Ellos se atrevieron
"No se trata de esta o aquella cuestión secundaria sobre tácticas, sino de la capacidad de acción del proletariado, su fuerza para actuar, de la voluntad de poder del socialismo como tal. A este respecto, Lenin y Trotsky y sus compañeros fueron los primeros, los que avanzaron a la cabeza como ejemplo para el proletariado del mundo: son todavía los únicos que hasta el momento pueden gritar: ¡Me he atrevido!" Rosa Luxemburgo
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Documental sobre la lucha de clases en Rusia.Primera parte
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TROTSKY EN NUESTRO TIEMPO - Programa del CEIP en TVPTS
"TROTSKY EN NUESTRO TIEMPO" Nuevo programa en TVPTS - LUNES 21:30 hs. / Producido por el CEIP, Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones "Leon Trotsky" / Realizado por Contraimagen para TvPTS
Trotsky en Nuestro Tiempo - a 69 años de su asesinato
Trotsky en Nuestro Tiempo - Segunda emisión A 69 años del asesinato de León Trotsky - Entrevista a Esteban Volkov y Gabriel García Higueras
Version en español de un documental presentado por David L. Wolper. Una vision sezgada pero con aciertos e imagenes que merecen publicarse.
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"Welcome"... Trotsky
Celia Hart, Cuba, 27 de Agosto del 2005
La película alemana Good Bye Lenin carece de una dimensión. Lo sé porque viví allá, en la RDA hasta poco antes de la caída del Muro. Ese Muro estaba derribado antes de erigirse. La inmensa tragedia que constituyó el tránsito al capitalismo en la Europa del Este no puede medirse por el par de años que transcurrieron desde la vulgar y decadente perestroika hasta que vimos derribarse festinadamente las estatuas de Lenin. No se le puede decir adiós a Lenin, pues nunca se le dio la bienvenida. Tan sólo importaron una imagen, marginándolo, convirtiéndolo en un sumiso payaso de la burocracia estalinista.
Al Lenin que le trataron de decir adiós en aquella película, no era para nada representativo del iniciador del socialismo en el mundo. Aquellas estatuas estaban vacías de contenido... sospecho que también de forma.
Eso sí. No lo entenderemos mientras permanezcan ocultos en muchos sitios la vida y el pensamiento de León Trotsky. Puede ser irónico mas la única manera que podemos traer a Lenin de vuelta es entendiendo por cuáles razones fue desterrado su mejor contemporáneo. No sabremos entender lo que pasó si no comprendemos el oscuro mecanismo por el cual la casta burocrática soviética se adueñó del socialismo, traicionó la internacional, y desmontó el espíritu revolucionario del mundo.
Por supuesto nos queda una alternativa: Descubrirlo todo desde el principio, cosa que nos llevará el tiempo que es cada vez más escaso, además estaríamos rechazando información de primera mano. Es como si naufragara un barco, y el maquinista enviara notas expresas de cómo y porqué naufragó, y entonces con dosis elevadas de irresponsabilidad pretendiéramos zarpar, por los mismos mares y con las mismas intenciones sin investigar las causas de la catástrofe, enterrando como avestruces el mensaje embotellado en la arena.
Comparto con Hugo Chávez su discurso de urgencia donde, más o menos parafraseando a Federico Engels, expresa nuestra disyuntiva, la cual se balancea entre el socialismo y las cucarachas. Sí, las cucarachas, pues la barbarie sería una variante casi idílica de pensar en los días actuales, luego de calcular groseramente el numero de veces que podríamos exterminar la vida en la Tierra.
El siglo XX no ha terminado de hablar. La vicisitudes por las que pasó la práctica revolucionaria está en gran medida engavetada. Y si alguien puede hablarnos del siglo XX es precisamente León Trotsky.
Ernest Mandel lo dijo mucho mejor: "De todos los más importantes socialistas del siglo XX Trotsky fue el que más claramente reconoció las tendencias fundamentales del desarrollo y las contradicciones principales de la época, y también fue Trotsky quien formuló más claramente una adecuada estrategia emancipadora para el movimiento obrero internacional." 1
Sí, necesitamos a Lenin, mas hoy no vendrá a nosotros sin que escuchemos lo que Trotsky debe decirnos. Ellos defendieron lo mismo, tan sólo Trotsky lo sobrevivió y supo interpretar en su propia vida y con su propia muerte los poderes del exterminio del socialismo. Reto en este instante a cualquier pensador que de manera sincera pretenda interpretar la historia que no tenga que recurrir, incluso para rebatirlas, a las experiencias trotskistas. Los que las obvian, los que las pasan por alto no son verdaderos leninistas.
La posibilidad del tránsito al socialismo es un descubrimiento científico. No es un poema, ni una manera de hablar. La única forma que tenemos de acceder a él es a través de la lucha de clases. Así de sencillo. El socialismo del siglo XXI es tan sólo porque estamos en el siglo XXI. Es casi una obviedad decirlo. El descubrimiento del origen de la explotación capitalista es una verdad científica del mismo valor y de la misma objetividad que el movimiento de traslación de la Tierra en torno al Sol. No necesitamos a Einstein para que nos explique a través de la Ley de la Relatividad General y las geodésicas, la causa por la que pasamos del verano al otoño. Newton es más que suficiente. Los resultados son idénticos y las matemáticas infinitamente más sencillas. No necesitamos entender los huecos negros, o las teorías de Hawking para colocar un satélite en órbita. Puede ser que las comunicaciones, la informática etc., hayan complicado un tanto la realidad del capitalismo moderno, pero la esencia, (el pollo del arroz con pollo) sigue siendo la misma que hace siglos atrás. No hacen falta los "economistas cuánticos" o la "matemática tensorial" para explicarnos el origen de la explotación y la depauperación del sistema capitalista en la actualidad
El llamado socialismo del siglo XXI es equivalente a decir que debemos construir un avión del siglo XXI. Pero ese avión deberá vencer la gravedad, como hizo el del siglo XX. En el siglo XXI, tal cual desde hace unos cuantos miles de millones de años, la constante G de Gravitación Universal sigue siendo la misma que calculó Newton (G = 6,7 x 10-11 m3 / Kg . s2 ). Coincido que debemos fabricar aviones más cómodos, rápidos y seguros, pues las exigencias del siglo XXI difieren de las del siglo XX, pero la razón última de una pieza que deba vencer la gravedad es la misma. Haciendo un parangón pudiéramos decir que nuestro avión que trató de vencer la gravedad en 1917 tomó altura y se estrelló contra la superficie terrestre. Mas nos vale buscar las causas antes de tanto discurso futurista, pues por mucho siglo XXI que haya, G sigue invariante. Del siglo XIX al XXI las razones primigenias de la explotación capitalistas son las mismas: La expropiación del trabajo. Entonces sólo hay una manera de transitar "del reino de la necesidad al reino de la libertad". Basta ya de caracolear, que cada instante de tiempo está en nuestra contra.
Las posiciones del Che a favor del plan y su proverbial animadversión a la NEP son harto conocidas. De hecho el Che insistía que Lenin de haber tenido tiempo la hubiera reconsiderado. Y no sólo al plan: El Che se pronunció en sus últimos años sobre la democracia socialista. Escribió Michael Löwy en Rebelión: "Sabemos que en los últimos dos años de su vida Ernesto Guevara avanzó mucho en su toma de distancia hacia el paradigma soviético (...) Entre estos documentos se encuentra una crítica radical al Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, redactado en 1966 (...) Una de ellas es muy interesante, porque demuestra que en sus últimas reflexiones políticas Guevara se acercaba a la idea de la democracia socialista". 8
Ahí está el Che, sin haber estudiado suficientemente a León Trotsky, acuñando las tesis trotskistas más consecuentes. Quizás nunca lo supo, pero no importa. Eso indica solamente que esas tesis son verdad y a su vez le otorga, paradójicamente, mucha más fuerza y vigor al pensamiento de Trotsky. En 1965 el Che le escribe a Armando Hart estando en Tanzania acerca de sus convicciones para el estudio de la filosofía marxista. En el apartado VII le dice "y debería estar tu amigo Trotsky, que existió y escribió según parece". 9
Podrán imaginarse entonces lo poco que conocía sobre el fundador del Ejército Rojo. Sin embargo pudiera parecer que en su último año pudo acercarse bastante a su literatura. Juan León Ferrer, un compañero trotskista que trabajaba en el Ministerio de Industrias me lo ha comentado. El Che recibía además el periódico de su organización y fue el Che quien lo sacó de la cárcel después de su regreso de África. El compañero Roberto Acosta, ya fallecido, tuvo gran camaradería con Guevara. Según Juan León Ferrer durante las zafras azucareras debatían estos temas. Este camarada sostiene que el Che se había leído La Revolución Permanente y es sabido que a Bolivia marchó con La Historia de la Revolución Rusa. en su mochila de combate. Y así podríamos poner muchos más ejemplos donde de alguna manera estos dos revolucionarios ejemplares encendían la luz por la misma ruta.
Los dos dirigieron a un ejército y a un naciente estado socialista de manera brillante y exitosa, asumiendo a Carlos Marx desde el estribo del caballo; los dos fueron ideólogos revolucionarios que tomaron el poder e intentaron profundizar sus procesos revolucionarios manteniéndose fieles a Lenin y Fidel respectivamente, reclinados, eso sí, a la izquierda de ambos. Por representar el ideal más acabado del internacionalismo y la consecuencia revolucionaria, fueron los dos brutalmente asesinados.
Ernesto Guevara me hizo trotskista. Cuando tuve acceso a Trotsky, muy tarde para mi gusto, me di cuenta que muchas de esas cosas... ya me las había dicho desde niña el Che. Al leer sus primeras páginas confirmé aquello que tantas veces sentí en sus textos: que la revolución no tiene nada que ver la idiosincrasia nacional. Y que, por esto, en el socialismo no tenían espacio los pronombres "nuestro " o vuestro", que la teoría revolucionaria , al igual que las leyes de la física tenía el mismo idioma universal. Que tal como señalara Armando Hart en otra época: "Nuestra lucha no es solamente por Cuba, sino por todos los trabajadores y explotados del mundo. Nuestras fronteras son morales. Nuestros límites son de clase" 10
Lo que más reconozco en Trotsky es eso... la manera de hablar, la pasión que me despiertan todavía sus discursos. Fue lo mismo que me conquistó del Che Guevara. Por eso milito en su ejército y en el del Che sin traicionar a ninguno. Ambos esgrimen con la misma verdad de luz la palabra, el fusil y el corazón.
Camaradas: Alcancemos de una vez nuestra mayoría de edad. Son demasiadas las injusticias de la explotación; demasiada grande la evidencia de la única solución; y son ya demasiados nuestros muertos. León Trotsky nos vuelve a convocar a la lucha ¡Démosle la bienvenida sin trámite alguno! Su anfitrión es el Che Guevara y los pueblos de América Latina que claman por el socialismo. Trotsky ganó de forma dramática la partida teórica. Armemos nuestros movimientos revolucionarios sin dilación con confianza. Trotsky y el Che están en nuestro partido. Sacudamos de una buena vez el árbol desenmascarando a los nuevos reformistas que no dejan avanzar a la revolución bolivariana que está llamada a ser la punta de lanza, el primer peldaño de una revolución continental sin precedentes.
Recordemos una vez más que el Sol, las estrellas... y la gravedad terrestre son nuestros aliados.
¡Proletarios de todos los países uníos!
"Por qué Stalin derrotó a Trotsky"
Una lectura de la Revolución Rusa
De Hugo Montero
Consígalo enviando un correo a sudestadarevista@yahoo.com.ar
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“¿Creen que el camino de la Revolución está sembrado de rosas? ¿Qué no hay más que marchar de victoria en victoria, al son de La Internacional, y con las banderas al viento? Así sería fácil ser revolucionario. No, la Revolución no es una partida de placer. No, el camino de la Revolución está cubierto de zarzas y espinas. Aferrándonos al suelo que se nos escapa, con nuestras uñas y nuestros dientes, arrastrándonos si es necesario, cubiertos de lodo, debemos marchar a través del fango, hacia delante, hacia el comunismo, y saldremos vencedores de la prueba” Vladimir Ilich Lenin
Con sólo apartar la mirada dogmática y mecanicista, la crónica de la Revolución Rusa sigue siendo hoy una invitación apasionada al debate y a la polémica. Basta con releer aquellas proclamas para sentirse uno más en la multitud que escucha en silencio el vozarrón de Lenin, que sigue la huella de Trotsky a bordo de su tren blindado hacia el frente de batalla, que observa azorado las capitulaciones de Zinoviev y Kamenev, que adivina en las sombras los sigilosos movimientos de Stalin. Por qué Stalin derrotó a Trotsky propone, además de la crónica que atraviesa los episodios centrales de la Revolución, una serie de entrevistas a escritores, historiadores y estudiosos del tema, un reportaje con Esteban Volkov -nieto de León Trotsky-, un repaso por los últimos años de Trotsky en su exilio en Coyoacán y una pequeña semblanza del poeta Vladimir Maiakovski, que tanto tiene que ver con el derrotero del proceso soviético. Más allá del saludable debate que pueda generar un nuevo recorte arbitrario sobre este proceso, la intención final es intentar aprender. Aprender de los errores, pero también de los enormes aciertos. Y no hay aprendizaje mejor que la experiencia vital de una revolución en marcha.
Hugo Montero Nació en diciembre de 1976 en la ciudad bonaerense de Claypole. Egresó de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora como Licenciado en Periodismo. Es fundador y co-director (junto con Walter Marini e Ignacio Portela) de la revista Sudestada (www.revistasudestada.com.ar), que cumple en agosto de 2009 ocho años de existencia como publicación independiente. Desde hace años colabora en diversos medios de comunicación y es editor de la revista Nómada. Es co-autor de la biografía de Fabián Polosecki, Polo: el buscador, junto con Ignacio Portela, publicada en 2006 y próxima a ser reeditada en esta colección.
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Octubre (1927).
Sergei M. Eisenstein, Grigori Aleksandrov. Con motivo del décimo aniversario de la Revolución de Octubre, esta es la tercera película más importante de Sergei Eisenstein, una maravillosa reconstrucción de los acontecimientos ocurridos desde Febrero hasta Octubre de 1917. Una película en la que, siguiendo la filosofía comunista, no había personajes principales. La habilidad de Eisenstein y su experiencia se ve en los rápidos movimientos y en el ritmo en el montaje, así como en la construcción de intensas secuencias que no fueron bien entendidas por las tempranas generaciones rusas. El film se retrasó en su estreno hasta 1928 debido a la presión de algunos grupos influyentes, y además se cortaron algunas escenas. Muchos participantes de la revolución tales como los Guardas Rojos, soldados y marineros aparecen en el film, dando buena prueba de la fidelidad que pretende reflejar.
1 comentario:
:-) excelente
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