PLAYA GIRON
Invasión de Bahía de Cochinos, también conocida como Invasión de Playa Girón, fue una operación militar en la que tropas anticastristas, entrenadas y dirigidas por la CIA, intentaron invadir Cuba en abril de 1961. La arriesgada acción acabó en fracaso en menos de 72 horas y la mayoría de los asaltantes fueron capturados por el Ejército Cubano.
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La invasión comienza El 17 de Abril de 1961, el día siguiente del ataque aéreo a aeropuertos militares por mercenarios procedentes de EE.UU, una fuerza que consistía de aproximadamente 1 500 hombres, desembarca en la costa sur de Cuba, conocida como Bahía de Cochinos ( Playa Girón ). Esta área es escogida para la operación por dos razones estratégicas: Primeramente, esta área rodeada por pantanos provee una barrera natural de protección contra las fuerzas del gobierno cubano. En segundo lugar, esta área con dos carreteras de acceso solamente y en malas condiciones, no solamente reforzaba una protección adicional a la brigada, sino, le daba una mayor oportunidad a la seguridad contra ataques. Esto nos lleva a una pregunta interesante. ¿ Cuál fue su misión ? Esto demuestra que la intención de la brigada no era marchar triunfantemente con el apoyo del pueblo hacia la Habana como Fidel Castro hizo cuando derrotó a Batista, sino esperar que EE.UU invadiera a Cuba y asi asumir el poder.
En términos reales la agenda de la fuerza invasora era asegurar y aguantar el área por 72 horas, tiempo suficiente para que los EE.UU los reconociera como un gobierno provisional e interveniera militarmente.
Es por eso que era imperativo para Cuba derrotar esta fuerza mercenaria en menos de 72 horas, aunque las fuerzas revolucionarias cubanas no estaban bien entrenadas ni bien equipada, ellos fueron capaces de derrotar la fuerza invasora en un corto tiempo evitando así la intervención militar de EE.UU.
En Diciembre de 1962 el gobierno cubano intercambió a 1 113 mercenarios capturados por el valor de 53 millones de dólares en medicinas y compotas para niños. Al menos sirvieron para algo los mercenarios.
¿ Por qué el gobierno socialista triunfó mientras que la fuerza invasora fue fácilmente derrotada ?
En primer lugar, el apoyo y levantamiento popular que los EE.UU y la brigada esperaban dentro de Cuba nunca se materializó. A pesar que hubo algunas organizaciones clandestinas, algunas de ellas armadas, en las ciudades e incluso en las montañas del Escambray, nunca recibieron el apoyo popular al ellos cometer actos de terrorismo contra el pueblo.
Es importante conocer que la Revolución Cubana fue una respuesta a la depresión social y económica que existía en esos tiempos, además fue una respuesta contra el estatus neocolonial de la isla en esa época. Este nuevo gobierno revolucionario inició medidas para aliviar las condiciones pésimas que existían en esos tiempos, esto no significaba retóricas del gobierno, pués el mismo bajó los alquileres de las casas, redujo el analfabetizmo, distribuyó las tierras a los campesinos, entre otras cosas más. Estas medidas hicieron al nuevo gobierno muy popular. Tomando todo esto en cuenta, significa que para el cubano los invasores no representaban ni sus intereses ni sus deseos. Ellos no fueron vistos como libertadores, sino como los viejos dueños que simplemente querían retomar sus propiedades y quería devolverle a Cuba la corrupción existente antes del 59. Finalmente el espíritu de defensa del pueblo y su rechazo a los invasores resultó en la victoria. Algunas personas siempre han argumentado que la invasión fracasó porque fue mal planeada y mal equipada. No se dejen engañar, el plan estaba bien diseñado y el área de ataque seleccionada era ideal. Ellos estaban bien equipados: 5 tanques, 10 camiones armados con ametralladoras, 19 morteros, 18 cañones y una gran cantidad de municiones. Contrario a la fuerza cubana que estaba pobremente entrenada y equipada, algunas de las tropas de defensa fueron transportadas en autobus. El error más grande fue que los mercenarios subestimaron la voluntad y valentía del pueblo cubano. Se debe rechazar otro de los argumentos de las clases pudientes de los EE.UU y los reaccionarios cubanos-americanos al decir que el presidente Kennedy no hizo suficiente en apoyo de la invasión, pués Kennedy y la CIA sabían bien que el gobierno revolucionario y Fidel Castro tendrían el apoyo del pueblo y que una intervención directa norteamericana hubiera resultado en la pérdida y daños a miles de personas en ambos campos, esto era algo que el presidente quería evitar. Finalmente, la derrota humillante de este plan dirigido por los EE.UU, consistió en una derrota para la clase pudiente de los EE.UU que acorraló al presidente Kennedy, empujándolo al borde de una posible invasión directa de los EE.UU a Cuba. Como resultado de esto, en un poco más de un año, los Estados Unidos y la Unión Soviética se confrontaron en lo que se conoce como la crisis de los misiles, pero esto es otra historia.
BENIGNO FERNENDEZ, JEFE DEL PELOTON DE TANQUES, COMPAÑERO DE COMPAÑIA DEL COMENDANTE EN JEFE, FIDEL CASTRO, EN PLAYA GIRON
Cuba hubiera sido un Viet Nam antes de Viet Nam
“Coincido con Fidel que fue una suerte la victoria en tan poco tiempo. Nuestro pueblo es invencible, pleno de convicciones y valores y el liderazgo de Fidel es muy fuerte. Estoy seguro que todavía estaríamos combatiendo, porque las armas las empuñarían de generación en generación desde nuestros hijos hasta los nietos, no cesaría el combate por la libertad y soberanía hasta el triunfo.
“Resultó una suerte, reitero, porque hubieran muerto cientos de miles de personas, entre ellas norteamericanas. Cuba, sin dudas, hubiera sido Viet Nam antes de Viet Nam o como un Iraq en la actualidad.
RELATO INEDITO DE LA INVASION, DE FIDEL, PARA PAGINA 12
–Ellos suponían, por la fuerza que traían, más el apoyo aéreo, que ese punto, Playa Girón, estaría en sus manos, o no el punto –porque, realmente, el punto mencionado llegaron a tomarlo en su ataque por sorpresa– sino la franja de tierra comprendida entre dos puntos de desembarco, Playa Larga y Playa Girón, separados del resto del territorio nacional por una de las más grandes ciénagas de Cuba, la cual constituye de por sí una especie de Paso de las Termópilas, atravesada por dos carreteras recién construidas por la revolución en los años 1959 y 1960; que no podían ser flanqueadas, que conectaban la franja de tierra firme entre esas playas con la tierra firme al otro lado de la ciénaga, un terreno boscoso y pedregoso, con una vegetación no muy alta, pero sí adecuada para la defensa contra cualquier contraataque.
–O sea, que iban a montar ahí una cabecera de playa...–Sí, ellos tomaban esa franja entre Girón y Playa Larga. Esos lugares están prácticamente a la entrada y al fondo de una bahía abierta, la más grande y profunda bahía de Cuba; con profundidades de cientos de metros de agua, allí prácticamente cabía toda la escuadra norteamericana.Una vez en posesión de esos dos puntos y de dos carreteras que avanzan hacia el interior de Cuba, a una distancia, tal vez, de 50 kilómetros una de otra, la primera y más directa iba de una central azucarero, atravesando la Ciénaga, hacia el punto denominado Playa Larga; y la otra, que hace lo mismo, partiendo de Girón, avanza hacia la Ciénaga 10 o 12 kilómetros y allí, antes de atravesar la misma, hace una “Y griega”, en que una parte se inclina hacia el norte y otra hacia el nordeste. En conjunto, estas dos carreteras, diseñadas de esa forma, constituyen tres puntos por donde se atraviesa la Ciénaga, con un ancho de 8 a 10 kilómetros. Esa Ciénaga tiene una gran profundidad, no hay vehículo, ni siquiera infantería, que pueda atravesarla. En el ataque del amanecer del 17 de abril de 1961 ellos ocuparon las dos cabezas de playa, y lanzaron un batallón de paracaidistas para tomar los seis puntos situados a la entrada y salida de aquellas carreteras que atravesaban la Ciénaga. Los puntos están en la tierra firme de la isla por donde arriban las carreteras y en el lugar de la tierra ocupada por ellos antes de atravesar la Ciénaga, de modo que lanzaron sus paracaidistas por seis puntos diferentes y lograron apoderarse prácticamente de cinco de esos puntos. De ellos, nosotros recuperamos uno, prácticamente, y avanzamos rápido por el que constituía el camino más recto y tomamos, del otro lado de la Ciénaga hacia el sur, en dirección al mar, hacia el territorio ocupado por los invasores, el otro punto. De modo que ese primer día ellos disponían de cuatro de los puntos y nosotros, de dos. La escuadra norteamericana, sus buques de desembarco y sus cruceros, a tres millas de la costa.
–Visibles, digamos...–Claro que sí, totalmente visibles. El portaaviones y otras fuerzas de escolta, un poco más atrás. Además de estos medios y de los transportes que trasladaban las tropas, ellos utilizaron aviones de bombardeo B-26 con base en Nicaragua, que traían insignias cubanas y pilotos batistianos que, habiéndose escapado hacia Estados Unidos, tripulaban aquellos aviones auxiliados por un grupo de pilotos norteamericanos que emplearon en la medida en que iban sufriendo bajas, para destruir nuestra escasa aviación y atacar nuestras fuerzas terrestres. Lanzaron el primer ataque aéreo al amanecer del día 15, es decir, casi 48 horas antes del desembarco, a fin de destruir en sus aeropuertos –que eran tres– los aviones de guerra con que contábamos, que eran los que poseía Batista, que curiosamente eran más que los pilotos con que nosotros contábamos. Habíamos tomado medidas preventivas; los aviones estaban dispersos, no porque supiéramos día y lugar exacto del ataque sorpresivo, sino porque nos percatábamos de que era inminente el ataque. Todos estaban dispersos y un número determinado de armas antiaéreas protegiendo esos puntos. De modo que el ataque sorpresivo producido el día 15 al amanecer hizo un estrago limitado, destruyó algunos aviones; pero ellos, a su vez, sufrieron pérdidas. En los días que duraron los combates, prácticamente todos sus aviones fueron derribados o puestos fuera de combate. La mayoría de los que manejaban las antiaéreas eran jóvenes de 16, 17 y 18 años, algunos de 15, gente de pueblo recién entrenada; dispararon rápidamente contra los aviones atacantes, y el pequeño grupo de pilotos cubanos tuvo una actuación brillante. Se perdieron unas cuantas vidas, se perdieron algunos aviones, murieron pilotos y artilleros; pero, al final, la fuerza aérea enemiga estaba fuera de combate. En todo instante ellos atacaron nuestras fuerzas con insignias cubanas. Aun después del ataque del 15, el número de aviones que nos quedaba era superior al número de pilotos de que disponíamos.Desde luego que la fuerza aérea de Estados Unidos constituía su principal reserva, y prácticamente, salvo movimientos de intimidación y algún aislado ataque, no entró en acción. El primer ataque mercenario por tierra ocurre el 17 antes del amanecer, por la zona de Bahía de Cochinos; es decir, en Playa Larga y Playa Girón, en horas de la madrugada. Enviaron a los exploradores, hombres ranas, todo lo necesario para preparar el desembarco del grueso de las tropas. Allí se produjeron los primeros choques.
–¿Usted estaba allí?–Yo el día 16 estaba en La Habana, acababa de despedir el duelo de compatriotas caídos el día 15. Me acosté y dormí temprano, llevaba muchas horas sin descanso. La tarde del 16, ante decenas de miles de milicianos armados, proclamamos el carácter socialista de la Revolución Cubana. Fue la primera respuesta patriótica y desafiante al agresor. Dos o tres horas después que me había acostado, bien temprano, la noche del 16, comprendiendo que era inminente la batalla por tierra, puesto que no tenía sentido lanzar aquel ataque aéreo si no tenía un objetivo ulterior de desembarcar, me despertaron a las tres horas más o menos para informarme que el ataque, es decir, los primeros contactos de fuerzas que estaban desembarcando la madrugada de ese día, se estaban produciendo, y, en previsión de un segundo ataque aéreo a nuestras bases –que nunca se produjo y habría sido inútil que se produjera–, toda nuestra aviación estaba en el aire en dirección a Girón, y allí le ocasionó al enemigo terribles estragos, atacando a las fuerzas que desembarcaban, sus lanchas y tropas. Ese mismo día, al amanecer, lanzaron a los paracaidistas.No pudimos proteger a nuestras tropas de tierra, que estaban siendo atacadas por aviones de bombardeo con insignias cubanas, con lo que, incluso, engañaron a algunas de las tropas que marchaban desde temprano en dirección a la playa.
–¿Usaban las mismas insignias?–Las mismas, exactamente.
–¿Las que usaba la revolución?–Sí, sí, las de nuestra aviación. Ellos ocasionaron con eso algunas bajas, porque engañaron a las tropas que avanzaban, pensando que aquellos aviones eran propios. Nosotros, por nuestra parte, concentramos todos los aviones en atacar los barcos y las fuerzas de desembarco; sólo en un instante, entre las 10 y las 11 de la mañana, le dimos apoyo directo a un batallón para que cruzara por una de las carreteras sobre la Ciénaga a una importante misión. Resultado: a las 11 de la mañana todos los barcos enemigos estaban hundidos o en fuga, una parte de sus aviones derribada, aunque algunos de los nuestros también se perdieron. Todo eso ocurrió el 17 entre las 6 y las 12 del día. Cuento estos detalles para que, simplemente, vea lo que fue el ataque, la forma artera con que se llevó a cabo.
Día 15 de abril Ocho avioneS B-26, con bandera cubana en el fuselaje, bombardearon los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el Antonio Maceo de Santiago de Cuba, con el resultado de 5 aviones destruidos: un Sea Fury, dos B-26 y dos aviones de transporte. Sin embargo quedaron intactos aviones T-33 y cazas Sea Fury. Estos eran superiores en velocidad a los B-26, que además viajan sin artilleros de cola. La brigada 2506 perdió tres bombarderos. Un B-26 se dirigió a Estados Unidos donde se presentó como desertor del ejército cubano y pidió asilo, informando que él y otros pilotos habían sido los autores del ataque a los aeropuertos, en una estrategia estadounidense para ocultar su implicación en la operación aérea. Éste fue el único bombardeo que se llevó a cabo de los tres previstos.
Día 16 de abrilAl día siguiente del ataque Fidel Castro, en una alocución por todos los medios de difusión y ante una multitud armada con eficientes fusiles soviéticos, declaró el carácter socialista y marxista de la Revolución Cubana, pese a que en 1959 había reiterado su rechazo al comunismo en entrevistas a la prensa radial, escrita y televisiva. El Ejército Rebelde y las Milicias Nacionales Revolucionarias concentraron sus efectivos ante una posible invasión. Como medida táctica, el naciente Departamento de Seguridad del Estado de la Revolución Cubana (más conocido como G-2) llevó a cabo una extensa redada para encarcelar a un gran número de potenciales opositores, lo que neutralizó numerosos contactos de la contrarrevolución, en particular en La Habana.
Día 17 de abril Tras cuatro o cinco días de navegación, durante la madrugada se produce el desembarco en Playa Girón y Playa Larga de 1200 miembros de la Brigada 2506 escoltados por sus buques y ante escasa resistencia. Horas después los paracaidistas son transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida, con la misión principal de controlar las tres carreteras de acceso al lugar. En esas primeras horas los aviones cubanos, en su mayoría modelos viejos, derriban siete aviones B-26 y ponen fuera de combate a los buques Houston y Río Escondido cerca de Playa Larga, perdiéndose el armamento que transportaban para las fuerzas en tierra.
Las tropas regulares del gobierno de Fidel Castro van llegando paulatinamente a la zona, reforzando a los milicianos (Milicias Nacionales Revolucionarias) que hasta entonces intentaban rechazar el ataque. Al final del día los barcos de la brigada asaltante se retiran definitivamente quedando sin desembarcar equipos y municiones; el Houston quedó encallado y el Río Escondido fue hundido. Fidel Castro comprendió que era fundamental atacar a los barcos desde el aire y desde tierra para anular el envío de suministros y la Fuerza Aérea y la artillería cumplieron sus objetivos.
Día 18 de abril Se inicia la contraofensiva, con el empleo masivo de artillería adquirida en la Unión Soviética y Checoslovaquia. Las maltrechas tropas de la Brigada que controlan las dos carreteras de acceso a Playa Girón son obligadas a retroceder hasta la zona de San Blas; en Playa Larga las tropas asaltantes, ante su difícil situación por la falta de municiones, deciden abandonar sus posiciones y dirigirse a Playa Girón para unirse a los otros miembros de la brigada. El ejército cubano se hace con el control de Playa Larga.
Día 19 de abril Las fuerzas asaltantes tienen que retroceder de San Blas a Playa Girón; los que quedan pronto son cercados y se rinden a primeras horas de la mañana. En la playa, a la escasez de municiones se une la falta de apoyo aéreo, gracias a la efectividad de los servidores de las baterías antiaéreas del Ejército cubano y las Milicias.
El comandante José Ramón Fernández ("Gallego") y el propio Fidel Castro se trasladaron a la zona del conflicto y participaron en las últimas acciones, aunque ya el final de los combates estaba decidido. La negativa de Kennedy de autorizar la invasión abierta de la Marina estadounidense a Cuba terminó con las últimas esperanzas de los invasores.Fidel Castro presionó fuertemente para la ofensiva de las últimas horas para evitar que transcurrieran las 72 horas que necesitaba el gobierno de los EE.UU. para reconocer al "gobierno provisional" que allí se intentaba establecer, con el objetivo de evitar la invasión directa de la Marina y el Ejército norteamericanos. Finalmente los asaltantes intentaron huir, unos buscando lanchas, otros por las zonas pantanosas, aunque la mayoría fueron capturados.
Algunos anticastristas estuvieron durante algunos días vagando por los densos manglares de la zona. La operación terminó con una derrota total de los miembros de la Brigada.
MAS INFO Y AUDIOS EN : RADIO REBELDE (FUNDADA POR ERNESTO CHE GUEVARA)
BAHIA DE COCHINOS.CU (WEB DEDICDA AL TRIUNFO SOBRE LA INVASION)JOSE RAMON HERNANDEZ, JEFE MILITAR CUBANO DE PLAYA GIRON
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