jueves, 10 de febrero de 2011

MILITARIZACION EN LATINOAMERICA -Rina Bertyaccini y Stela Calloni


7 Bases militares en Colombia, 4 en Panamá, Cuarta Flota en Sudamérica, intentos de golpe de estado en Ecuador, Venezuela, Bolivia, ejercicios militares y extracción petrolífera en Malvinas, Gobiernos “subordinados” en Costa Rica, Colombia, golpe de estado en Honduras…

Respuestas como ALBA, UNASUR, Cláusula Democrática, Cumbre de los Pueblos y “NO al Alca”. Evo Morales, Hugo Chávez, Rafael Correa, Nicaragua, CUBA…


De todo eso hablamos con:

*STELLA CALLONI: Periodista, investigadora, especialista en política internacional, autora de Operación Condor, colaboradora de medios internacionales como Cubadebate, Granma, Pagina/12, corresponsal del diario La Jornada , referente mundial de la “intelectualidad anti-imperialista”


*RINA BERTACCINI: Directora del MOPASSOL (Movimiento de Paz, la Soberanía , y la Solidaridad entre los Pueblos), investigadora, docente. Autora de, informes, conferencias, sobre temas relacionados con la defensa nacional, la seguridad, la militarización y la lucha por la paz; vicepresidenta del Consejo Mundial por la Paz ; miembro del Comité Central del Partido Comunista.

Autora del Cuaderno Nº 7 de la Editorial -CARTAGO, Militarizacion Imperialista y Busqueda de Alternativas.


MAS INFO EN MOPASSOL (MOVIMIENTO POR LA PAZ Y LA SOLIDARIDAD)

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En la sede del Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (MopaSSol), se realizó esta actividad. Allí, días pasados, numerosas personalidades se dieron cita para la presentación del libro Operación Cóndor. Pacto Criminal. .

FOTO: Fanny Edelman y Rina Bertaccini, junto a Stella Calloni

La búsqueda de alternativas a la militarización


Rina Bertaccini

Contribución a los debates sobre “Integración regional: una nueva oportunidad frente a la crisis”.

La crisis general que hoy atraviesa el sistema político y social imperante es también una buena oportunidad para discutir estrategias de los pueblos destinadas a avanzar desde la soberanía y la integración en la búsqueda de alternativas a los problemas más urgentes de las mayorías populares.

Esta búsqueda que ha de extenderse a todos los campos de la vida económica, política, social y cultural es particularmente válida en lo que se refiere a las acciones y estrategias destinadas a enfrentar las políticas imperiales de guerra y militarización que venimos denunciando como parte inseparable de la estrategia integral de dominación y explotación de nuestros pueblos.

Y la pregunta que nos planteamos es en qué medida los actuales procesos de integración regional ofrecen mayores posibilidades para enfrentar la estrategia imperial en el plano militar y abrir nuevos caminos para la denuncia y rechazo de las doctrinas de seguridad y defensa elaboradas por el Pentágono y que se vienen aplicando desde hace décadas en nuestro continente a contramano de los verdaderos intereses de nuestros pueblos y países.

El Consejo de Defensa Sudamericano, creado por Unasur es un buen ejemplo a analizar. Lo es también la defensa de la institucionalidad democrática en Bolivia, y la investigación de la masacre de Pando, resuelta asimismo por Unasur. Otras medidas adoptadas por países de la región como la determinación del gobierno ecuatoriano de poner fin al uso por el gobierno de Estados Unidos de la base de Manta, o la decisión del gobierno argentino de re-estatizar la Fábrica Militar de Aviones en la provincia de Córdoba (que con la anterior política de privatizaciones había sido concesionada a la empresa norteamericana Lockheed Martín una de las principales proveedoras del Pentágono) deberían ser parte de nuestra reflexión.

Consignar estos hechos positivos y reconocer las posibilidades de avance y diálogo constructivo con los gobiernos de la región de ninguna manera presupone renunciar al reclamo por otras situaciones pendientes. Por el contrario, para seguir avanzando es imprescindible insistir, por ejemplo, en el rechazo a las maniobras conjuntas de fuerzas latinoamericanas bajo la dirección del Pentágono yanqui como las Panamax (relacionadas con el control militar del canal interoceánico), o las realizadas recientemente en Mayport, Florida en la sede de la IV Flota. E insistir asimismo en el retiro de las tropas extranjeras de Haití y el desmantelamiento de todas las bases militares imperialistas emplazadas en nuestros países.

Las maniobras conjuntas en la sede de la IV Flota

Por su magnitud, complejidad, lugar de emplazamiento y oportunidad de realización, estas maniobras merecen una atención especial.

Identificadas como Unitas Gold 50-09, Partnership in the Americas y Tradewind 2009, tuvieron lugar desde el 20 de abril al 5 de mayo del 2009 y fueron consideradas por el Comando Sur del Pentágono como una verdadera “Cumbre Militar de América” en las que participaron, bajo la dirección del Comando Sur y en coordinación con el Comando Norte, diez países de la región (Argentina –en calidad de observadora según aclaró el Ministerio de Defensa- , Brasil, Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, México, Perú, Uruguay) y unidades de las Armadas de Francia y Alemania.

Según indica el investigador cubano Antonio J. Guardado Azaret, (ver el trabajo publicado en: http://www.ceid.cubaweb.cu/cumbre_militares_amer.htm) son, en la historia de los operativos Unitas, las más complejas maniobras realizadas hasta la fecha por la magnitud, la multi integración de ejercicios, los componentes militares y la participación multinacional y, significativamente, comenzaron un día después de concluida la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago (abril de 2009).

Las maniobras, desarrollaron tres ejercicios en uno, con la participación de más de 30 buques de superficie, dos submarinos, cerca de medio centenar de aeronaves y más de 10.000 hombres, en operaciones de: combates navales, interdicción marítima, defensa aérea, desembarcos anfibios, misiones de operaciones especiales, simulacros de incendios y rescate de embarcaciones en dificultades y operaciones humanitarias.

Son sin duda una muestra de la continuidad de la política de fuerza de los Estados Unidos para mostrar a la región y al mundo cuáles son sus prioridades en materia de seguridad y defensa. Igualmente significativo es que tengan como escenario la sede de la IV Flota y el Mar Caribe en proximidad de las costas de Cuba y Venezuela.

Diversos analistas visualizan estas maniobras como un desafío a la voluntad expresada por los gobiernos de Unasur al constituir el Consejo de Defensa Sudamericano con el expreso objetivo de tomar distancia de las estrategias de seguridad del Pentágono y establecer los intereses propios de seguridad de los países de la región.

En camino al Consejo de Defensa Sudamericano

Aunque la voluntad de crear el Consejo de Defensa Sudamericano tomó cuerpo en la reunión constitutiva de Unasur que tuvo lugar en Brasilia el 23 de mayo de 2008, ya desde años anteriores empezó a circular entre los gobiernos de América del Sur la idea de una alianza militar sin Estados Unidos. Y existen estudios sobre el tema que, analizando los antecedentes del CDS, se remiten a la contradicción objetiva entre la política de expansión e intervencionismo de los Estados Unidos y los intereses de los países y pueblos de la región sometidos a la dependencia y el saqueo imperial.

Preguntándose si está en marcha una nueva concepción de la Defensa en Sudamérica,

el investigador argentino Gustavo Lahud hace notar que existe “una creciente tendencia hacia la desinstitucionalización de las relaciones político-diplomáticas hemisféricas, cuyo principal indicador ha sido la progresiva erosión del papel desempeñado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en el proceso político regional”. Esto que hace pocos años aparecía como una tendencia, hoy está a la vista de todo el mundo con lo ocurrido en la XXXIX Asamblea General de la OEA en San Pedro Sula donde, mediante una histórica resolución, fue anulada la inmoral exclusión de Cuba que las sucesivas administraciones estadounidenses impusieron durante 47 años. Al respecto el sociólogo Atilio Borón subraya que “la resolución es un síntoma de los grandes cambios que han tenido lugar en el panorama sociopolítico de América Latina y el Caribe en los últimos años (y) cuyo signo distintivo es la persistente erosión de la hegemonía norteamericana en la región”.

Aquí es oportuno recordar que, desde hace décadas, existe en el esquema institucional de seguridad interamericano una agencia llamada Junta Interamericana de Defensa (JID), anterior incluso a la creación de la OEA; y que mucho más adelante, en 1995, apenas seis meses después de la I Cumbre de las Américas (Miami, diciembre de 1994) Washington instaló la primera reunión de Ministros de Defensa del continente (Williamsburg, Virginia, julio de 1995) como un foro bianual de consulta y concertación a través del cual lleva adelante sus políticas de seguridad asociadas a la promoción del ALCA. Políticas que fueron profundizadas por la administración Bush, especialmente a partir del 11 de septiembre de 2001 (atentado a las torres gemelas) con la llamada Doctrina de Seguridad Preventiva que estipula la necesidad de responder a nuevas amenazas relacionadas con la lucha contra el terrorismo como uno de los grandes desafíos políticos y militares a encarar por los EE.UU.. En ese contexto –señala Lahud- el centro del vínculo estratégico militar con el Hemisferio estuvo protagonizado por el Comando Sur y las reuniones bianuales de Ministros de Defensa del continente.

En tiempos más recientes fue creado el denominado Comando Norte con sede en suelo estadounidense y con despliegue y operatividad sobre el conjunto del espacio geopolítico del América del Norte, a la vez que se produjo un redimensionamiento de la estrategia político-militar del Comando Sur con la consolidación de fuerzas de despliegue rápido (Forward Locations Operations) con presencia de personal militar y civil fundamentalmente vinculados a la áreas de Inteligencia militar y policial, con importantes bases militares, un fuerte financiamiento y signos evidentes de militarización de la vida político institucional de la región.

Entre los hechos ocurridos en el período previo a la decisión de Unasur de establecer sus propias políticas de seguridad y defensa, es necesario además anotar, por una parte el creciente despliegue militar del Pentágono en la región que incluye las maniobras conjuntas, los operativos “humanitarios”, la reactivación en julio de 2008 de la IV Flota de Guerra, el Plan Colombia con inversiones considerables de los EE.UU. en el aparato militar y de seguridad colombiano, la incursión colombiano-estadounidense en territorio ecuatoriano; pero también, por otra parte, es importante evaluar las históricas diferencias existentes entre los países latinoamericanos y los Estados Unidos, a lo que se agrega una desconfianza creciente de los gobiernos ante las amenazas y las intervenciones directas de los Estados Unidos en la región que ponen en duda el sistema mismo de seguridad implementado según las concepciones del Pentágono. Un ejemplo concreto de a quién protege esa “seguridad hemisférica” estuvo a la vista durante la Guerra de Malvinas cuando, haciendo caso omiso del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), Washington se alineó con la Corona Británica contra los derechos soberanos de Argentina en los archipiélagos del Atlántico Sur.

¿Qué propone el CDS?

El Consejo de Defensa Sudamericano, creado en diciembre de 2008, se constituye con los ministros de Defensa de los doce países de Unasur (Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Surinam, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) con el objetivo declarado de fortalecer la confianza mutua mediante la integración, el diálogo y la cooperación en materia de defensa buscando avanzar en una política común de Defensa para el continente”.

El CDS, según declaraciones del Ministro de Defensa de Brasil, no supone una alianza militar convencional, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino un foro para promover el diálogo entre los ministerios de Defensa de la región. La propuesta es crear un mecanismo de integración que permita discutir las realidades y necesidades de Defensa de los países suramericanos; reducir los conflictos y desconfianzas, y garantizar la estabilidad en una región codiciada por sus importantes reservas de agua, recursos energéticos y alimentos, así como "prevenir" situaciones como la crisis provocada por la reciente incursión de tropas de Colombia en territorio ecuatoriano.

En opinión del ministro de Defensa de Chile, anfitrión de la primera reunión del CDS en marzo de 2009, la creación del Consejo de Defensa Sudamericano marca un "hito histórico" en las relaciones entre los países de la zona y agregó además que no será una alianza militar clásica ni organizará un Ejército propio. Chile también ha propuesto, junto con Argentina, transparentar la información sobre gastos e indicadores económicos de la Defensa, uno de los aspectos más controvertidos tomando en cuenta la desconfianza que provoca en algunos países el aumento del presupuesto militar de algunos de sus vecinos.

Por su parte la ministra argentina de Defensa ha señalado entre los principios hasta ahora consensuados que se espera guíen la actuación del CDS, la ratificación de la plena vigencia de las instituciones democráticas, el respeto irrestricto a los derechos humanos y el ejercicio de la no discriminación en el ámbito de la Defensa; el reconocimiento de la subordinación constitucional de las instituciones de la Defensa a la autoridad civil legalmente constituida, así como el fomento de la defensa soberana de los recursos naturales de nuestras naciones. Ha propuesto además fomentar el intercambio en materia de formación y capacitación militar, facilitar procesos de entrenamiento entre las Fuerzas Armadas de los países de Unasur y promover la cooperación académica de los centros de estudios de defensa.

Al respecto es muy interesante la iniciativa del gobierno Argentino, presentada a los Ministros de Defensa de Unasur de crear un Centro Sudamericano de Estudios Estratégicos para la Defensa. Un Centro que tenga como objetivo primario la generación y difusión de un pensamiento geoestratégico auténticamente sudamericano, que contribuya a la construcción de una identidad sudamericana y a la consolidación de la región como una Zona de Paz; que Asimismo, estaría conformado por expertos civiles y militares de nuestros países y funcionaría bajo la directiva y al servicio del Consejo Sudamericano de Defensa.

El gobierno argentino también considera necesario promover el establecimiento de un Colegio Sudamericano de Defensa. De concretarse esta idea ya no habría argumentos para que los países de la región siguieran enviando sus efectivos a capacitarse a la tristemente célebre Escuela de las Américas, escuela de asesinos a la que ya algunos países, entre ellos Argentina, han dejado de concurrir.

Por lo dicho hasta aquí es razonable concluir que se ha inaugurado una nueva perspectiva de lucha contra la estrategia imperial de guerra y militarización; una posibilidad de avanzar, por ejemplo, en la resolución pacífica de los conflictos sin renunciar a la soberanía de los pueblos y países del área. Así lo demostró el exitoso tratamiento de la controversia entre Ecuador y Colombia en la reunión del Grupo de Río a raíz de la incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano en marzo de 2008.

La fortaleza militar en Malvinas y la descolonización del Atlántico Sur

En ese contexto, creemos que es el momento de llevar a cabo una fuerte ofensiva político-diplomática -como la que plantea Ecuador al anunciar su retiro del CIADI- ofensiva que seguramente contaría con el compromiso de las fuerzas populares de Argentina y de toda Latinoamérica para acabar con esa rémora del siglo XIX que es la ocupación colonial de las Islas Malvinas y otros archipiélagos del Atlántico Sur por parte de la Corona Británica.

Y en virtud de los objetivos declarados por Unasur, así como por la práctica desplegada en su corta existencia, es probable contar con el apoyo de esta nueva experiencia latinoamericana de integración, y no solamente por solidaridad, sino además porque la gran Fortaleza militar con aptitud nuclear, instalada por la OTAN en 1985 en nuestras Malvinas constituye un peligro real para todos los países de la región y una violación flagrante de la resolución de la Asamblea General de la ONU que insta a hacer del Atlántico Sur un océano de paz. No tenemos duda de que también nos apoyarán los gobierno del ALBA y los países latinoamericanos que integran el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.

Y esperamos asimismo contar con la solidaridad activa de la Red internacional No Bases y de las Redes y Campañas continentales de lucha contra el ALCA, la deuda y la militarización que confiamos compartirán nuestra esperanza de llegar al bicentenario del primer grito de independencia de Nuestra América con la recuperación pacífica de los archipiélagos usurpados en el Atlántico Sur y el desmantelamiento de la Fortaleza Malvinas.

La lucha contra la militarización y la guerra no acabó

Como queda dicho, al hablar de estas nuevas posibilidades para la batalla por la paz, no estamos pensando en esperar que la situación evoluciones por sí misma, sino todo lo contrario. Es el momento de ir por más. Porque el imperialismo no abandona su estrategia. La política de guerra, y saqueo de nuestros pueblos es inherente a su propia naturaleza.

El gobierno de los Estados Unidos acaba de sufrir una histórica derrota en la OEA y muy poco después el Presidente Obama pronuncia un discurso en El Cairo con muchas palabras de paz que jamás hubiéramos escuchado de su antecesor. Pero, por ahora sólo se trata de buenas palabras.

Los hechos indican que la militarización sigue siendo “la herramienta privilegiada de la política estadounidense en el siglo XXI, para garantizar el acceso y monopolización de los recursos naturales estratégicos, para disuadir o reprimir las resistencias, para enfrentar la formación de bloques hegemónicos alternativos y para promover un cambio de normatividades que favorezca los intereses de los grandes capitales y de las estrategias globales del Estado norteamericano” según señalan las conclusiones del VI Encuentro Hemisférico de Lucha Contra los TLCs y por la Integración de los Pueblos, realizado en La Habana, Cuba, del 3 al 5 de mayo 2007.

La Secretaria de Estado Hillary Clinton tuvo que asistir a la derrota del imperio en la OEA, pero en esa misma gira va a América Central para reafirmar el militarista plan B para el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que George Bush rebautizó pocas semanas antes de terminar su mandato como “Caminos para la Prosperidad en las Américas”, como bien lo señala una reciente declaración de la Red Mexicana contra el Libre Comercio. La REMALC denuncia que dicha iniciativa que Washington presenta como “una plataforma estratégica para ampliar las oportunidades económicas, promover la justicia social, y generar una competencia sana a fin de promover un progreso real”, contiene el mismo proyecto de la Alianza de Prosperidad y Seguridad de América del Norte (ASPAN) que los tres mandatarios del TLCAN firmaron en el rancho de Bush junior en agosto de 2005. Su contenido real es libre comercio más doctrina yanqui de la “seguridad hemisférica” y según la definición de la REMALC, se trata de un “nuevo” acuerdo político-estratégico para asegurar los intereses del capital trasnacional y la hegemonía estadounidense. Esto es lo que ahora Washington de la mano de Hillary Clinton quiere expandir a todo el continente.

“En suma, bajo la ASPAN se trata de profundizar el modelo neoliberal (esta es la

prosperidad) y escalar y expandir la militarización de la región (esta es la seguridad) que, dado el desprestigio y rechazo a los tratados de libre comercio o al ALCA, no pasa por una negociación ni verificación de congresos, sino en una imposición política que violenta el llamado Estado de Derecho que tanto pregonan de manera retórica”.

En definitiva, el ALCA es un cadáver pero hasta ahora no pudimos enterrarlo. Derrotamos al imperio en la OEA, pero Cuba sigue soportando el inmoral y anacrónico bloqueo. La integración regional avanza y algunos enclaves militares extranjeros deben buscar nuevo emplazamiento. Pero la IV Flota de guerra de EEUU sigue patrullando nuestras costAS





SEGURIDAD NACIONAL: UN ENFOQUE LATINOAMERICANO

Por Rina Bertaccini (*)

Cuando hablamos de seguridad nacional en nuestra América es imprescindible poner en claro de qué estamos hablando, pues el concepto ha sido y es utilizado con criterios diversos. Durante las dictaduras del Cono Sur en los años setenta se invocó la seguridad nacional para implantar el infame genocidio que exterminó una generación de luchadores para abrir paso al modelo de capitalismo neoliberal que todavía hoy campea en la mayor parte de nuestros países. Ese mismo concepto de seguridad se encuentra en los documentos del Pentágono (Ministerio de Defensa de los EEUU) y en los documentos de la Organización de Estados Americanos. En realidad se refiere a lo que Washington considera su propia seguridad nacional entendida como derecho a seguir oprimiendo a nuestros pueblos. En esa línea de pensamiento quienes luchamos por la plena independencia nacional, contra el saqueo imperialista y por la plenitud de derechos para todos, somos considerados amenazas a la seguridad de los Estados Unidos.

En materia de seguridad es pues imprescindible tomar en cuenta que opresores y oprimidos tenemos dos puntos de vista diferentes: el concepto de los pueblos sobre seguridad incluye el derecho a la vida y a vivir con dignidad, la justicia social y la equidad de género, la soberanía popular, la democracia, la autodeterminación y la independencia nacional, el derecho al trabajo, la educación, la salud, la soberanía alimentaria, los derechos para todos sin discriminación de ningún tipo, así como la protección de los bienes naturales y culturales de la humanidad.

El concepto de seguridad de los opresores es esencialmente diferente. Un breve repaso histórico de treinta años a esta parte –para no ir más lejos- lo muestra con claridad. Estamos hablando de la “doctrina de la seguridad nacional”, constituida en fundamento ideológico del genocidio desarrollado por las dictaduras fascistas del Cono Sur de América. Hay un hilo conductor perfectamente identificable entre aquellos regímenes y la remozada “doctrina de la cooperación para la seguridad hemisférica” adoptada por la OEA en los años 90.

Me refiero particularmente al concepto acuñado por la primera Conferencia de Ministros de Defensa del continente reunida en Williamsburg, Virginia, (Estados Unidos, 1995), no por casualidad apenas seis meses después de la reunión de la primera Cumbre de las Américas (Miami, 1994), cumbre que puso en marcha la Iniciativa que después se difundiría con el nombre de ALCA.

Conviene subrayar una vez más que dicha “cooperación para la seguridad” no propone otra cosa que la represión coordinada de todas las fuerzas armadas y de seguridad de cada uno de los países del continente contra las fuerzas populares que se rebelan contra los regímenes neoliberales.

El concepto de seguridad en la OEA, motorizado por el Pentágono, viene asociado a lo que denominan “lucha contra el terrorismo”. Así lo expresan las llamadas Conferencias Especializadas de la OEA sobre Terrorismo realizadas en Lima (1996) y Mar del Plata (1998) y la más reciente Conferencia de la OEA en Barbados (junio de 2002) que dio forma a la Convención Interamericana sobre Terrorismo. Precisamente esta Convención es el marco teórico que sustenta las leyes sobre terrorismo que se han aprobado o se están discutiendo en gran parte de los países de la región. En esa concepción, para decirlo claramente, terroristas somos todos los luchadores por los derechos de los pueblos.

El criterio de “seguridad” del gobierno de los Estados Unidos en esencia no ha variado –aunque se ha desplegado incluyendo nuevas “amenazas- y se expresa una vez más en el informe de Bantz Craddock, Jefe del Comando Sur del Ministerio de Defensa de EEUU (marzo de 2006). El informe deja en claro que considera a América Latina su “patio trasero”, al mencionarla como el “área de responsabilidad” (ADR) del Comando Sur del Pentágono.

Craddock se refiere allí a ”la defensa preventiva de los EE.UU.” y sostiene que la misma puede lograrse mejor a través de una cooperación amplia con el resto de las naciones del continente. Reiterando la doctrina de la “cooperación para la seguridad hemisférica”, define como amenazas a la seguridad común “el tráfico ilícito y el narco-terrorismo”. E incorpora entre las amenazas a los problemas sociales, al decir que ”la naturaleza oculta de las amenazas a los EE.UU. y a nuestras naciones socias pueden estar engañando a unos a primera vista. Las condiciones de pobreza, enfermedad, corrupción, desigualdad social y la disparidad del ingreso extendida, contribuyen al descontento creciente de una población que se ha expuesto a los beneficios políticos de la democracia, pero no ha ganado todavía económicamente”.

Al respecto han expresado su preocupación intelectuales y periodistas de la región como lo hacen Gastón Chillier y Laurie Freeman, juristas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) en el artículo publicado en el diario Clarín de Buenos Aires, el 22 de septiembre de 2005: ” La Organización de Estados Americanos (OEA) expandió su concepto de seguridad hemisférica de una manera tal que, a partir de ahora, casi todos los problemas pueden ser considerados como una amenaza a la seguridad . Además del terrorismo y las armas de destrucción masiva, la interminable lista de nuevas amenazas a la seguridad incluye los desastres naturales, el VIH, el tráfico de drogas y de armas y la degradación ambiental”. Y agregan que esta expansión del concepto de seguridad es un riesgo para la democracia en el hemisferio pues "securitiza" problemas de naturaleza política, económica y social. La pobreza y la desigualdad no son en sí mismas amenazas a la seguridad. Sin embargo, concebirlas como tales abre la puerta para dar "soluciones" militares o policiales a estos problemas, al mismo tiempo que cierra los espacios de participación para que sectores excluidos puedan expresar sus demandas.

Pero además –continuan los autores- “este concepto diluye la distinción entre la defensa nacional y la seguridad pública . La defensa es una misión para las fuerzas armadas que basa su existencia en la protección de la integridad del Estado de las amenazas externas. La seguridad pública es una misión de la policía , encargada de promover el cumplimiento de la ley y proteger los derechos de los ciudadanos.”

En este punto viene al caso definir los conceptos de seguridad nacional y defensa nacional que, si bien están estrechamente relacionados, son cuestiones diferentes. En el primer caso es ampliamente aceptada la definición incluida en documentos de las Naciones Unidas: “ Seguridad es la situación en que un Estado se considera resguardado contra agresiones militares, presiones políticas, o coerciones económicas significativas, obteniendo con ello libertad de acción para proseguir con su propio desarrollo y progreso”.

En cuanto al concepto de defensa nacional, nos remitimos al trabajo de la Comisión de Defensa del Frente Amplio de Uruguay: “La defensa nacional es una cuestión esencialmente política y compromete a toda la nación. Comprende el conjunto de actividades que tienden a preservar la soberanía y la independencia de nuestro país, a conservar la integridad de nuestro territorio y a consolidar la paz y el respeto de la Constitución y las leyes de la República”.

Afirmándonos en esta definiciones, sostuvimos en los debates realizados en la reciente Cumbre Social por la integración de los Pueblos (Cochabamba, diciembre, 2006) que es atribución de cada país establecer sus propias políticas de seguridad y defensa nacional y por eso instamos a los gobiernos de la Comunidad Sudamericana de Naciones a rechazar las presiones y/o imposiciones del gobierno de los Estados Unidas tendientes a que el resto de los Estados acepten su doctrina y sus hipótesis sobre amenazas a la seguridad.

Volvamos ahora al informe del Comando Sur. Bantz Craddock afirma que ”La falta de seguridad, estabilidad y en algunos casos, de un rol eficaz de la ley, exacerba la situación. Territorios sin gobierno y fronteras porosas agregan otra dimensión. Todas estas condiciones crean un entorno que conduce al desarrollo de amenazas como el tráfico ilícito, bandas urbanas, secuestros, delincuencia y narco-terrorismo cuyas actividades desalientan el comercio lícito y socavan el desarrollo económico.

”Este ambiente permisivo que existe a lo largo del ADR permite a los grupos extremistas mantener una presencia y operar con relativa impunidad (…) en varias zonas a lo largo de nuestra ADR” incluyendo el área de la triple frontera entre Paraguay, Brasil, y Argentina. El informe del Comando Sur repite así una supuesta amenaza a la seguridad en la triple frontera, amenaza jamás probada pero que les sirve de pretexto para la presencia militar de EE.UU. en la región, tal como fue reiteradamente denunciado por organizaciones populares de la región.

En realidad, toda la política imperial de militarización, extensión de bases y enclaves militares en la región, maniobras conjuntas con las fuerzas armadas y de seguridad bajo la dirección del Pentágono, tienen por objetivo aplicar la política de seguridad de Washington. De allí la importancia de establecer otras hipótesis de seguridad basadas en los reales intereses de los pueblos de la región. De tales hipótesis deberían surgir las correspondientes pautas de la defensa nacional de nuestros países.

La política de seguridad de Washington, aplicada sistemáticamente en la región, es parte fundamental de la estrategia de dominación imperialista que, como bien recuerda el analista cubano Héctor Fraginals, se sustenta en “tres pilares básicos: el económico , basado en el engendro denominado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA); el político , desarrollado fundamentalmente a través de la Reforma de la Carta de la OEA y, el militar que, con el pretexto de combatir ´peligros o amenazas` como el terrorismo y el narcotráfico, promueve mayor presencia, influencia y participación estadounidense en todos los procesos relacionados con las instituciones armadas…”

Frente al mundo unipolar que Washington concibe y pretende perpetuar, hay un tema que aparece en los debates gubernamentales alrededor de la conformación de la Comunidad Sudamericana de Naciones, y es el del multilateralismo. En uno de los borradores del grupo de los doce representantes de los gobiernos de América del Sur se dice: “El fin de la bipolaridad construida inmediatamente después de la Segunda Guerra si, por un lado, puso fin a la " Guerra Fría", por el otro profundizó las asimetrías, en la medida en que el multilateralismo entró en crisis y, con él, el conjunto de organizaciones internacionales surgidas en el siglo XX”. Aquí vale – en mi opinión- reivindicar el multilateralismo como contracara del esquema unipolar que EEUU impone por el chantaje y la fuerza de las armas, tal como plantearon diversos países en la reciente Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, sosteniendo la necesidad internacional del predominio de la solidaridad, en la apertura de nuevos caminos hacia el multilateralismo, como única vía practicable para avanzar efectivamente hacia la paz, la seguridad y el desarrollo. También se habló alli de rescatar el espíritu original de la carta de la ONU, y una reforma integral de la organización de acuerdo con los tiempos actuales, junto con la democratización del Consejo de Seguridad y el apego a los principios del derecho internacional que garantizan la soberanía de las naciones, la integridad territorial, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados hoy agredidos o amenazados por EEUU.

En lo dicho hasta aquí se fundamentan las propuestas que hemos sugerido incorporar al debate con los gobiernos de la CSN en materia de seguridad nacional, propuestas por cierto inseparables de las correspondientes pautas para la defensa nacional.

(*) RINA BERTACCINI: Ingeniera, docente, secretaria general del MoPaSSol, de Argentina. Co-Presidenta del Consejo Mundial de la Paz. Integrante de Diálogo 2000, de la CADA y de la Red de Jubileo Sur.





GREMIO PERIODÍSTICO CUBANO
DISTINGUE A STELLA CALLONI,
AUTORA DE "OPERACIÓN CÓNDOR: PACTO CRIMINAL"

Por Prensa Latina

La Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) distinguió hoy a la argentina Stella Calloni con la orden Félix Elmuza, en reconocimiento a su relevante ejecutoria al servicio del periodismo revolucionario en este país.

En un acto realizado en la sede del gremio de los profesionales de la información, el vicepresidente de la UPEC, José Dos Santos destacó el apoyo de Calloni en la lucha de Cuba por la justicia, contra el terrorismo y la hostilidad de Estados Unidos.

Aprobada por el Consejo de Estado de la nación caribeña, la distinción Félix Elmuza se justifica en el caso de la también escritora por su contribución desde los medios de comunicación al conocimiento e interpretación de la vida en la sociedad cubana.

Igualmente, refiere el acuerdo para la condecoración, Calloni ha cumplido con éxito "la tarea de salvaguardar la independencia, la Revolución y las conquistas del socialismo".

Stella Manuela Juliana Calloni Leguizamón es autora del libro "Operación Cóndor. Pacto criminal", una de las obras más solicitadas en la reciente edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana, en febrero pasado.

En su trayectoria profesional se desempeñó como corresponsal de guerra en América Central, reportera, redactora, editora y directora de revistas de política internacional.

Calloni laboró en medios como la Agencia Nueva Nicaragua, y los mexicanos Unomasuno, El Día Latinoamericano y La Jornada, a la vez que colabora con la agencia informativa Prensa Latina y es autora de 16 libros, de ellos cuatro de poesía y otros de ficción.

Dos Santos reconoció su introducción en el periodismo investigativo de la mano del también argentino Gregorio Selser, quien encontró en ella terreno fértil porque "vibraba por las causas populares y halló en el periodismo una forma de lucha".

Calloni agradeció en el acto el otorgamiento y dijo que era también un homenaje a los miles de compatriotas argentinos desaparecidos y a las víctimas de la represión en Guatemala y destacó que con "Cuba y su Revolución el camino es no claudicar nunca. Seguir siempre adalente."

"Stella ha sido y es ejemplo de vivir por lo que cree y hacer de ello una inmensa trinchera de ideas en defensa de los proyectos más nobles de nuestra época y a la vez un ariete demoledor de las fariseas mentiras del hegemonismo contemporáneo", subrayó finalmente el vicepresidente de la UPEC.

MAS TEXTOS DE STELA CALLONI
*REBELION.ORG








EE.UU: terrorismo de estado mundial

Guantánamo y Abu Ghraib nunca más

Por Stella Calloni

(ANC) Coincidiendo con lo decidido hace años en Israel, ahora Estados Unidos legaliza las torturas que está aplicando desde hace mucho tiempo. El reconocimiento del uso del llamado “submarino”, un simulacro de ahogamiento hasta la asfixia, para interrogar a sospechosos de terrorismo, evidencia que el gobierno de George W. Bush aplica el terrorismo de Estado a nivel mundial, como cualquiera de las dictaduras que sembró Estados Unidos en diversos países.

"La creencia de que un ataque podría ser inminente, sería una circunstancia que uno definitivamente querría considerar" para aplicar tormentos, según dijo Tony Fratto, portavoz de Bush, en la primera quincena de febrero, aunque no exista ninguna circunstancia atenuante para someter a un ser humano a torturas que afrentan a la humanidad.

Su discurso fue pensado para justificar este crimen de lesa humanidad aludiendo a las "necesidades" de la supuesta lucha contra el terrorismo.

Esta fue la tesis de la ultraderecha israelí para convencer al pueblo de Israel que aceptara la tortura y así supuestamente evitar actos de terrorismo. Y fue también la tesis nazi aplicada para el holocausto.

El portavoz de la Casa Blanca habló después de que el director de la CIA, Michael Hayden admitiera por primera vez que sus agentes utilizaron el simulacro de ahogamiento en los interrogatorios de tres detenidos de Al-Qaida. Y se refirió a esta técnica brutal de interrogatorio, con la misma frialdad conque un alto oficial de marines en Estados Unidos, admitió, hace un tiempo en una entrevista televisada, que gracias a los nuevos esquemas de entrenamiento en su país ahora los soldados no tienen dudas ni vacilaciones porque las nuevas técnicas han logrado que "el reflejo condicionado" de sus hombres sea "matar".

Y eso es lo que está sucediendo en Guantánamo, la base militar que Washington mantiene en un territorio ocupado ilegalmente en la isla de Cuba. El reflejo condicionado de soldados, siquiatras, médicos y enfermeros que los secundan es la tortura cotidiana que aplican a presuntos sospechosos, algunos de ellos vendidos por cuatro o cinco mil dólares al ejército invasor de Estados Unidos en Afganistán, como se ha comprobado. Esto les permite exhibir esos prisioneros como " terroristas" y justificar así su guerra ilegal. Es la lógica de un imperio brutal.

Por eso no es casual esta decisión de Bush y su equipo de poner en blanco el uso de la tortura, precisamente después que el pasado 11 de febrero, el Pentágono como parte acusadora, aunque sin ninguna validez legal, solicitó la pena de muerte para siete detenidos en la base de Guantánamo.

¿Cómo saber que eran de AL Qaida?. Imaginemos, esos hombres aislados, encadenados, con los ojos cubiertos, golpeados, lacerados. Imaginemos las cabezas hundida una y otra vez hasta la asfixia. ¿Pueden creer los militares de Estados Unidos, verdugos de esos prisioneros, que lo que ellos confiesen en esa circunstancia puede ser aceptado por la justicia de algún país?.

De hecho ser detenido- desaparecido como lo son los prisioneros de Guantánamo, es una tortura infinita: sin tiempo, sin vida, sin ojos, sin voz, sin manos, sin abogados, sin observadores. Sólo ellos y sus verdugos. Los condenados por el tribunal militar de Estados Unidos en Guantánamo, son Khalid Sheikh Mohammed, al que adjudican ser "el cerebro" de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de lo que no existen pruebas sino sólo una confesión bajo torturas. Con el agravante de que nadie sabe aún quienes fueron los autores de ese atentado. También están en la antesala de la muerte y ya muertos por su estado físico y mental: Abu Zubaydah, supuesto miembro "influyente" de Al Qaida; Abd Al-Rahim al-Nashiri; Mohamed Al Qahtani. En este caso se lo acusa supuestamente como el "secuestrador número 20" de un avión al que nunca subió. Y la lista sigue: Ali Abd Al Asiz, sobrino de Mohamed, Mustafá Ahmed Al Hawsaki y Walin Bin Attash. Todos ellos "confesaron" en Guantánamo.

¿Por qué es tan importante para Bush justificar "el submarino", una forma atroz de tortura en estos momentos?. Es que sobre Mohamed ("el cerebro" )el mismo Departamento de Defensa reconoció que se confesó culpable después de los interrogatorios (de todo tipo) y especialmente el famoso submarino. ¿Cuantas veces los verdugos habrán hundido la cabeza de Mohamed en aguas inmundas hasta la asfixia para que se confesara culpable como necesitaba Washington?.

La propia justicia de Estados Unidos o cualquier tribunal del mundo no puede aceptar condenas donde las pruebas son confesiones logradas mediante torturas, además de su trágica condición de detenidos-desaparecidos. Bush entonces recurre a la legalización de la tortura para intentar forzar a la justicia.

Por supuesto que Fratto se negó a calificar como tortura alas duras técnicas de interrogatorio de la CIA. "La tortura es ilegal. Cada técnica avanzada utilizada por la CIA en este programa fue sometida al departamento de Justicia y ellos estimaron que, en circunstancias particulares, y con garantías, era legal". La tortura es ilegal dice Fratto y con la misma frialdad menciona que se hace legal cuando ellos la "necesitan".

"El programa (de interrogatorios) y las técnicas utilizadas ya fueron juzgadas legales", dijo. Ahora es imposible ignorar que esas confesiones fueron obtenidas mediante tormentos y con prisioneros que fueron secuestrados ilegalmente y de la misma manera trasladados desde sus países de orígenes al otro extremo del mundo, en una gigantesca operación en el esquema de la Guerra infinita y preventiva. Y esto también demuestra que Estados Unidos considera al entero como su "frontera de seguridad". Otro concepto básico del nazismo.

Si esto se acepta será fácil para Estados Unidos y sus aliados cercanos, armar los atentados que necesite-como lo ha hecho a lo largo de la historia- para aterrorizar a las sociedades en distintos países, como lo hicieron con sus propias poblaciones. Y como también se hizo en la Alemania nazi.

Es el terror impuesto por la propaganda y los medios masivos de comunicación, lo que paralizó al pueblo estadounidense, y lo convirtió en cómplice directo de los crímenes de lesa humanidad que cometen sus gobernantes.

De esta manera el mundo entero podrá ser una "zona liberada" para cazar presuntos sospechosos y someterlos a tormentos inenarrables y obtener confesiones de crímenes que no cometieron.

Sin duda a Estados Unidos, Israel o gran Bretaña, esto les sirve, por si necesitan "encarrilar" a los países más evasivos y obligarlos a acompañarlos en sus guerras preventivas y supuestamente antiterroristas. Esto es terrorismo de Estado a nivel mundial, contrainsurgencia global y coloca al mundo entero en situación de extremo peligro y vulnerabilidad.

Pero hay más. Según el vocero presidencial "el presidente escuchará el juicio considerado de los profesionales de la comunidad de inteligencia y el juicio del fiscal general en términos de las consecuencias legales de emplear una técnica en particular". Lo que no dijo es que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos no es creíble para nadie. No sólo ha mentido una y otra vez , sino que en este momento es señalada como responsable del casi un millón de muertos en Irak, país invadido bajo argumentos declaradamente falsos.

Esa misma "comunidad de inteligencia" de Estados Unidos es responsable del genocidio cometido por las dictaduras militares que impuso y sostuvo Estados Unidos en toda América Latina en el siglo pasado, para citar sólo una región del mundo. Y de aplicar el terrorismo en forma constante contra Cuba, desde hace casi medio siglo. ¿Y cómo no recordar lo que hizo esa comunidad de inteligencia en Indonesia, donde acaba de morir Suharto responsable de un millón de asesinados en su país, después de ser llevado al poder por Estados Unidos en 1965. Fue la Cia y otros miembros de "la comunidad de inteligencia" los que también apoyaron a ese gobierno criminal -como a tantos otros-durante 30 años, en los que siguió asesinando.

¿Quien puede creer hoy en la CIA o los servicios de inteligencia estadounidenses y de sus aliados íntimos?. La decisión de considerar el uso de la tortura, como el submarino, o los perros, o los tomentos aplicados en las cárceles secretas de Irak, de las cuáles Abu Ghraib es la más conocida, se produce justamente cuando jueces militares sin facultad alguna de ejercer justicia en Estados Unidos acaban de condenar a detenidos.

Sucede cuando Parlamentarios en países de Europa investigan el uso indebido de los aeropuertos para este tráfico de presuntos sospechosos, que como se demostró en varios casos, no tenían nada que ver con las acusaciones planteadas y plantadas. Y aún cuando fueran responsables de actos criminales deben ser tratados como marcan las layes internacionales.

Infinitamente solos en un lugar que desconocen, sin saber en qué parte del mundo están, perdiendo todo lazo con sus familias, que tampoco saben donde ellos están y sometidos a un cautiverio feroz los presos de Guantánamo son el símbolo del terror imperial.

Fratto reconoció también que Bush puede decidir o rechazar una nueva autorización del uso del submarino u "otras técnicas avanzadas", después que el director de la CIA se dirija al ministro de Justicia para discutir "las circunstancias en función de las cuales una técnica particular (de tortura) sería utilizada, y cuáles son las garantías". Y con esto está todo dicho.

Algo que recordar

Distintos organismos humanitarios y la misma ONU han luchado largo tiempo para que Estados Unidos dejara entrar a observadores y abogados a Guantánamo. El 19 de mayo de 2006 un comité de la Organización de Naciones Unidas (ONU) divulgó un informe denunciando el maltrato y las detenciones indefinidas de presuntos terroristas en ese lugar y solicitó al gobierno de George W. Bush el cierre de esas instalaciones militares.

El 22 de mayo de 2006 , la secretaria de Estado Condoleezza Rice criticó duramente el informe y sostuvo:"No queremos ser el carcelero del mundo. Nos encantaría poder cerrar Guantánamo, porque eso quiere todo el mundo(...)Pero yo preguntaría, si cerramos Guantánamo, ¿qué pasaría con los centenares de personas peligrosas que fueron arrestadas en los campos de batalla de Afganistán, por sus vínculos con Al-Qaeda?" .

Mentía abiertamente porque, por una parte en ese momento había 500 detenidos en la base militar de Guantánamo, todos llevados ilegalmente para facilitar la aplicación de las técnicas brutales de interrogatorios. Rice no mencionó el objetivo básico del experimento de Guantánamo donde convirtieron a los prisioneros en detenidos-desaparecidos, al clasificarlos como "combatientes enemigos", a pesar de que la mayoría de ellos ni siquiera había combatido en nada. Pero bajo este calificativo quedaban impedidos de todo tipo de asistencia legal.

La noche y la niebla del nazismo fue impuesta en Guantánamo por Estados Unidos desde 2001, sin que se hayan tomado medidas internacionales contra esa situación. Rice no tuvo empacho en mentir en TV, cuando dijo que hubiera sido "útil" que los que prepararon el informe de la ONU hubieran ido a Guantánamo, a sabiendas que no hay posibilidad alguna para observadores ni para abogados de estar con los prisioneros.

También sostuvo falsamente que había habido progresos con la liberación de "centenares" de detenidos y que su país seguía intentado "repatriar" a otros. En realidad, de 195 detenidos liberados, después de pasar por los tormentos y la prisión ilegal, ninguno de ellos tenía la mínima peligrosidad, como habían sostenido las autoridades estadounidenses. Otros supuestamente liberados fueron llevados de Guantánamo como detenidos desaparecidos a cárceles secretas de por lo menos 16 países.

La Comisión de la ONU contra la tortura en esos días demandó al gobierno de Bush eliminar cualquier forma de maltrato a los detenidos y clausurar definitivamente las cárceles secretas. Las conclusiones de los expertos fueron demoledoras estableciendo que los detenidos no tienen ninguna salvaguarda legal, no existe justicia alguna que evalúe si deben o no estar detenidos y que las cárceles secretas violentan todas las normas y ni siquiera la Cruz Roja Internacional tiene acceso.

La mayoría de los prisioneros fueron apresados tras las invasiones estadounidenses de Afganistán e Iraq, entre 2001 y 2003, luego de los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos.

Ante la presión internacional el 17 de mayo de 2006 se conoció que los detenidos procedían de 40 países y en esos momentos Washington dio los nombres de 759 presos en Guantánamo, cuyas edades oscilaban entre los 14 hasta los 70 años. 220 eran de Afganistán, 134 de Arabia Saudita, 94 de Yemen y 57 de Pakistán. Además había 20 argelinos, 17 chinos, siete rusos y estuvieron detenidos ocho británicos y también ciudadanos franceses, australianos y otros.

En diciembre de 2004 se conocían ya testimonios sobrecogedores, como las revelaciones del australiano David Hicks sobre las torturas que sufrió en Guantánamo. En esos testimonios Hicks se refirió al uso de "inyecciones" sospechosas. (reporte del periodista Jean Guy Allard , 27-12-2004)

Pero no fue el único, como también indica ese reporte. También el abogado de Nizar Sassi y Mourad Benchellali, dos de los detenidos de nacionalidad francesa que habían sido liberados en julio de 2004 denunció que sus clientes podían haber sido víctimas de "experimentos" en unos de los siniestros centros de interrogatorios de Guantánamo.

Por esos días el abogado Jacques Debray, dijo en la revista francesa Le Nouvel Observateur, que Sassi y Benchellali, fueron forzados a recibir medicamentos sospechosos, y se preguntaban si no habían sido víctimas de "experimentos" por parte de sus verdugos. Ambos optaron por contar sólo algunos episodios sobre su detención, debido a que los servicios de inteligencia francesa, les aconsejaron hablar moderadamente "mientras otros franceses siguieran detenidos allí". El abogado confirmó que los prisioneros habían descripto "escenas similares a lo que se había visto en Abu Ghraib".Detenidos en Paquistán y entregados a Estados Unidos después de la invasión de Afganistán, ni siquiera se habían enterado de la guerra en Iraq antes de su liberación.

"En Guantánamo, fueron acogidos por militares norteamericanos, que les orinaron encima al bajar del avión. En ningún momento supieron por qué estaban allí(...)Fueron interrogados un centenar de veces y, otras, antes del interrogatorio, pasaban ante unas salas de donde provenían alaridos.(...) Nizar también me contó que fueron encerrados en un local equipado con espejos sin azogue donde hacía un frío extremo. También contaron que existían cámaras donde se escuchaba una música extremadamente violenta".

"Una vez, después de recibir uno de esos medicamentos (sospechosos) Nizar se desmayó y ha tenido la impresión de haberse quedado sin conocimiento durante uno o dos días. También recibieron inyecciones. No sabían de qué medicamento se trataba pero los dos afirman que uno de los otros detenidos se cubrió de granos después de haber tomado esos productos(...) Los frasquitos que contenían los medicamentos llevaban números y un médico les visitaba para preguntarles qué efectos sentían".

Otro testimonio fue sobre la presencia de " un número impresionante de psiquiatras" y sobre la existencia de unidades reservadas "a los que se vuelven locos", aunque las experimentaciones médicas sobre los detenidos son terminantemente prohibidas por la "Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes" de las Naciones Unidas.

Por su parte, David Hicks, uno de los muy pocos detenidos que fue acusado formalmente y tuvo acceso a abogados por ser australiano, en su declaración jurídica en su país, ratificó que fue forzosamente inyectado con drogas. Hicks detalló las torturas sufridas de mano de sus interrogadores norteamericanos, su cabeza golpeada constantemente contra el asfalto, con los ojos vendados durante los interrogatorios que duraban horas. "Lo privaban de alimentos o lo obligaban a correr con las piernas amarradas con esposas que le rasgaban la piel de los tobillos", dice el reporte de Guy Allard.

Capturado en Afganistán cuando tenía 29 años de edad, fue trasladado a Guantánamo en enero del 2002."He sido golpeado con las manos, los puños y culatas de fusil", cuenta en el documento que publicó la prensa de Australia.

"He sido golpeado bajo la influencia de sedativos que me fueron administrados forzosamente con inyecciones" sostuvo y denunció que las incursiones de los miembros del llamado Internal Reaction Force (IRF) —un escuadrón militar usado para aterrorizar con sus perros a los detenidos rebeldes— eran tan comunes que se decía de los detenidos agredidos habían sido "IRFados".

Por ese mismo tiempo la Cruz Roja Internacional denunció a los médicos que asesoran a torturadores en la base de Guantánamo. El sistema creado por el Pentágono y la CIA en Guantánamo "no puede ser considerado otra cosa que un sistema intencional de cruel, inusual y degradante tratamiento y una forma de tortura", expresó la Cruz Roja en el expediente dirigido a Washington, según publicó The New York Times.

La Cruz Roja afirmó que médicos y enfermeros asesoran a los interrogadores sobre las vulnerabilidades psicológicas de los presos, describiendo esto como "una violación flagrante de la ética médica".

Según The New York Times los expertos en tortura de Guantánamo disponen de la asesoría de un grupo llamado The Behavioral Science Consultation Team (Equipo de Consulta de la Ciencia del Comportamiento), apodado "Biscuit".

En agosto de 2004 la revista médica británica The Lancet revelaba que los médicos y otros "profesionales de la salud" eran "cómplices" de la tortura tanto en Abu Ghraib como en Afganistán "al colaborar en el diseño y la práctica de interrogatorios psicológica y físicamente coercitivos" .

El Comité Internacional de la Cruz Roja presentó el informe confidencial al Gobierno de EE.UU. con copias a la Casa Blanca, el Pentágono y en el Departamento de Estado. Pero no hubo resultado.

El crimen que no cesa

El 10 de junio de 2006 se dijo que hubo tres suicidios en el campo de prisioneros de Guantánamo. El 19 de junio varios medios difundieron que los tres cadáveres de las víctimas tenían indicios claros de torturas y antes de entregar los cuerpos se les habían extirpado órganos vitales, como corazón y cerebro, para no permitir e invalidar el resultado de autopsias independientes. Nadie creyó la versión de los militares de Estados Unidos sobre el suicidio y los propios familiares pudieron comprobar las señales de golpes, hematomas y otros en cabezas y cuerpos de las víctimas.

Talal Sahrani, de nacionalidad saudita y padre del supuesto "suicidado" Yassir Sahrani,quien fue llevado a Guantánamo cuando tenía 17 años, dijo que había visto muchos hematomas en la cabeza de su hijo antes de la autopsia en Riad y que esos golpes podrían haber producido la muerte. Los mismo denunciaron los otros familiares que además dejaron constancia de la brutalidad añadida que fue quitar todos los órganos, que podían permitir a los médicos establecer la causa de la muerte. "Nunca hubo suicidio, los mataron como a otros, sin piedad alguna" dijeron las familias.

LA CONFIRMACION INVOLUNTARIA DEL FBI

El 3 de enero de 2007 se conoció un informe confidencial de la Oficina Federal de lnvestigaciones (FBI) de Estados Unidos que aportaba suficientes pruebas sobre las torturas en Guantánamo. Testimonios de unos 26 agentes sobre torturas y otros tratos inhumanos en Camp Delta. "En varias ocasiones los testigos vieron a los detenidos en las salas de interrogatorio encadenados de manos y pies y en posición fetal, sin agua ni alimentos. La mayoría defecaron o se orinaron y quedaron abandonados allí 18, 24 horas o más", dijo el documento que habría sido elaborado en el 2005. Otros de las técnicas aplicadas en Guantánamo citadas por el FBI es someter a los prisioneros a fríos y calores extremos, así como impedirles dormir durante días. Además se les aplican tormentos sicológicos y los guardias, utilizan sus propios símbolos y creencias religiosas para humillarlos.

En el documento obtenido por American Civil Liberties Union (ACLU) también un agente del FBI decía: "He visto a un detenido sentado en el suelo de una sala de interrogatorio, envuelto en una bandera israelí, con música alta y los flashes de un estroboscopio". El FBI borró los nombres de sus agentes y las fechas de los testimonios, pero quedó en evidencia que los agentes del FBI habían participado participado en 747 interrogatorios de detenidos en Guantánamo.

Un representante del FBI relató por su parte que había visto a un preso "casi inconsciente" en un cuarto donde la temperatura era muy arriba de 38 grados y una cantidad de pelos en el suelo que supuestamente el detenido "aparentemente se había arrancado durante la noche". Uno de los métodos de tortura también era arrancarle los cabellos, según se conoció

Este documento está en una demanda de ACLU junto a Human Rights Watch y fue presentada ante tribunales federales contra el ex secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y altos mandos militares por torturas y abusos no sólo en Guantánamo, sino también en cárceles de Irak y Afganistán. También hubo demandas contra Rumsfeld y otros funcionarios del gobierno de Bush en Alemania, presentada por abogados internacionales, encabezados por el letrado alemán Wolfgang Kaleck, y organizaciones de derechos humanos ante la Fiscalía Federal General de ese país por crímenes de guerra. Actuaron asumiendo la defensa de un saudita que se encuentra preso en Guantánamo y once iraquíes torturados en Abu Ghraib.

Sin embargo el Congreso de Estados Unidos legalizó las actuaciones criminales al aprobar la llamada Military Comission Act de 2006 (MCA), en septiembre de 2006 , ley que fue promulgada por la Casa Blanca luego y que autoriza a las Fuerzas Armadas y a los servicios de inteligencia de Estados Unidos a reprimir a los "combatientes enemigos ilegales" e interrogar bajo "técnicas agresivas" a prisioneros en cualquier p
arte del mundo.

Esta es sólo una parte de los horrores del Terrorismo de estado Mundial.

Hay que detener este infierno

En este somero intento de sistematización de los horrores de Guantánamo, es importante conocer el análisis exhaustivo que hace del tema de Israel Shamir entrevistado por Silvia Cattori en Enero de 2.004,

Bajo el título de " Mengele en Guantánamo dicce Shamir: " los servicios secretos del Imperio tienen sobrada experiencia, medios y falta de escrúpulos para hacer ’cantar’ a cualquier prisionero en pocos días. ¿Quien puede creer que necesitan años para interrogar a los de Guantánamo o a los secuestrados en los famosos ’vuelos de la CIA’, enclaustrados en una red mundial de cárceles secretas?. ¿Que información pueden buscar sobre Al Qaeda, una organización -hoy dudosamente autónoma- de la que lo saben todo, ya que fueron ellos quienes la crearon con mercenarios de diversos países islámicos?. Un enjambre de psicólogos y médicos revolotea alrededor de los prisioneros: las informaciones e imágenes que nos llegan evocan los experimentos de un nazi tristemente célebre, el siniestro Mengele. Pensamos, en efecto, que todo ello sólo tiene sentido si estas prisiones son, en realidad, laboratorios donde se está también experimentando con cobayas humanas, para destruirles la personalidad y convertirlos en sumisos ’zombis’. Estos zombis serían probablemente utilizados como bombas humanas en sangrientos atentados atribuidos a ’terroristas islámicos’. Para reforzar su tesis Shamir estima que no es creíble "la proliferación de atentados suicidas en Irak, donde ha habido varios miles de suicidas en cuatro años de ocupación: nunca ha habido en un país una ’epidemia’ igual de desprecio por la vida, más inexplicable aún tratándose de un país islámico, pues el Corán condena explícitamente el suicidio. Resulta altamente sospechoso que la mayoría de estos atentados no causen daño a las tropas de ocupación y sólo maten a civiles en escuelas, mercados o mezquitas, sembrando el terror y fomentando la guerra civil, todo lo cual sólo redunda en beneficio de aquéllas (las tropas ocupantes). Lo más absurdo de estas inútiles inmolaciones que proliferan cuando la guerrilla avanza triunfante y tiene ya prácticamente liberadas muchas zonas del país, lo que haría más lógico unirse a ella. ¿Puede, por otra parte, esa guerrilla, cuyos efectivos no pasan probablemente de 30.000 personas, permitirse el lujo de enviar a miles de ellos a una muerte inútil?".

También menciona que en cuatro años (hasta 2007) de ocupación en Irak habían explotado más de 6.000 coches-bomba. Y cita a analistas independientes como Richard Marsden (Respuesta a una pregunta de la revista Time", Rebelión 19-03-2007) donde se empieza a preguntar cosas de sentido común básico: "¿Como es posible que desaparezcan 6.000 coches sin que "las fuerzas de seguridad" anoten las matrículas y localice la red que los utiliza?, ¿Como es posible que circulen cargados de explosivos burlando los múltiples controles que las fuerzas ocupantes han instalado por todo Bagdad?. La sospecha inevitable -que se extiende entre la población iraquí- es que son los propios servicios secretos imperiales y sus mercenarios los que están detrás de esos atentados, atribuyéndoselos a Al Qaeda. Los supuestos suicidas son probablemente prisioneros-zombis utilizados como bombas humanas"

Esto además está cimentado en la idea de que la resistencia iraquí se ha desvinculado repetidamente de estos atentados, afirmando que sus objetivos sólo son los ejércitos ocupantes y sus tropas lacayas y no los civiles. Otro análisis ronda en cuanto a informes concretos sobre la destrucción de la personalidad como la que se practica en Guantánamo. Shamir cita el artículo "Finalmente se enjuicia el sistema de tortura sicológica de los Estados Unidos" de Naomí Klein, publicado en la red de internet REBELIÓN, el 4 febrero de 2.007.

Klein denuncia el "caso Padilla", un ciudadano estadounidense, supuesto "combatiente enemigo", que fue encarcelado y sometido a tortura durante más de tres años, quedando tan perturbado mentalmente que sus abogados defensores le consideran incapacitado para declarar en su defensa ante un tribunal de Miami, ya que ve a éstos como enemigos y a sus captores como protectores.

Según N. Klein no es un caso aislado, sino una práctica habitual en Guantánamo, Irak y Afganistán. "Para evidenciar su posición cita un párrafo esclarecedor, extraído de un manual de torturas de la CIA, sobre los efectos de la privación sensorial y los sobreestímulos que se aplican sistemáticamente en esos lugares". Confirma que estas prácticas destruyen primero la personalidad del prisionero, y después "...tienden a hacer que el sujeto vea a su interrogador como una figura paterna". Es decir, le transforman en un sumiso zombi, apto para ejercer de bomba humana y alimentar la falsa tesis del terrorismo islámico.

Klein-sostiene Shamir en su entrevista- concluye con una afirmación escalofriante: "..el gobierno de los EE.UU. ha estado llevando deliberadamente a la locura a cientos, probablemente a miles, de prisioneros en todo el mundo".

Se habla entonces de un gigantesco experimento humano que incluye administración de drogas como han declarado los propios prisioneros liberados.

En la entrevista también se menciona el artículo "Ayuda y confort para los torturadores" (REBELIÓN 17-04-2.007) del psicólogo y psicoanalista estadounidense Stephen Soldz, en el que denuncia a la Asociación Psicológica Usamericana por colaborar en torturas prolongadas cuya simple descripción resulta insoportable.

"Estas torturas, afirma – y documenta- forman parte de "un gigantesco experimento humano", que incluye la administración de drogas. Cita a Juan Cole, experto en Oriente Próximo, que, tras preguntarse por qué Guantánamo sigue activo si "saben que muchos de los detenidos son inocentes" Y sostiene que esto sucede porque esto "asegura (al pentágono) una oportunidad importante para someter una población a varias técnicas de control psicológico".

Por su parte el abogado británico Brent Mickum, defensor de dos presos de Guantánamo ratificó en el periódico británico The Guardian que los torturadores saben que son inocentes, pero intencionadamente se los lleva a la locura.

Shamir hace suya la conclusión y sostiene como Soldz que Guantánamo es un verdadero "infierno terrenal".

Esto es sólo un trabajo de sistematización sobre una situación que pone al mundo ante la necesidad de demandar a nivel de pueblos , organizaciones, parlamentos, gobiernos, que Estados Unidos y sus socios deben cesar con su política de terrorismo de Estado Mundial, que en lo que va de este siglo ha dejado más de un millón y medio de muertos, miles de torturados y discapacitados, millones de refugiados internos y externos.

Que cese la tortura para siempre y que Guantánamo y sus similares sean desmantelados ya. Si esto se deja andar un tiempo más, el retorno del nazismo, planteado a un nivel aterrorizante, convertirá en un infierno al mundo como un espejo temible de lo que hoy es Guantánamo.

ANC - UTPBA



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