ya suman cerca de mil 500. A ello se integra la creación del http://pascuallibre.blogspot.com/ el que hasta la fecha cuenta con alrededor de 4 mil visitas.

Al comentarle a Pascual los gestos de solidaridad que generó su situación se muestra sorprendido, guardando unos minutos de silencio, (...) Pascual contra pregunta ¿es mucho el apoyo? Sin poder dimensionar las demostraciones de cariño que despertó su detención en Chile, lo sorprende porque no se esperaba que después de tantos años fuera, su regreso y posterior prisión generara tal revuelo. Pese a sentirse agradecido por el apoyo que está recibiendo, hace hincapié que más que un respaldo hacía él, lo que espera es que exista una real toma de conciencia de la situación que enfrenta el pueblo mapuche hoy en día. Más allá de su caso en particular él espera que exista un compromiso efectivo, no tan sólo desde la sociedad civil sino también desde el mismo movimiento mapuche con el pueblo en su conjunto.

Lo que sí reconoce y que no le sorprendió saber, fue el respaldo generado desde Argentina porque de alguna forma se lo esperaba, los lazos de amistad y compañerismo que logró establecer durante su estadía en el vecino país eran su carta más segura. Lo que jamás pasó por su cabeza es que se estableciera una especie de coordinación desde ambos lados de la cordillera para lograr su libertad.

Hoy Pascual Pichún se encuentra recluido en la cárcel de Traiguén, cumpliendo condena, de cinco años, por un caso ya juzgado. Según el abogado del Observatorio Ciudadano, Ernando Silva, mientras no se pueda acceder al expediente no pueden tomarse medidas en términos de su condena y las posibles salidas administrativas a las que pudiera acogerse, ya que no existe claridad de la situación actual de Pichún. No obstante, no se descarta la posibilidad de solicitar por medio del abogado que lleve el caso la prescripción parcial de la pena para lograr su libertad.

En el caso se ser acogida la petición de prescripción parcial, este joven comunicador no desecha la intención de volver a Argentina. Aunque en estos momentos le resulte difícil pensar en esta posibilidad, argumentando que aunque no lo descarta tampoco podría asegurarlo. "Soy una persona que necesita estar en movimiento, sí volviera no sé sí lo haría para quedarme". Fueron siete años de exilio, un tiempo no menor y que sirvió para establecer lazos de amistad, afecto y comprometerse con causas comunes, como es la lucha del movimiento indígenas en Argentina.

Sí bien no existen puntos de comparación entre la persecución que puedan sufrir algunos integrantes del pueblo mapuche por parte de los Estados tanto en Chile como en Argentina. Es posible apreciar que el clima de hostigamiento en Argentina en términos de lucha, no llega al grado de tensión generado en Chile, desde el punto de vista de la criminalización y judicialización que debe enfrentar el movimiento mapuche por la exigencia de sus derechos y reivindicación de sus territorios ante el gobierno. Según la percepción de Pascual en el país vecino existe más apertura desde el Estado para tratar los temas relacionados con los pueblos indígenas que habitan la región, además de contar con un ambiente de solidaridad desde los más variados sectores de la sociedad argentina que no dudan en ir en apoyo con los movimientos indígenas del país.

En cambio en Chile el escenario es muy distinto; "acá no existe un real compromiso social, pareciera que la sociedad chilena quedó moldeada al sistema dictatorial y les cuesta desmarcarse de esa parte de la historia. Sin embargo, no se puede ignorar que día a día son más los mapuche que adquieren un grado de conciencia, de convicción y buscan comprometerse con esta lucha. "El que sean jóvenes los que asuman y toman conciencia de lo que significa ser parte del pueblo mapuche más allá de llevar un apellido no deja de ser gratificante", enfatiza Pichún.

Pese a asumir las consecuencias que acarreó su reingreso al país este joven comunicador mapuche, no deja de sentir desconfianza por seguir siendo perseguido en un futuro por ser quien es. Más que miedo es preocupación la que él siente. "Mal que mal la cárcel es difícil, no es una escuela como se dice responsablemente por ahí. Mi aprensión parte por no poder realizarme como persona en el ámbito profesional, laboral y familiar". El no tener pareja, en estos momento, es de gran ayuda porque no hay familia de por medio, sí la hubiera señala que habría pensando mejor la posibilidad de volver. Sin embargo, es de los que piensan que se deben tomar todos los caminos que se presentan en la vida, tanto así que las decisiones que elige la hace por lo que siente, piensa y cree. Siempre con la idea de ser un aporte, pensando en un futuro para no lamentarse ni mucho menos avergonzarse de no haberse comprometido cuando tuvo la oportunidad

Más información:

http://pascuallibre.blogspot.com/

.Audio publicado por Indymedia Pueblos Originarios en Argentina Indymedia (( i )) (2.8 mebibytes)

Mas información

Libertad para Pascual Pichun

Blog Pascual Libre

Carta Abierta a Pascual Pichun del Equipo de Comunicadores de Pueblos Originarios

Audiencia pública en Temuco a Pascual Pichun Collonao

ENTREVISTA AL PADRE DE PASCUAL PICHUN, (LONKO PICHUN)


Lonko Pascual Pichún: Fué un encarcelamiento injusto ...

Traiguén.- En el imaginario de la comunidad Mapuche, ronda la presencia de Neruda, aquel poeta que escapó por el Sur de la cordillera defendiendo sus ideas y libertad, después de la clandestinidad Neruda solía visitar Traiguén por su amistad con Aída Figueroa, eran otros tiempos, Aída era comunista y su hermano Juan Agustín Figueroa un mediocre abogado. No dejo de sorprenderme por la belleza del Sur, por su pobreza e injusticias.


Por Mario Casasús


Pascual Pichún Paillalao (1953) sobrevivió los últimos 5 años perseguido y encarcelado por Figueroa. Fabricaci
ón de delito, aplicación de leyes antiterroristas, 20 allanamientos a la humilde casa de la familia Pichún, un hijo preso (Rafael), otro refugiado en la Argentina (Pascual hijo) es el saldo de Figueroa, un abogado que es juez y parte del terrorismo de Estado e ideólogo del acosamiento a la comunidad Mapuche.

Pasé poco más de 24 horas en la comunidad de Traiguén, viendo cómo se ganan la vida, cortando leños, vendiendo flores en la feria, todavía se ve el trueque de animales, insisto no pueden ser terroristas, la bondad les asoma por los ojos, los nietos del lonko cantan con instrumentos Mapuche, pero a veces el dolor al que pretende Figueroa acostúmbralos se manifiesta cuando los niños juegan a que se los llevan presos los pacos.

Pero anoche hubo fiesta, era el cumpleaños de doña Flora, la mamá de Pascual Pichún Collonao y los primeros días del lonko Pascual en Libertad. Juan Pichún me llevó a casa de sus padres, mientras me contaba de su charla con Noam Chomsky, el intelectual norteamericano visitó Temuco para constatar las denuncias contra la comunidad Mapuche por parte de los latifundistas como política de Estado. Noam Chomsky perdió la capacidad de asombro cuando Juan Pichún le decía que era Juan Agustín Figueroa (presidente de la Fundación Neruda) quien se empeñó en destruir a su familia (16 de octubre de 2006). Sin otra presentación, dejo la voz a los sin voz:

- ¿Cuándo salió en libertad y después de cuanto tiempo?

- Yo salí el 4 de marzo cumpliendo una condena de 5 años y un día, por una ley especial que me aplicaron unos años atrás, el señor Juan Agustín Figueroa utilizó a los jueces como estrategia, para poder encarcelarnos.

-¿Estamos hablando de la influencia de Figueroa sobre el Estado de derecho?

- Sí

-Y ¿Cuál es el caso especifico por el que se le acusó bajo la Ley Antiterrorista?

Para mí todo el mundo, especialmente los defensores jurídicos se han preguntado y se vuelven a preguntar, ¿cómo fue posible esta condena? Ya que nunca hubo prueba de que se hiciera (el incendio en una casona abandonada) de lo que nos acusaba Figueroa.

-¿El hecho concreto de un incendio en la casa abandonada tiene que ver con esta acusación de Figueroa?

- Sí, porque primeramente nos acusaron de haber quemado una casa patronal y después fuimos al primer juicio que nunca se probó nada (quedaron absueltos). Entonces después se documentó que esa no era una casa patronal sino de inquilinos, tampoco supimos cómo se quemó.

-¿Ustedes niegan haber quemado esa casa? -Pascual es categórico en negar su participación-

-Nosotros no teníamos los conocimientos de cómo se quemó esa casa, a nosotros nos acusaron, nos indicaron con el dedo de que fuimos los responsables.

-(Intervengo) Eso tiene su nombre técnico: Fabricación de delito ...

-Seguramente, nosotros no lo entendemos, pero todo sucedió de aquella manera.

-¿Los abogados de ustedes cuántas veces pudieron apelar el concepto de la Ley Antiterrorista?

-Dos veces

-Y ¿Cuáles fueron las respuestas?

-Las dos veces nos dijeron que no la aceptaron en la Corte Suprema.

-¿Entonces fueron 5 años en prisión? ¿Cárcel común o de Alta Seguridad bajo el concepto de Ley Antiterrorista?

- En cárcel común y corriente, en la comunidad de Traiguén cumplimos los 5 años, nosotros como no éramos terroristas nunca buscaron ubicarnos en una cárcel de Alta Seguridad, por el hecho de que nunca se probó lo que Figueroa dijo habíamos hecho.

-¿Cuál fue la parte más difícil de este encierro de 5 años?

-Uhhh… muy duro todo, especialmente como lonko de la comunidad, somos una autoridad del pueblo y nosotros nunca tuvimos problemas, nunca fuimos a parar a una cárcel, ni siquiera por “chichas” (ebrios) como le decimos acá. Porque cuando llega una persona curada también iba a parar a la cárcel por no tener dinero para pagar la multa, jamás estuvimos presos antes. Fue un encarcelamiento injusto sin tener un conocimiento adecuado de por qué estábamos acá.

-¿Y trataron de presentar una baja de pena por no tener antecedentes y buena conducta?

-Siempre lo hicimos, después de todo cuando se vieron que nosotros estábamos en la razón, nos bajaron 9 meses (3 meses por año) con la nueva ley del gobierno de Ricardo Lagos.

-¿Cómo ha sido la relación de las comunidades Mapuche siendo vecinos de esta hacienda de Juan Agustín Figueroa?

- La relación, si le da trabajo a algunos, contadas familias, yo como autoridad tenía una buena relación, nosotros llegamos muchas veces a prestarle servicio al Fundo de Figueroa.

-¿Cuándo ocurre ese antes y ese después? ¿Por qué los comienza a perseguir Figueroa?

- Por hartas cosas, porque Figueroa quiso darme la primera puñalada por el hecho de que nosotros seguimos descubriendo papeles de que originalmente su Fundo era de 185 hectáreas y hoy día se encuentra casi con 3.000 hectáreas. La pregunta es esta: ¿dónde sacó estas tierras que tiene como Fundo él? Nosotros hicimos las cosas (investigaciones) sin tocarlo ni a él ni a sus propiedades. En cambio con la Forestal Mininco hubo una grande lucha con la recuperación de tierras que tenían usurpadas y logramos echar a la forestal de la zona. Entonces Figueroa se asustó que el día de mañana le iba a tocar su turno y además no tenía los papeles de que era dueño de su Fundo. Yo creo que fue por eso que Figueroa se apuró en darnos una ley especial.

-¿Figueroa los identifica y viene la persecución?

- ASí es. Nosotros siempre mostramos la cara cuando teníamos la injusticia con la Forestal (en Santa Rosa), por medios de comunicación y en publicaciones.

-El año pasado entrevisté a su hijo que vive refugiado en Argentina ¿por qué parece que Figueroa tiene algo contra su familia?

-Todos los hijos tuvieron una mayor educación, lo jóvenes tienen la capacidad de entender todo mejor que uno incluso, de cómo se manejaba este país y qué estaban haciendo los latifundistas, los forestales. Entonces mis hijos (con otros) comienzan a descubrir y difundir esto a lo largo del territorio mapuche, por eso creo que fue la persecución contra mi familia.

-¿Ahora que está en libertad ya pudo comunicarse con su hijo refugiado en Argentina?

-Sí, hemos tenido comunicación por teléfono, igual él está pidiendo asilo político porque sabe de la persecución que tiene y mi otro hijo está aquí en la cárcel.

-¿Usted sabe el número de Mapuche que están presos?

-Si yo le dijera exactamente estaría mintiendo, entre procesados, perseguidos, presos, asilados, 8 que andan clandestinos, en total más de 200 Mapuche yo creo.

-¿Usted compartió celda con los Mapuche que hicieron una huelga de hambre por más de 70 días?

-Yo compartí con Patricia Troncoso “La Chepa”, compartí 4 juicios con ella.

-¿Cómo están ellos después de la huelga de hambre?

-Antes de salir los fui a ver, porque tenía un permiso dominical y logre ver a “La Chepa” que estaban recuperándose. No tengo los recursos para salir a visitar a mi gente en cada unidad de penal, quisiéramos contactar con todos pero no podemos por escasos recursos.

-¿En el Caso de “La Chepa” (Patricia Troncoso) Figueroa ya no es la parte acusadora? ¿son otros latifundistas inspirados en las leyes Antiterroristas aplicadas por primera vez en contra de ustedes?

- Sé que la primera parte cuando fuimos acusados de eso (terroristas) fue por parte de Agustín Figueroa y ahora otros latifundistas le copiaron la idea.

-¿Cómo se siente en libertad? ¿qué fue lo primero que hizo?

- A la salida del penal hice declaraciones públicas a la prensa local e internacional. Llegó gente de todos lados a recibirme y eso fue bueno, sentir que uno tiene apoyo.

-¿Pero estos medios chilenos muchas veces censuran sus declaraciones? Por ejemplo, el Canal MEGA TV cuyo dueño es Ricardo Claro, socio de Figueroa desde 1950 cuando estudiaban juntos derecho en la Universidad de Chile.

- No creo que solamente MEGA (Tv), a todos los canales de TV tampoco les interesó darle mucha cobertura, porque es una vergüenza lo que mandan los políticos en este momento. Yo creo que a la manera en que trabaja Figueroa es traicionar la idea de las bases de Neruda, lo que dice en su testamento.



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