sábado, 5 de septiembre de 2009

MIGUEL BENASAYAG

Sin poder ni modelo
Miguel Benasayag

Sociólogo, filósofo, periodista, escritor, militante social, integrante del movimiento de resistencia civil que hay en Francia frente a la expulsión de “Sin-Papeles” y migrantes “ilegales”.

*Es profesor de posgrado en la Universidad de Lille y autor de una veintena de libros de filosofía, entre ellos, Pensar la libertad y Crítica de la felicidad.

*Participa de la Red de Educación sin Fronteras (RESF) y es fundador de Malgré Tout (“A pesar de todo”) organización popular en contra la persecución racial, desde donde se trabaja teórica y prácticamente sobre la crisis social.

*Organizador de movimientos de acción directa desde Europa en contra de la minería a cielo abierto en Argentina

EX COMBATIENTE DEL ERP, MILITANTE DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES, LLEGO A FRANCIA TRAS CUATRO AÑOS DETENIDO- DESAPARECIDO POR LA DICTADURA EN UN ACUERDO ENTRE AMBOS GOBIERNOS DE PRESOS POLITICOS FRANCO-ARGENTINOS A CAMBIO DE SILENCIO POR LAS DOS MONJAS FRANCESAS DESAPARECIDAS EN LA DICTADURA

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Benasayag es profesor de posgrado en la Universidad de Lille, en las afueras de París, y autor de una veintena de libros de filosofía, entre ellos, Pensar la libertad y Crítica de la felicidad. Vive frente a la Bastilla, con su pareja Angelique del Rey, profesora de filosofía francesa. Con ella, y la colaboración de la Red de Educación sin Fronteras (RESF), publicó en Francia el libro La Caza de los Niños. El efecto espejo de la expulsión de los sin papeles (“La Chasse aux Enfants. L’effet miroir de l’expulsion des Sans Papiers”, Ed. La Découverte), resultado de su investigación. La idea del estudio nació en el marco de su trabajo en el colectivo Malgré Tout (A pesar de todo), desde donde Benasayag la emprende contra la persecución racial. Se trata de un grupo de estudio e intervención, que creó hace 20 años, desde donde trabaja teórica y prácticamente sobre la crisis social. Y a la vez, analizan las nuevas formas de compromiso social..











Transversales Science Culture: En vuestro libro Du contre-pouvoir se habla de la nueva radicalidad que traen los movimientos cívicos y sociales. ¿En qué consistiría ésta?
Miguel Benasayag: Diego Sztulwark y yo vemos en la entrada en escena del movimiento zapatista en Chiapas (México) el punto de partida de la emergencia de una nueva radicalidad. Los zapatistas renuevan con su discurso y sus prácticas alternativas: no se contentan con denunciar los excesos del sistema sino que afirman que la sociedad del dinero y el beneficio puede y debe ser superada. En los años siguientes, los movimientos que se desarrollan en Francia y en Europa por parte de los sin papeles, los sin techo, los parados..., participan, más allá de las reivindicaciones inmediatas, de la misma voluntad de construir una alternativa a la mercantilización del mundo.
Por todas partes, en el mundo entero, emergen experiencias de lucha que buscan vías para una nueva emancipación. Esta contraofensiva está en ruptura respecto a los métodos de los grupos políticos tradicionales: saca del centro de atención, sin negarla, la cuestión del poder y rechaza la idea de un modelo anticipador definido a priori... Los viejos hábitos de la militancia “anti” son abandonados en provecho de la búsqueda de modos de vida y de prácticas alternativas: se trata de superar con actos, en la vida de cada día, el individualismo del sistema. Se trata de construir la emancipación aquí y ahora, a través de solidaridades de situación.

TSC: ¿En qué sentido dejan de lado estos nuevos movimientos la cuestión del poder?
MB: Lo que constituía la cuestión central de toda política alternativa, la toma del poder y sus modalidades como punto de tránsito obligado en la transformación de la sociedad, se convierte en relativamente secundario. Ciertamente, y en un momento dado, frente a tal o cual situación, los movimientos contestatarios pueden verse abocados a ocuparse del poder. Pero su conquista no es ya el objetivo perseguido. Esta posición no es “basista”, sino que resulta más bien de una hipótesis filosófica y antropológica: el objetivo no precede nunca a la acción; se redefine permanentemente a medida que esta acción evoluciona. En este esquema, ni el poder, ni cualquier otra cosa en su lugar, pueden ser el objetivo a conseguir.

TSC: ¿La ausencia de modelo no constituye también un hándicap?
MB: Con la quiebra del sistema soviético se ha pronosticado el final de los grandes relatos de la historia, de la razón, del sujeto. Este grito de guerra contra toda tentativa de transformación social tiene un núcleo de verdad: el “modelo” que durante años estructuró el pensamiento y la práctica militante se ha vuelto caduco. Las luchas de los años 90 en Chiapas, Brasil, Europa... señalaron el retorno de una nueva subjetividad anticapitalista, pero seguíamos teniendo la impresión de que estas luchas se desarrollaban “a pesar” de la ausencia de modelo. Hoy estamos llegando a una nueva fase, en la que lo que se vivía como carencia se percibe como una baza positiva: si las experiencias alternativas se multiplican por el mundo, no es “a pesar de” sino “gracias a” la ausencia de modelo. ¿Por qué? Todo el mundo nota claramente que la complejidad de lo real no ofrece base para un modelo... mientras que un proyecto, como tal, se acomoda muy bien a esta complejidad. Veamos un ejemplo simple: en Argentina, dos millones y medio de personas están insertas en redes de trueque, pero nadie pretende que esto constituye un modelo alternativo al neoliberalismo. Estamos cómodos en el proyecto, no en el programa o el modelo...

TSC: ¿No están teniendo problemas en Francia los movimientos cívicos y sociales para escapar a la tentación del modelo?
MB: En Francia estamos siempre cerca de la tentación de querer demostrar algo. Cuando se hace cualquier cosa, hay que ser conocido y reconocido. Aquí, lo universal, el sentido, la trascendencia, se buscan en la representación de lo que se hace. En América Latina se sitúan más directamente en el nivel de la acción misma. Este ansia permanente de demostración constituye sin duda un obstáculo para la emergencia real en Francia de una alternativa.

TSC: ¿Esta preocupación por la representación no se explica también por la voluntad de superar el carácter segmentado de las luchas y las iniciativas?
MB: Desde luego, la dispersión actual de combates e iniciativas es un freno. Y los movimientos contestatarios andan escasos de una cierta forma de visibilidad y de legibilidad. Pero no podrán encontrarla nunca en los modelos clásicos de representación y de mediatización. Siempre hay que partir de las situaciones concretas, porque no hay totalidad más que en la parte. La centralidad y la dispersión conducen igualmente a la impotencia. Nosotros les oponemos la categoría de las multiplicidades. La multiplicidad es una forma de inmanencia en la trascendencia, mientras que la dispersión se sitúa en la inmanencia sin trascendencia.

TSC: Insistís mucho en las prácticas “situacionales”, afirmando que “en cada situación existe la posibilidad de una política subversiva que cuestione las relaciones de poder hegemónicas de la época”. ¿Os aproxima esta visión a los situacionistas?
MB: No realmente. Los situacionistas hablan de construir situaciones; nosotros decimos que las situaciones se autoafirman, se autoconstruyen... La totalidad de un sistema se expresa concretamente en determinadas situaciones. Para nosotros, el destino de un movimiento de situaciones dependerá en gran medida de la fuerza que tengan los nuevos militantes para resistir a la virtualización de un contrapoder.

TSC: Evocáis otra ruptura antropológica: la que concierne al lugar del hombre en el universo...
MB: Ya Spinoza estimaba con justeza que no somos un imperio dentro del imperio. Hemos tardado varios siglos en aceptar lo que nos dijo. La rehabilitación de las culturas indígenas en América Latina es para mí un buen indicio: si los indios vuelven a estar de moda es sobre todo porque son portadores de una cultura que valora la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Está en vías de ser superada una hipótesis fuerte de nuestra modernidad, según la cual la libertad reside en la dominación del hombre sobre la naturaleza…

TSC: ¿Qué lecciones extraéis de las recientes elecciones francesas?
MB: Estas elecciones son una señal de atención sobre una evidencia: el poder no es el lugar de la potencia, de la fuerza. Siempre habrá un aspecto neurótico en el ejercicio del poder en el sentido tradicional del término. Siempre habrá gente encantada de que la llamen “representante del pueblo”. Pero son ellos los que deben adaptarse al retorno de la política a la base: ciertamente, no son los nuevos movimientos sociales quienes deben adaptarse.

TSC: ¿Esa gozosa contestación que describís no se enfrenta a un serio obstáculo, la tristeza que invade nuestras sociedades?
MB: La primera razón de esta tristeza generalizada es que la promesa de un paraíso terrestre que resultaría del progreso histórico no se ha mantenido: el futuro, que, hasta cierto momento, pertenecía al territorio de la esperanza, se ha transformado en espera angustiada frente a un horizonte de amenazas. Así es como la tristeza y la impotencia han invadido nuestras sociedades.
El capitalismo, bajo su forma neoliberal, aparece hoy día como un sistema de tristeza consolidado, de forma que nada parezca posible. El progreso ha sido enviado al desván, pero queda un sucedáneo: el confort.
Además, esto hace que incluso el menos adinerado de entre nosotros siempre tenga mucho que perder: una manera de estar en el mundo, unas maneras de sentir, de pensar y de amar, profundamente estructuradas por el individualismo... Mucha gente ya no siente deseo, sólo tiene ganas... Sólo el deseo, sin embargo, puede recrear el vínculo social.

Benasayag en la asamblea de Carta abierta, diciembre 2008, (Biblioteca Nacional)

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Una entrevista del humanista Fauré a Miguel Benasayag de Marzo, 2006 que es bueno revisar
“…la Revolución será múltiple o no será”
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FAURÉ ENTREVISTA A BENASAYAG
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Entrevista al filósofo argentino Miguel Benasayag“HICIMOS REVOLUCIONES, TOMAMOS EL PODER,PERO EL MUNDO NO CAMBIÓ”
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1¿La Revolución? ¿Cuál de todas? Entre quienes trazamos rutas de liberación tanteando en fórmulas de antaño y horizontes que se abren en distintos puntos del planeta, no existen fórmulas mágicas. No existe un modelo único de la Revolución, duela a quien le duela. Incluso, doliéndonos a nosotros mismos. La tarea no es fácil, pero no caminamos solos. Uno se va topando con compañeros de ruta, cargados de preguntas y unas cuantas intuiciones. Algunos provienen de nuestra generación. Otros, algunos pocos, conocen más kilómetros y han conseguido bosquejar ciertas conclusiones. Uno de ellos es Miguel Benasayag.
2Cuando el siglo XX cruzaba media cancha, comenzaron los cuestionamientos más concretos a un modelo único para la Revolución. Las tensiones entre los movimientos comunistas europeos, asiáticos y latinoamericanos, salían a la luz ya sin vergüenza. ¿Podían pensarse atajos a la carretera electoral? ¿Podíamos cortar por la berma y saltarnos el molde institucional, liberar la revolución de la asfixia legalista? Como no. Los sesenta y setentas abrieron esos senderos de experimentación. Acá, en el sur, un puñado de argentinos emprendía su propia aventura, arriesgando la vida mas no la vía elegida. El Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP, las emprendía contra los conductos tradicionales de la izquierda rioplatense, no sin generar ruidos. En medio de ese puñado de transgresores, un flaco y melenudo Miguel Benasayag. De esa época aprendió a no conformarse con los moldes rígidos y los modelos únicos: la Revolución será múltiple o no será. “Mi deseo por la lucha nace de la experiencia en el ERP, en la cárcel y de la muerte de muchos amigos, de la alegría de luchar”
3“Somos lazos” – me comenta- “no esa figura del individuo, tan asfixiante, tan artificial como funcional al neoliberalismo”. Más allá de las características propias de cada región del mundo, el neoliberalismo “se impone por la separación, ya sea del hombre y su trabajo, de unos hombres con otros”, lo cual nos rebaja a engranajes bien aceitados, mas no seres integrales. Radicado en Francia desde hace un par de décadas, Benasayag realiza sus labores políticas desde el Colectivo Mallgré Tout (”A pesar de todo”). En esta experiencia, de la cual se hace parte su mujer Florence Aubenas, periodista francesa de Liberation, (”quien tiene esa extraña costumbre de hacerse secuestrar en Irak”, nos confidencia), las emprende contra la segregación clasista y racial contra los inmigrantes. No es un proyecto totalizador, no pretende volcar el mundo, pero tampoco maquillarle sus asperezas. “No somos asistentes sociales de Izquierda”, refiriéndose a su trabajo en París, “con esta lucha antiracista generamos la apropiación de la propia dignidad para los inmigrantes, un ámbito desde el cual ellos re-conocerán su poder y desde allí reconstruirán una nueva identidad”. ¿Será entonces que la fórmula son esos pequeños proyectos de base? “No necesariamente, tampoco podemos pensar siempre en chiquito, tenemos la potencia para desarrollar un contrapoder que vaya más allá, hacia luchas coordinadas que permitan subir el tamaño de las demandas y hacer más agudos los objetivos”



4“Los gobiernos de Izquierda no son traidores, hacen lo que les corresponde desde la impotencia”. Las miradas sorprendidas de los estudiantes que le oían, le obligan a una aclaración: “Creo que el Poder Estatal es un lugar de impotencia, desde allí no transformas una sociedad y eso lo saben muy bien quienes están allí instalados”, sube el tono para afirmar “la lucha que propiciamos se basa en la intensidad sobre un punto de la red, es decir, frente a la lucha política representativa y sus aparatos, la cual es extensa, la cual se pretende totalizadora, oponemos una práctica intensiva”. En minutos, el público del Auditorio José Carrasco Tapia de la Escuela de Periodismo, se agrupa para oír a Benasayag. “No estoy diciendo que un tipo de lucha sea más válido que otro, poseen igual validez, pero a mí modo de ver, creo que la lucha intensiva es más radical y efectiva al momento de propiciar cambios de fondo”. Para ejemplificar, Miguel trae al recuerdo diversas experiencias históricas que implicaron la asunción del gobierno estatal, vía electoral o armada, pero que poseían débil soporte social, puesto que en la base no estaban asumidos los valores que harían posible una Revolución. “Tomamos el poder muchas veces, hicimos grandes revoluciones, pero el mundo no cambió”.
5El encuentro con el autor de “Política y Situación” y “Pensar la Libertad”, se da en el marco del Coloquio Internacional sobre Michel Foucault. Del filósofo francés, Benasayag extrae algunos elementos útiles a una nueva Teoría de la Liberación. “El Poder no es una institución, es una red de dispositivos que se alojan tanto en instituciones como en los propios seres humanos, en nuestras conciencias”. Desde esta reflexión, todas las prácticas libertarias son útiles al momento de desentrañar y desarmar la red del Poder. Junto al colectivo argentino Situaciones, Benasayag ha emprendido una tarea conjunta de recuperación de experiencias libertarias. Éstas iniciativas coinciden en una práctica antisistémica, autónoma y horizontal. “Contrapoder” es el nombre que le han dado a estas prácticas. Bajo este rótulo cabe la rebelión del 19/20 en Buenos Aires, la lucha tupamara, los piqueteros y colectivos de educadores populares en la Universidad Trashumante. “No existe una verdad, sólo hay experiencias, múltiples prácticas de liberación, desde ellas hay que construir teorías”. Por ello, la imagen del Contrapoder no estará nunca acabada, será siempre una intención, cuya exigencia es la “hacer y hacer”.Traemos a la mesa recuerdos de grandes procesos de cambio, en los cuales las esperanzas de los primeros días se desvanecieron violentamente: “muchos compañeros creen que la revolución es un proceso que culmina con un cambio drástico, pero las cosas se enfrían y muchos de los que se instalan en el poder tras una ‘revolución’ buscan que no se enfríen porque es allí cuando aparece la crítica”.
6“La lucha por una Universidad de saberes no utilitarios es prioritaria”. La Universidad Social Eduardo Galeano se enmarca dentro de las iniciativas que buscan crear un contrapoder al modelo neoliberal de Universidad. Desde la educación popular, socializa conocimientos libertarios entre diversas franjas juveniles. Benasayag comparte esta propuesta, desde su propio proyecto en Mallgré Tout; “El universitario debe situar su saber en las condiciones de la villa y traer la villa a la Universidad”. Los ejes neoliberales se mueven hacia un capitalismo en el cual el conocimiento es un bien transable a un alto precio. Sin embargo, tales saberes son utilitarios, responden a la lógica del Mercado. “Para el Sistema, el saber válido es el que él entrega y produce, pero el no-saber de las mayorías es un saber riquísimo, nace de la vivencia, y es ése el saber que nos toca rescatar”. En medio de un mes convulsionado por las movilizaciones estudiantiles en Chile, Benasayag sentencia: “la Universidad debe ser bastión de la lucha anticapitalista y del desarrollo de saberes no utilitarios” -sostiene- “pero siempre concientes que para actuar en el medio popular no vale más la figura del iluminado”.
7A poco rato de despedirnos, rodeados de una veintena de estudiantes y académicos que le oyen atentísimos, apiñados en el hall del Auditorio, Benasayag esboza un análisis del momento actual. “Hoy debemos ser capaces de generar imágenes alternativas de vida más potentes que las ofrecidas por el Sistema. Ya no son sólo las ideas, sino las propuestas vitales, íntegras y libertarias, las que pueden hacer converger a más personas en un proyecto liberador”. Contrario a lo que se señala desde diversas propuestas antiglobalización, para el argentino es necesario “acabar con la esperanza, en cuanto pasión triste que aumenta la impotencia. No hay nada que esperar, todo lo deberemos hacer hoy, aquí y ahora”. Respondiendo a la consulta sobre la carencia de un nombre para el horizonte de nuestras luchas, Benasayag responde “estamos en un período oscuro y es muy valiente afrontar luchas aún sin ver con nitidez el futuro. Debemos preocuparnos del presente, que es presente del pasado y presente del futuro. Hoy construimos el mundo de mañana, hoy es cuando debemos dar las respuestas más íntegras y construir las formas de vida que deseamos”. ¿Pero que le dirías a los que ven esta oscuridad como destino?, le digo al instante, “Mira, la Historia va siempre en un vaivén de períodos oscuros y períodos claros, tal como nosotros mismos. Nuestros propios procesos personales reflejan esa dualidad, somos esa dualidad, ¿qué hay que temer entonces? Lo único que vale es apropiarnos de este presente y salir de la tristeza y la impotencia”.
Cuando nos dábamos los últimos abrazos, camino a la sala de USEG, me comenta en voz baja: “lo importante es recuperar la alegría de luchar: hagamos que la lucha libertaria sea deseable para muchos, sea un placer y una necesidad profunda del ser. El martirologio es de pelotudos, viste?”. Y no me lo dice cualquiera.

OTROS SITIOS Y MAS INFORMACION SOBRE, CON Y DE MIGUEL BENASAYAG:

NOTA EN PAGINA 12





El efecto espejo en Francia
El filósofo y psicoanalista francoargentino Miguel Benasayag publicó hace algunos meses en París, donde vive desde hace treinta años, una investigación sobre una cara desconocida de la persecución contra los sin papeles en Francia: el efecto que causa en los niños franceses la expulsión del país de sus compañeros de clase, hijos de inmigrantes. ¿Qué pasa en la cabecita del chico que se queda en la escuela con un banco vacío? ¿Qué sienten los alumnos cuando les explican –o no le explican– cómo y por qué han desaparecido sus amigos? ¿Qué ciudadanos del futuro se está construyendo con ese clima? Estas son algunas de las preguntas que se formuló Benasayag, un ex combatiente del ERP, preso durante la última dictadura militar, para estudiar un fenómeno que se profundiza en el Viejo Continente a partir de la aprobación por el Parlamento Europeo de la cuestionada “Directiva Retorno”, que incluye detenciones de hasta 18 meses de los ilegales y hasta el apresamiento de menores. “Esta política de ataque a los sin papeles no puede indirectamente dejar de atacar al conjunto de los franceses”, señaló Benasayag, en diálogo con Página/12. De paso por Buenos Aires, detalló los alcances del movimiento de resistencia civil que hay en Francia frente a la expulsión de sin papeles –que él mismo integra–.



Francia: Denuncian en Embajada Argentina avance de la minería a cielo abierto y de uranio en Jujuy

.El Señor Noël Mamère, diputado nacional de los Verts (Verdes) e intendente de Bègles, y ex Secretario General del Partido Verde; el Señor Miguel Benasayag, filósofo y psicoanalista franco-argentino, y anterior opositor a la dictadura, la Señora Fausta Quattrini, periodista y directora del documental “La Nación Mapuche”, Helia Caceres, miembro de FAL (France Amérique Latine) estuvieron presentes para la entrega de las firmas. El grupo estaba compuesto por ocho personas y un cameraman.

A la mañana el colectivo “D’un plateau à l’autre”, (de un altiplano a otro), había confirmado su visita por teléfono, acordando que cinco personas serían recibidas por la Señora Estela Alejandra Bursese, Secretaria Encargada de Asuntos Multilaterales en la Embajada Argentina, quién tien
e como misión hacer llegar la información al Señor Embajador, el cual se encontraba ausente.

A penas llegada la delegación a la embajada (Noël Mamère, Miguel Benasayag, Fausta Quattrini, Helia Caceres, y un estudiante en Filosofía de La Sorbonne), la secretaria les impidió el paso, permitiéndolo sólo a tres personas, recordándoles que estaban en un “Estado de derecho”! Cuando en la sala cinco sillas estaban previstas para la recepción de la delegación, demostrando que se decidió en el momento esa restricción, tal vez para desestabilizar a los delegados. Lo más notable fue la invocación del “Estado de derecho” ante un opositor a la dictadura, ex-detenido desaparecido durante cuatro años y que perdió a miembros de su familia: ¡El ex-militante ha pagado un precio elevado para que este Estado de derechos pueda existir !. Una vez vuelta cierta tranquilidad, la Señora Estela Alejandra se resignó a dejar entrar a las cinco personas y la entrevista pudo empezar.

Miguel Benasayag explicó el propósito de los dos colectivos : “hacer conocer a la Presidente Cristina Fernández de Kirchner y a los miembros de su gobierno nuestra voluntad de iniciar un diálogo sobre la política minera en Argentina”. Explicó “el compromiso conjunto de los dos grupos con las luchas del pueblo jujeño en contra de la minería a cielo abierto, emprendida por la empresa “Uranio del Sur S.A., entre otras.
Sus proyectos mineros amenazan la Quebrada de Humahuaca, inscripta desde 2003 en el patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad por la UNESCO, y a sus poblaciones, lo que ha generado la campaña de firmas dirigida a la Presidenta de la República.

Recordó las acciones de información y sensibilización emprendidas en Francia, sobre los riesgos de la industria del uranio para los pueblos autóctonos, su vida, su salud, su cultura y su modo de vida, así como para el medio ambiente, tanto en el Noroeste argentino como en otras partes. Solicitó al gobierno argentino que dejara espacios de diálogo en Argentina y en el extranjero sobre este tema, y afirmó que la democracia no se puede concebir hoy en día sin tomar en cuenta las cuestiones ambientales : economía y ecología tienen que ir de conjunto, así como ecología y democracia. Por ello expresó la voluntad de los colectivos de que el gobierno argentino integrase la ecología en el funcionamiento democrático del país.

El diputado Noël Mamère recordó que en septiembre del 2008 se había creado el colectivo “D’un plateau à l’autre” por iniciativa de Miguel Benasayag, como Diputado de los Verts (Verdes) franceses, para formar desde el Norte, un puente con los paises del Sur que padecen consecuencias desastrosas para sus poblaciones y para el medio ambiente con la explotación de minas de uranio a cielo abierto. Los efectos contaminantes de la minería a cielo abierto con uso de sustancias toxicas y de las sustancias radioactivas de esas minas son de extrema gravedad para las poblaciones, el ganado, las tierras y las napas freáticas, al diseminar sustancias nefastas que permanecen miles de años.

El diputado afirmó que “las decisiones se toman desde arriba del Estado sin tomar en cuenta a las distintas instancias territoriales”. Prosiguió afirmando que “creando este colectivo, quisimos alertar al gobierno y la opinión pública en Argentina sobre los riesgos para el pueblo de Jujuy de la explotación minera a cielo abierto y en especial la de uranio, y expresar nuestra solidaridad con las poblaciones afectadas por ese problema, inspirándonos en los derechos humanos y particularmente los que consideran el derecho de todos a vivir en un medio ambiente sano y salvo.”

Helia Caceres, de France Amérique Latine, Franco-Peruana, afirmó su voluntad de llamar la atención del gobierno argentino sobre los peligros de la industria nuclear para las generaciones presentes y futuras, considerando que esa industria implica peligros para los que explotan la materia prima así como para los que viven en los territorios donde operan las centrales nucleares, y que hasta hoy no se conoce ninguna real solución de reciclaje para los desechos nucleares. Espera que Argentina pueda ser un país ejemplar en materia de desarrollo sustentable frente a la crisis energética, apostando a una política que privilegiara la economía de energía, la eficiencia energética y las energías renovables, más que en la energía nuclear, impulsando una política energética y minera que protejara la salud y la vida del pueblo argentino y su medio ambiente.

Luego, Fausta Quattrini, periodista y documentalista, ha denunciado el hecho de que “los destrozos sobre el medio ambiente generados por la política minera y petrolífera no se contabilizan ni se toman en cuenta, como en Loma de la Lata, Provincia de Neuquén. Las fuerzas del orden público siguen expulsando familias y comunidades mapuches de sus tierras ancestrales, para dejar lugar a sociedades de extracción mineras, petrolíferas, gazíferas, etc. El Estado argentino no respeta a su propia constitución, que en 1994, con la adopción de la Convención 169 de la OIT, relativa a los Pueblos Indígenas, el Estado Argentino se comprometió a nivel internacional, reconociendo constitucionalmente “la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas” así como “el derecho ancestral a la tierra para los pueblos originarios”.

Finalmente Donatien Costa, estudiante, del Colectivo Sí a la vida, denunció la explotación minera en un medio ambiente periglaciar y en particular el proyecto Pascua Lama y la mina de Veladero, ambas situadas en San Juan. Recordó la importancia de los glaciares como fuente de agua y reguladores hídrico en un medio árido, sabiendo que todas la actividades humanas y animales dependen del agua de los glaciares, ya muy afectados por el calentamiento global.

La delegación ha entregado el petitorio a la Sra Secretaria para que lo transmitiera, por intermedio del Embajador, a la Presidencia de la Nación. La Secretaria notó atentamente todo lo que se ha dicho y los colectivos franceses tienen esperanza de que sus reivindicaciones hayan llegado a la Presidencia argentina, y en caso contrario, reiterarán su demanda a la Embajada Argentina..


2 comentarios:

san.lp.87 dijo...

buenisimo, yo no conocia a esta persona

Anónimo dijo...

Es increíble que este hombre, si era verdaderamente militante, etc., se haya vuelto un postmodernista. Que decepción.